Un camino dif¨ªcil
JOS? MAR?A L?PEZ DE LETONAEl articulista subraya que el programa de convergencia con Europa presentado por el Gobierno espa?ol hace un a?o pecaba de un triunfalismo exagerado y fijaba objetivos fuera de nuestro alcance. Tras analizar las cifras de esa convergencia en las ¨²ltimas tres d¨¦cadas, concluye que es y ser¨¢ proceso largo y dif¨ªcil.
La reducci¨®n de la distancia que separa los niveles econ¨®micos alcanzados por Espa?a y los pa¨ªses que forman la Comunidad Europea es lo que com¨²nmente se conoce como proceso de convergencia, y es tambi¨¦n el objetivo que se ha fijado el Gobierno para poder formar parte del grupo de pa¨ªses que pueden estar en condiciones de adoptar una moneda ¨²nica en 1997, tal como se define en el Tratado de Maastricht.Acercarse a Europa, considerando periodos de tiempo suficientemente amplios, es mucho m¨¢s dificil de lo que puede parecer a primera vista. A veces se crece m¨¢s r¨¢pidamente que la CE unos a?os, y esa ventaja se pierde al poco tiempo cuando se vuelven las tornas y es la CE la que ve crecer su econom¨ªa a un ritmo mayor que la nuestra. Acercarse o alejarse de Europa significa para el Gobierno de turno sacar buena o mala nota en la asignatura de la pol¨ªtica econ¨®mica que lleve a cabo. Y como los pol¨ªticos son muy conscientes de ello suelen elegir para efectuar comparaciones los periodos en los que las cuentas les salen mejor. El programa de convergencia presentado por el Gobierno hace ahora justamente un a?o pecaba de un triunfalismo exagerado, fijaba unos objetivos claramente fuera de nuestro alcance en la dificil situaci¨®n por la que atraviesa estos ¨²ltimos tiempos la econom¨ªa mundial y, lo que a mi juicio es peor, presentaba los objetivos del plan como algo que no era ni dificil ni exigente y que, por tanto, "no hay raz¨®n para pensar que conseguir los citados objetivos tiene que representar un sacrificio especial para la econom¨ªa de nuestro pa¨ªs". Para el Gobierno, el plan es "un programa realista y perfectamente viable", para cuyo cumplimiento s¨®lo ser¨ªa necesario "que la econom¨ªa espa?ola crezca, en media, alrededor de su potencial de crecimiento y mantenga frente a la media comunitaria un diferencial positivo cercano al punto porcentual".
En contra de esta opini¨®n, creo que es un error hacer creer a la gente que el acercamiento a Europa se puede conseguir sin esfuerzo. Pienso, por el contrario, que es un proceso largo y dif¨ªcil -como muestran las cifras que ofrecer¨¦ a continuaci¨®n-, que ha de exigir sacrificios y que no se conseguir¨¢ sin aceptar renuncias y sin una gran austeridad en el gasto p¨²blico, cuyo disparatado crecimiento ha sido un aut¨¦ntico c¨¢ncer para la econom¨ªa espa?ola en estos ¨²ltimos a?os. Y esta actitud ha de mantenerse a lo largo de periodos de tiempo suficientemente amplios. Basta se?alar, para ilustrar la dificultad de la tarea que tenemos entre las manos, que en estos momentos el PIB por habitante espa?ol, expresado en porcentaje de la media comunitaria, no es superior al que exist¨ªa hace 20 a?os, que ya era el 76,1% del alcanzado por la CE. Es decir, que en los ¨²ltimos 20 a?os no nos hemos acercado a Europa ni un solo paso.
Cuentas nacionales
La direcci¨®n de estad¨ªstica de la OCDE acaba de publicar en Par¨ªs las cuentas nacionales correspondientes al periodo 1960-1991 de todos los pa¨ªses que forman parte de la organizaci¨®n, del total de la OCDE, de la OCDE-Europa y de la CE. Se encuentran en la publicaci¨®n un conjunto de datos, debidamente hornogeneizados, publicados por una instancia neutral, que permiten comparar durante periodos extensos, que abarcan un total de 32 a?os, la evoluci¨®n comparada de las distintas econom¨ªas y su convergencia o divergencia en los diferentes periodos que pueden tomarse para el an¨¢lisis.
En el cuadro adjunto figuran los datos base que sirven para efectuar las diferentes comparaciones y que se refieren tambi¨¦n a periodos significativos de la vida pol¨ªtica espa?ola, por lo que las conclusiones cobran en estos momentos un singular valor. Veamos las que, en un primer examen, parecen m¨¢s relevantes.
1. El periodo de m¨¢s intenso crecimiento de la econom¨ªa espa?ola durante, al menos, cinco a?os consecutivos es el quinquenio 1961-1966, que abarca desde el plan de estabilizaci¨®n, aut¨¦ntico origen de la modernizaci¨®n de nuestra econom¨ªa, hasta el final del primer plan de desarrollo. El crecimiento espa?ol fue del 7,52% en tasa anual acumulativa, y el de los pa¨ªses que hoy forman la CE, del 4,64%, es decir, cerca de tres puntos porcentuales m¨¢s por a?o, velocidad de acercamiento o convergencia que no deja de ser espectacular e imposible de mantener en periodos m¨¢s prolongados.
2. Si consideramos los 15 a?os transcurridos desde la estabilizaci¨®n hasta la muerte de Franco (1960-1975), el crecimiento medio es entonces del 6,62%, ritmo que sigue siendo muy alto y desconocido en Europa, mientras la CE crece al 4, 10%, dos puntos y medio menos. Conviene recordar -para centrar mejor el tema- que la d¨¦cada de los sesenta fue conocida en todo el mundo occidental como la d¨¦cada del desarrollo- por las fuertes tasas de crecimiento conseguidas, s¨®lo superadas por las alcanzadas en Jap¨®n.
3. Despu¨¦s de la crisis del petr¨®leo (finales de 1973 y principios de 1974), las cosas ya no vuelven a ser como antes. La econom¨ªa mundial entra en una fase recesiva, y as¨ª, en los 17 a?os transcurridos desde la muerte de Franco, en 1975, los ritmos de crecimiento medio de Espa?a y la CE son id¨¦nticos: 2,43%. Es decir, que desde entonces no hemos conseguido acortar distancias con la Comunidad. En este periodo, Espa?a conoce crecimientos negativos dos a?os, 1979 y 1981, y la CE, otros dos, 1975 y 1981 (para ser m¨¢s precisos, cero en este ¨²ltimo a?o).
4. Durante el r¨¦gimen democr¨¢tico (1975-1992) habr¨ªa que distinguir tres periodos: en la transici¨®n y Gobierno de UCD los crecimientos de Espa?a y la CE fueron de 1,39% y 2,32%, respectivamente. Hubo, por tanto, divergencia. A continuaci¨®n, en los primeros tres a?os de Gobierno socialista (1982-1985) las tasas se redujeron a 1,97% y 2,14% y continu¨® la divergencia, si bien m¨¢s atenuada. Y en los siguientes seis anos se recupera el terreno perdido en los 10 anteriores y se supera el ritmo de crecimiento de la Comunidad del 2,85% en 1,27 puntos porcentuales, alcanzando Espa?a la tasa media del 4,12%.
5. De los datos que se han expuesto, creo que se deduce claramente cu¨¢n dificil es acortar distancias con Europa y qu¨¦ clase de esfuerzos hay que mantener para lograrlo. El programa de convergencia prev¨¦ alcanzar en el quinquenio 1991-1996 tasas del 3,40% para Espa?a y del 2,50% para la Comunidad. Pero si consideramos que ya se han perdido los dos primeros a?os, en los que nuestro crecimiento va a ser inferior al comunitario, tendr¨ªamos que recuperar el terreno perdido creciendo los tres pr¨®ximos a?os cerca de punto y cuarto por encima de la CE, como se hizo en el periodo 1986-1992. Posible, pero no f¨¢cil.
Crecimiento y empleo
6. En cuanto al PIB por persona, el a?o en que m¨¢s nos acercamos a la media comunitaria fue 1975, en que alcanzamos el 78,9% de la CE a precios y paridades de compra corrientes. Este porcentaje descendi¨® a?o tras a?o hasta un m¨ªnimo del 70,1% en 1985 y, a partir de aqu¨ª, se recuper¨® hasta el 77,7% en 1991, sin llegar a alcanzar el m¨¢ximo conseguido en 1975. En estos momentos, con m¨¢s de tres millones de parados, conviene recordar una vez m¨¢s la relaci¨®n entre ritmos de crecimiento y niveles de empleo. En 1974, ¨²ltimo a?o del periodo de fuerte crecimiento anterior, la poblaci¨®n ocupada media fue de 13.127.500 personas. En diciembre de 1992, 18 a?os m¨¢s tarde, con una poblaci¨®n total superior en m¨¢s de cuatro millones de personas a la existente en 1974, la econom¨ªa espa?ola s¨®lo pod¨ªa tener ocupadas a 12.145.900 personas, un mill¨®n menos que en 1974.
Siento haber tenido que emplear demasiadas cifras y porcentajes en todo lo anteriormente expuesto, pero el tema tratado lo hac¨ªa inevitable. Tambi¨¦n es verdad que las cifras hablan por s¨ª solas.
fue gobernador del Banco de Espa?a.
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