"Misha", el rey de los "topos"
La pol¨¦mica marca el juicio contra Markus Wolf, jefe del espionaje de la ex RDA.
Markus Misha Wolf, de 68 a?os, uno de los personajes claves de la guerra fr¨ªa, se sentar¨¢ el pr¨®ximo martes en D¨¹sseldorf en el banquillo, acusado de los cargos de alta traici¨®n y soborno ya que, seg¨²n la fiscal¨ªa federal, "dirigi¨® desde enero de 1953 el servicio de espionaje de la desaparecida Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana (RDA), y a partir de 1956-57 fue viceministro para la Seguridad del Estado, desde donde organiz¨® el espionaje mediante su reglamentaci¨®n, la realizaci¨®n de planes anuales y otros cometidos".
"Su influencia", a?ade el fiscal, "no se limit¨® a los miembros de la Hauptverwaltung Aufkl¨¢rung (HVA) [red de espionaje de la ex 'RDA] sino que se extendi¨® a entre 500 y 600 fuentes en la Rep¨²blica Federal de Alemania (RFA)". "Orden¨® el alistamiento de agentes y sus acciones, dirigi¨® el almacenamiento de datos del servicio de investigaci¨®n y ha estado involucrado, en ocasiones, en operaciones conspirativas". Todo esto es cierto.Wolf infiltr¨® sus agentes en los m¨¢s altos niveles de la Administraci¨®n y el Gobierno de Bonn o de la Alianza Atl¨¢ntica, logrando su ¨¦xito m¨¢s espectacular por medio de G¨¹nter Guillaume, el secretario personal del canciller Willy Brandt, quien debi¨® dimitir tras descubrirse la presencia de este topo.
La decisi¨®n de juzgarle es en s¨ª misma pol¨¦mica. Hay quienes siguen consider¨¢ndole la encarnaci¨®n del mal, como se desprende de las informaciones repartidas estos d¨ªas por la fiscal¨ªa. Otros entienden su trabajo durante la guerra fr¨ªa como una parte m¨¢s del juego pol¨ªtico entre las dos Alemanias. Por ¨²ltimo, algunos van m¨¢s all¨¢ y le definen como "el espejo en el que se miraban los propios servicios de espionaje de Bonn".
El colmo de las paradojas es que el actual ministro alem¨¢n de Exteriores, Klaus Kinkel, era, cuando Wolf se entreg¨®, titular de Justicia, y antes hab¨ªa sido el jefe del Bundesnach riclitendienst (BND), el equivalente occidental del HVA y, como tal, el que se sentaba frente a Wolf en el imaginario tablero de ajedrez moviendo los peones en el complejo juego de la guerra fr¨ªa.
Este hombre alto y enjuto, de andares elegantes y sonrisa maliciosa, fue la pesadilla de los servicios de informaci¨®n occidentales que desconoc¨ªan casi todo de ¨¦l, lo que no evit¨® que se convirtiera en uno de los personajes literarios de este siglo de la mano del escritor John Le Carr¨¦, que le otrog¨® el supuesto nombre clave de Karla, atribuy¨¦ndole un perverso talento.
Arist¨®crata comunista
Culto, perteneciente a la aristocracia comunista, Wolf fue encargado por el Kremlin, al final de la guerra, de establecer los servicios de informaci¨®n en la zona de ocupaci¨®n sovi¨¦tica. En realidad, para sus compatriotas fue siempre "un hombre de Mosc¨²", de quien hab¨ªa que desconfiar, aunque fuera intocable.Nunca tuvo grandes simpat¨ªas por los hombres que controlaban el poder en Berl¨ªn Oriental. Se consideraba un internacionalista, un rom¨¢ntico, un revolucionario, pero nunca un bur¨®crata.
Sin embargo, le fue muy bien con los bur¨®cratas. Aguant¨® sin problemas los tiempos de Stalin, de Jruschov y de Breznev, y s¨®lo se plante¨® su retiro tras la llegada de Gorbachov.
En 1987 abandon¨® su cargo en la HVA y decidi¨® dedicarse a la literatura, publicando poco despu¨¦s la novela Troika. Algo se ol¨ªa de lo que estaba por llegar porque su siguiente aparici¨®n p¨²blica tuvo lugar el 4 de noviembre de 1989 en la Alexanderplatz, de Berl¨ªn Oriental, cuando se dirigi¨® a casi un mill¨®n de sus conciudadanos que ped¨ªan el fin del r¨¦gimen. Pero de nada le valieron sus intenciones ref¨®rmistas.
La vertiginosa velocidad de los acontecimientos le forz¨® a exiliarse a Mosc¨² a principios de oto?o de 1990, semanas antes de la unificaci¨®n de las dos Alemanias.
La nueva Alemania lanz¨® una orden de detenci¨®n contra ¨¦l. Casi un a?o despu¨¦s reapareci¨® en Viena escapando de una Uni¨®n Sovi¨¦tica que se enfrentaba hasta a la p¨¦rdida de su nombre. El 24 de septiembre de 1991 el Gobierno austriaco le rescindi¨® el permiso de residencia.
Wolf pidi¨® asilo pol¨ªtico en Austria, le fue denegado en primera instancia y no se preocup¨® de apelar la decisi¨®n, como pod¨ªa haber hecho. De madrugada, fue acompa?ado por la polic¨ªa hasta el puesto fronterizo de Bayerisch Gmain, cerca de Salzburgo , donde le esperaba la polic¨ªa alemana, que le detuvo y le traslad¨® inmediatamente a Karlsruhe, sede de la Corte Suprema alemana y de la fiscal¨ªa federal.
La decisi¨®n de entrar en Alemania fue exclusivamente suya ya que, seg¨²n las leyes austriacas, ten¨ªa derecho a escoger el lugar de destino.
Fue llevado a Karlsruhe e interrogado. El juez lo puso en libertad provisional, pero el fiscal Alexander von Stalil recurri¨® consiguiendo que Wolf pasara cinco d¨ªas tras las rejas. Poco despu¨¦s presentaba en la Feria de Francfort su libro IM Eigenem Auftrag, contando lo sucedido en los ¨²ltimos d¨ªas del r¨¦gimen comunista alem¨¢n.
Preguntado por los periodistas, un confuso Wolf emergi¨® como inmerso en una mezcla de resignaci¨®n, culpabilidad y desconcierto. Tan pronto defend¨ªa los ideales", como atacaba corrupci¨®n del r¨¦gimen comunista", como reconoc¨ªa su colaboraci¨®n con el mismo. En cierto momento, cuando arreciaba su cr¨ªtica contra el r¨¦gimen del que form¨® parte important¨ªsima, un periodista le pregunt¨®: Se siente usted una v¨ªctima del estalinismo?'. "Hombre, no, hasta ah¨ª podr¨ªamos llegar", contest¨®.
Los cargos de los que se le acusa son: espionaje, alta traici¨®n y soborno. La fiscal¨ªa de Karlsruhe ha incluso intentado buscar alg¨²n caso en que se hubiera producido la muerte de un agente y pudiera atribu¨ªrsele, sin resultados.
Libertad para el sucesor
Como precedente est¨¢ la decisi¨®n de un tribunal de Berl¨ªn de no seguir adelante con el proceso contra Werrier Grossmann, su sucesor en la HVA, y la petici¨®n al Tribunal Constitucional para que se pronunciara sobre si pod¨ªa considerarse justo e imparcial tratar de diferente manera a los esp¨ªas de la ex RDA que a los de Alemania Occidental.
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