El factor isl¨¢mico

El islam forma parte de la dicotom¨ªa rusa, de su car¨¢cter euroasi¨¢tico. Sin embargo, el presidente ruso, Bor¨ªs Yeltsin, parece no darle la importancia necesaria al factor musulm¨¢n, y donde puede y cuando puede subraya su preferencia por la Iglesia ortodoxa, causando malestar entre los seguidores de Al¨¢."Las quejas de los musulmanes son justas. En la prensa y en la televisi¨®n vemos una cobertura unilateral de la vida espiritual en la Federaci¨®n Rusa, donde hay 15 millones de musulmanes", dice el muft¨ª Talgan Tadzhud¨ªn, l¨ªder de los musulmanes de la parte europea de la Federaci¨®n Rusa. La capital de los mahometanos de esta zona y de Siberia se encuentra precisamente en Uf¨¢, donde el islam lleg¨® hace m¨¢s de mil a?os.

Hay una clara tendencia a dar a la Iglesia ortodoxa "un estatuto pol¨ªtico especial", se queja Murad Zarguish¨ªyev, vicepresidente del Comit¨¦ para la Libertad de Conciencia del Parlamento ruso. "Es amargo comprobar que las actuales autoridades dem¨®cratas desde el comienzo estuvieron muy lejos de mostrar una actitud bondadosa hacia el islam. Recordemos la fastuosa ceremonia de toma de posesi¨®n del primer presidente de Rusia: la preeminencia del jefe de la Iglesia ortodoxa rusa entre los jefes de las otras religiones; la bendici¨®n del presidente s¨®lo por el patriarca, aunque fue elegido por todos los ciudadanos que profesan diferentes credos", escribi¨® Zarguish¨ªyev ante el refer¨¦ndum, llamando indirectamente a los musulmanes a votar contra Yeltsin.

El muft¨ª Tadzhud¨ªn, sin embargo, es contrario a mezclarse en pol¨ªtica. "El islam en Rusia debe desempe?ar un papel positivo en la noble tarea de fortalecer la amistad entre los pueblos", dice el muft¨ª, agregando que justamente por eso considera intolerable la formaci¨®n de partidos basados en el fanatismo religioso. "La religi¨®n debe unir y no desunir. Mientras tanto todo partido introduce una divisi¨®n: por un lado, los musulmanes que son miembros de ¨¦l y, por otro, los que no lo son", se?ala Tadzhud¨ªn. Por fortuna, los experimentos de crear partidos integristas en la regi¨®n europea de Rusia han fracasado, asegura.