Repetici¨®n de una leyenda popular
Desde que el cine norteamericano es el m¨¢s poderoso, a niveles industriales y econ¨®micos, es decir, desde la Gran Guerra, desde los a?os veinte, ha tratado de hacer suyos los grandes ¨¦xitos de otras cinematograf¨ªas por el procedimiento de comprar los derechos de una determinada pel¨ªcula y volver a hacerla con actores y t¨¦cnicos norteamericanos. Esto ha ocurrido especialmente con las traducciones europeas, y recientemente aparecen los ejemplos de Esencia de mujer, de Martin Brest, basado en Perfume de mujer (1974), del italiano Dino Risi, y de este Sommersby, basado en El regreso de Mart¨ªn Guerre (1982), del franc¨¦s Daniel Vigne.En El regreso de Mart¨ªn Guerre, los guionistas Jean-Claude Carri¨¨re y Daniel Vigne, tambi¨¦n encargado de la direcci¨®n, parten de algo as¨ª como una leyenda popular, origen de varias narraciones y cuentos, para construir una peculiar historia de amor. Ambientada en una aldea francesa en 1560, narra la historia del hombre casado que muy joven se va a la guerra y, al regresar varios a?os despu¨¦s, cuando todos le daban por muerto, empieza a difundirse la sospecha de que no es ¨¦l, de que se trata de un impostor que intenta aprovecharse de la buena posici¨®n econ¨®mica de la familia de ella.
Sommersby
Director: Jon Amiel; guionistas: Nicholas Meyer y Sarah Kernochan. Fotograf¨ªa: Philippe Rousselot. M¨²sica: Danny Elfman. Estados Unidos, 1992. Int¨¦rpretes: Richard Gere, Jodie Foster, Bill Pullinan y Jarnes Earl Jones. Estreno en Madrid: Palacio de la M¨²sica, Benlliure, Juan de Austria, Florida, Aluche y California (versi¨®n original subtitulada).
Diez a?os despu¨¦s
Esta producci¨®n francesa tiene una gran aceptaci¨®n dentro de los estrechos m¨¢rgenes que los norteamericanos dejan en su pa¨ªs para las pel¨ªculas extranjeras, y 10 a?os despu¨¦s se estrena Sommersby, una versi¨®n norteamericana de la misma historia. Los guionistas Nicholas Meyer, tambi¨¦n novelista y realizador, y Sarah Kernochan se han limitado a respetar al m¨¢ximo las directrices de la historia original, pero situando la acci¨®n en un pueblecito de Tennessee en 1860, poco despu¨¦s de la guerra de secesi¨®n, es decir, la han convertido en un western psicol¨®gico y rom¨¢ntico.Quiz¨¢ m¨¢s que en la versi¨®n francesa, Sommersby tiene una primera parte que funciona muy bien, frente a otra segunda mucho m¨¢s convencional. En la primera, el h¨¦roe Jack Sommersby regresa a su pueblo y es recibido con los brazos abiertos por sus conciudadanos, su mujer y su hijo, y en poco tiempo, gracias al cultivo de tabaco, logra sacarles de la ruina provocada por la guerra y tener un hijo con su mujer, mientras comienzan a nacer las dudas sobre si se trata de un impostor. Y en la segunda, a trav¨¦s de una acusaci¨®n de asesinato y el consiguiente juicio, se plantea directamente el problema de su identidad. Frente a la sutileza de la primera parte, la segunda resulta demasiado expl¨ªcita, llena de trucos dram¨¢ticos y sin profundizar todo lo que hubiese debido en la cuesti¨®n.
La pareja compuesta por Richard Gere, tambi¨¦n productor, y Jodie Foster resulta tan plenamente convincente como lo era la formada por Depardieu y Nathalie Baye en El regreso de Mart¨ªn Guerre. Mientras que Jon Amiel, un realizador brit¨¢nico cuyo trabajo m¨¢s conocido es una versi¨®n in¨¦dita en Espa?a de La t¨ªa Julia y el escribidor, la novela de Mario Vargas Llosa, es bastante m¨¢s eficaz que el franc¨¦s Daniel Vigne. Y la fotograf¨ªa en color de Philippe Rousselot tiene unas tonalidades especialmente c¨¢lidas y apropiadas para el desarrollo de la historia.
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