Un hombre con explosivos pegados al cuerpo mata al presidente de Sri Lanka en un ataque suicida

AGENCIAS, El presidiente de Sri Lanka, Ranasinghe Premadasa, de 68 a?os, fue asesinado ayer en Colombo en un ataque suicida por un hombre con explosivos pegados al cuerpo. 17 personas m¨¢s murieron, incluyendo los escoltas del jefe de Estado, que estaba presidiendo el desfile del Primero de Mayo cuando se produjo el atentado. Las autoridades decretaron el toque de queda en el conjunto de la isla, ensangrentada desde hace 10 a?os por la rebeli¨®n de la minor¨ªa tamil, y designaron como presidente provisional al primer ministro, Dingiri Banda W?jetunge, quien jur¨® unas horas m¨¢s tarde su cargo.

"Parec¨ªa un campo de batalla; todo el inundo corr¨ªa en todas direcciones para escapar", afirm¨® Evaris Cooray, la secretaria de prensa del presidente fallecido, quien escap¨® por poco del impacto de los explosivos al ser llamada por un tel¨¦fono m¨®vil desde un, coche oficial. Cooray explic¨® que el presidente, que encabezaba la marcha, se dirig¨ªa hacia un grupo que le saludaba desde una calle adyacente cuando se pudo o¨ªr la explosi¨®n. "Vi a la gente que se ca¨ªa al suelo", a?adi¨® la secretaria de prensa.Ranasinghe Premadasa naci¨® en el seno de una familia humilde y fue educado por monjes budistas. Se inici¨® en la pol¨ªtica como l¨ªder sindical y fue elegido diputado por primera vez en 1960 por el Partido Nacional Unido. Fue nombrado varias veces ministro antes de ejercer la presidencia del Gobierno de 1978 a 1989. Gan¨® las elecciones a presidente en diciembre (le 1988 con el 50,4% de los votos, y hab¨ªa expresado su voluntad de presentarse a la reelecci¨®n como jefe de Estado en la pr¨®xima consulta, en 1994.

Las primeras sospechas de la polic¨ªa recayeron sobre la guerrilla separatista de los Tigres de Liberaci6n Tamil Eelam, cuyo enfrentamiento con el Gobierno de Colombo ya ha provocado m¨¢s de 20.000 muertos. Hace una semana, el Ministerio de Defensa advirti¨® precisamente que un comando de este movimiento hab¨ªa logrado introducirse en la capital.

La polic¨ªa considera que el presidente fallecido constitu¨ªa un blanco ideal para los tamiles. Hab¨ªa ordenado u?a ofensiva militar contra los separatistas despu¨¦s (le llegar al poder en enero de 1989. Los Tigres de Liberaci¨®n romipieron en junio de 1990 las negociaciones de paz que hab¨ªan emprendido con el Gobierno de Colombo, y desde entonces se han sucedido las ofensivas militares contra los rebeldes. Premadasa, sin embargo, tambi¨¦n hab¨ªa insistido p¨²blicamen-te en la necesidad de encontrar una soluci¨®n pol¨ªtica a este interminable conflicto ¨¦tnico.

Sin embarogo, un portavoz de la guerrilla asegur¨® desde Par¨ªs que su organizaci¨®n "desment¨ªa categ¨®ricamente" cualquier relaci¨®n con el asesinato. El mismo portavoz insinu¨® que el atentado podr¨ªa ser "una revancha" por el asesinato, el pasado 23 de abril, de un l¨ªder de la oposici¨®n, Lalith Athulathinudali, atribu¨ª-do en algunos c¨ªrculos a medios cercanos al poder. Athulathmudali fue ministro de la Seguridad antes de ser apartado del Gobierno por el mismo Premadasa. Desde el acceso a la presidencia de este ¨²ltimo desaparecieron varios oponentes pol¨ªticos en circunstancias que nunca pudieron ser esclarecidas.

El presidente tambi¨¦n hab¨ªa luchado sin contemplaciones contra los extremistas cingaleses

Toque de queda

Despu¨¦s de decretar el toque de queda en toda la isla, que cuenta con 17 millones de habitantes, el Gobierno orden¨® el env¨ªo de tropas para proteger a la minor¨ªa tamil en la capital, por temor a las represalias de la mayor¨ªa cingalesa. La tensi¨®n ¨¦tnica en Colombo aument¨® de manera inquietante en noviembre pasado despu¨¦s del asesinato, tambi¨¦n en un ataque suicida, del vicealmirante Clancy Fernando, quien desempe?aba un papel clave en la ofensiva militar contra la guerrilla separatista tamil.El nuevo presidente hizo ayer un llamamiento a la calma. "Nuestro l¨ªder hoy fallecido se ha pronunciado repetidas veces por el mantenimiento de la disciplina y la dignidad; el mejor homenaje que le podemos rendir es de mantener la ley y el orden", afirm¨®. Las autoridades temen que este atentado contribuya a relanzar una violencia que sigue en estado end¨¦mico en la isla desde hace m¨¢s de un decenio.