El Barcelona adorna su mejor ciclo con la Supercopa

El Barcelona asi¨® la Supercopa como testimonio de su tr¨¢nsito del para¨ªso al mundo terrenal. No es ¨¦se un trofeo para presumir, sino s¨®lo para exhibir en una vitrina que cuenta. ya, salvo la Copa Intercontinental, con todas las distinciones exigibles a un equipo de solera. El colectivo de Cruyff ha sido el punto de referencia para cualquier equipo con sue?os de grandeza, puesto que en el plazo de dos temporadas ha reunido dos Ligas, la Copa de Europa y, ayer, la Supercopa. Nunca hab¨ªa tenido un pasado tan laureado.El presente, sin embargo, invita m¨¢s al trabajo que al recuerdo.Los azulgrana reflejaron anoche ese l¨ªmite entre el ayer y el hoy. Muchos son los que quieren ser otra vez lo que fueron. El caso m¨¢s flagrante es el de Stoichkov. La primera parte fue una contienda exclusivamente entre el Werder Bremen y el b¨²lgaro. Pareci¨® como si todos jugaran s¨®lo para Hristo. Pero, nada le sali¨® bien excepto el gol. Y, curiosamente, fue en una jugada a bal¨®n parado.

Tras acertar en uno de los dos remates a puerta, no se supo nada m¨¢s del Werder Bremen, uno de los gallitos de la Bundesliga -es el segundo clasificado y el equipo menos goleado- hasta que Goikoetxea dej¨® el cuero listo a Hobsch para que empatara el partido y pusiera el trofeo rumbo a Bremen por el valor doble de los goles en campo contrario. Entonces surgi¨® una vez m¨¢s el inmenso cuerpo de Zubizarreta y zanj¨® la disputa (m. 75). El meta internacional a¨²n es un valor seguro entre un colectivo que se mueve como un tiovivo.