La segunda primavera brit¨¢nica
Los s¨ªntomas de recuperaci¨®n en el Reino Unido chocan con la recesi¨®n en el resto de la CE
![Enric Gonz¨¢lez](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Fe19959f9-1b77-4fa4-b4c9-ad9c27d18ec2.png?auth=cc48cfeca3c4fa713d7e16fc9e97f765f78a2bc782edcbaf28750ab1efa9f6c0&width=100&height=100&smart=true)
Hace exactamente un a?o, los brit¨¢nicos cre¨ªan estar saliendo de la recesi¨®n. Tras dos a?os de penuria llegaba la primavera y los "verdes brotes de la recuperaci¨®n", en palabras del canciller Norman Lamont, se ve¨ªan ya por doquier. Pero no: la econom¨ªa sigui¨® languideciendo y fabricando parados. Volvemos a estar en primavera y, en estos momentos, a pocos les cabe duda de que la recuperaci¨®n brit¨¢nica est¨¢ en marcha. El problema es que el continente (es decir, Alemania y sus vagones) sigue un ciclo distinto y entra en recesi¨®n ahora. El "rebrote" del Reino Unido puede marchitarse por la crisis del resto de la Comunidad, donde est¨¢n sus principales clientes.
No hay que minusvalorar el efecto de la primavera en el alma de los brit¨¢nicos: los inviernos son l¨²gubres y depresivos y, en cuanto asoma el primer sol, se produce una explosi¨®n de optimismo. El fen¨®meno incide en la econom¨ªa. Llega la primavera y la libra se reval¨²a unos fennings, baja el paro unas cent¨¦simas -aunque sea por casualidad- y la producci¨®n y el consumo parecen latir con m¨¢s vigor. Los tipos de inter¨¦s son bajos (6%), la inflaci¨®n es muy baja (1,8%), la bolsa sube y todo parece a punto para arrancar. "La econom¨ªa brit¨¢nica empieza a recuperarse, eso est¨¢ muy claro", se?ala Rupert Tenant-Rea, director del semanario The Economist y futuro -dentro de apenas dos semanas- subgobernador del Banco de Inglaterra.
Es la mejor noticia en el peor momento. El Reino Unido marcha con el paso cambiado y entr¨® en recesi¨®n hace tres a?os, cuando el resto de la Comunidad Europea crec¨ªa a¨²n a buen ritmo. Ahora es al rev¨¦s: empieza a salir a flote cuando sus socios todav¨ªa no han tocado fondo.
La ruptura de la libra con el Sistema Monetario Europeo, en septiembre pasado, agrav¨® las diferencias entre la isla y el continente. Y las empresas brit¨¢nicas, empujadas a la exportaci¨®n por la devaluaci¨®n y el dinero barato, est¨¢n chocando contra la crisis de una Comunidad Europea donde se encuentra el 60% de sus clientes comerciales.
"Al continente le esperan, por lo menos, doce meses negativos", se?ala el director de The Economist, "y eso va a lastrar indudablemente la recuperaci¨®n del Reino Unido".
Pero el Reino Unido no puede permitirse la espera. La recesi¨®n ha dejado sin empleo a tres millones de brit¨¢nicos (ser¨ªan m¨¢s bien cuatro millones si el recuento se hiciera sin trampa) y ha abierto un socav¨®n de nueve billones de pesetas en las finanzas p¨²blicas.
Los s¨ªntomas de recuperaci¨®n econ¨®mica, por otra parte, son todav¨ªa muy d¨¦biles: el m¨ªnimo repunte inflacionario del mes de febrero, de una d¨¦cima (hasta el 1,8% anual, o m¨¢s bien hasta el 3,4% en el mucho m¨¢s fiable ¨ªndice subyacente), no indica un aumento serio de la demanda, sino el encarecimiento de las importaciones causado por una devaluaci¨®n del 20%.
Aumento de impuestos
La producci¨®n y el consumo no crecen: se arrastran hacia arriba penosa y lentamente. Los tres a?os malos han dejado a la econom¨ªa brit¨¢nica en un estado de debilidad extrema. El canciller Norman Lamont ha anunciado, en su presupuesto para el periodo 1993-1994, un fuerte aumento de los impuestos indirectos para los siguientes dos a?os.
De no controlarse el abrumador d¨¦ficit presupuestario, que superar¨¢ los nueve billones de pesetas a finales del ejercicio, la deuda ahogar¨¢ cualquier posibilidad de recuperaci¨®n", se?al¨® el canciller Norman Lamont.
Si esta primavera volviera a acabar en fiasco y en otro invierno recesivo, con el suplicio a?adido del castigo fiscal, las consecuencias ser¨ªan devastadoras.
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