Clinton acude a la cumbre en ayuda de Yeltsin
Lo dijo el presidente norteamericano en su discurso del pasado jueves en Ann¨¢polis: "Ahora, como antes, el futuro de Estados Unidos est¨¢ ligado en gran medida al de Rusia". Aparentemente, Rusia no llega a la cita canadiense como una potencia digna de un trato de igual a igual. Su dif¨ªcil situaci¨®n econ¨®mica, sus conflictos pol¨ªticos y, en general, las grandes incertidumbres del proceso interno por el que atraviesa la convierten en un mediocre interlocutor.Se ha dicho que ¨¦sta, adem¨¢s de ser la primera cumbre de la era de Clinton, es tambi¨¦n la primera en la que lo primordial no es la seguridad o las relaciones internacionales, sino la econom¨ªa, que es una forma de. reconocer que Mosc¨² tiene ya poco que opinar sobre aquellos asuntos.
Pero, para Estados Unidos, eso no parece ser lo m¨¢s importante. Como explic¨® Clinton, esas dif¨ªciles circunstancias no dejan de ser obst¨¢culos coyunturales que tiene que salvar cualquier gran naci¨®n en su proceso de ubicaci¨®n en la historia.
Al margen de los problemas actuales, para Estados Unidos la relaci¨®n con Rusia es estrat¨¦gica. En muchos sentidos. En primer lugar, este pa¨ªs tiene una suerte de compromiso moral con Rusia. Al fin y al cabo, lo que est¨¢ haciendo el Gobierno de Bor¨ªs Yeltsin no es m¨¢s que tratar de repetir en su patria el modelo de libre mercado del que Estados Unidos es el gran promotor mundial.
Estados Unidos acude en ayuda de Rusia fundamentalmente como el mejor medio de garantizar su propia supervivencia. Por diversas razones:
- Estados Unidos no puede seguir pagando el precio de la guerra fr¨ªa. Necesita el presupuesto militar para sostener su propio crecimiento econ¨®mico.
- La seguridad norteamericana sigue siendo potencialmente amenazada por un arsenal at¨®mico de 20.000 cabezas nucleares.
- Rusia puede ser el mejor aliado norteamericano, el que extienda la influencia pol¨ªtica de este pa¨ªs m¨¢s all¨¢ de lo que nunca ha imaginado.
- Una Rusia democr¨¢tica y estable abre mercados millonarios para los inversores.
Invertir a conciencia
La perspectiva invita, por tanto, a invertir a conciencia en el futuro de Rusia. Sin embargo, Clinton, que ayer prepar¨® en Portland (Oreg¨®n) los ¨²ltimos detalles de su viaje a Canad¨¢ -su primer desplazamiento al extranjero-, dijo tambi¨¦n en su discurso del jueves que el Gobierno norteamericano tendr¨ªa que actuar urgente, pero prudentemente a la vez.
Bill Clinton no llega a Vancouver con un saco lleno de d¨®lares para que Yeltsin lo administre a su antojo. Clinton es, antes que nada, un presidente receptivo a las preocupaciones de su pa¨ªs y sabe que las prioridades de los ciudadanos norteamericanos est¨¢n concentradas en los problemas de la pobreza en las grandes ciudades, la ineficacia del sistema sanitario, el d¨¦ficit presupuestario, la crisis de las grandes firmas industriales.
Clinton no est¨¢ dispuesto, a actuar de forma altruista en Rusia, ni a buscar s¨®lo el juicio de la historia. El presidente norteamericano quiere, primero, explorar c¨®mo funciona la inversi¨®n de los 500 millones de d¨®lares heredados de la anterior Administraci¨®n antes de solicitar al Congreso una nueva partida de ayuda para Rusia.
Clinton quiere, adem¨¢s, conseguir un amplio respaldo nacional en Estados Unidos: en la opini¨®n p¨²blica, en el Congreso, en su propio partido y en la oposici¨®n. El presidente no quiere repetir el error de George Bush, a quien se acus¨® durante la ¨²ltima campa?a electoral de preocuparse m¨¢s de los ciudadanos de San Petersburgo que de los de Toledo (Ohio). Clinton no dar¨¢ un paso sin haber comprobado antes que el pa¨ªs entiende que lo que hace es en beneficio de los intereses nacionales. En este sentido, un sondeo publicado por el diario The New York Times asegura que el 52% de los encuestados se manifiestan a favor de prestar ayuda a Rusia si con ello se puede evitar una guerra civil en ese pa¨ªs. El apoyo se reduce a un 41 % cuando se trata de ayudar "a que Rusia pueda reformar su econom¨ªa" y a un 30% si el objetivo de la ayuda fuese mantener a Yeltsin en el poder.
[Los presidentes Bor¨ªs Yeltsin y Bill Clinton hablaron ayer por tel¨¦fono sobre los planes de la cumbre, informa Reuter. Los dos l¨ªderes se pusieron de acuerdo sobre los temas que van a tratar, que se centrar¨¢n en su cooperaci¨®n econ¨®mica y comercial y en los "agudos problemas internacionales" del momento].
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