El l¨ªder socialdem¨®crata alem¨¢n dimite tras revelarse que minti¨® sobre el 'esc¨¢ndalo Barschel'

Bj?rn Engholm, presidente del Partido Socialdem¨®crata Alem¨¢n (SPD) dimiti¨® ayer de su cargo, renunci¨® a su condici¨®n de candidato a canciller y abandon¨® la presidencia del Estado de Schieswig-Holstein, tras tener que admitir que minti¨® al negar que conoc¨ªa las maquinaciones de su contrincante en las elecciones de 1987 a este land, el democristiano Uwe Barschel; un esc¨¢ndalo que le llev¨® a la presidencia en Kiel y deriv¨® en la extra?a muerte de Barschel en un hotel de Ginebra, La direcci¨®n del SPD la asume el veterano Johannes Rau, y en Schleswig-Holstein le sustituye la vicepresidenta Heide Simonis.

Seg¨²n la comisi¨®n que investig¨® lo sucedido durante el verano de 1987, Reiner Pfeiffer, el turbio personaje que por encargo de Barschel organiz¨® la campa?a de descr¨¦dito contra Engholm, hab¨ªa informado, ya en julio de ese a?o al jefe de prensa del SPD, Klaus Nilius, sobre sus actividades. Un tanto incr¨¦dulo, este ¨²ltimo no comunic¨® nada al partido hasta principios de septiembre, cuando, dada la amplitud de las acusaciones contra el candidato socialdem¨®crata, advirti¨® a G¨¹nter Jansen, por aquel entonces portavoz de los socialdem¨®cratas en Kiel, sobre lo que Pfeiffer le hab¨ªa contado.Siempre seg¨²n los resultados de la investigaci¨®n, Hansen se encontr¨® con Pfeiffer una semana antes de las elecciones, pero opt¨® por seguir sin contarle nada a Engholm quien, supuestamente, no se enter¨® de la conspiraci¨®n hasta el mismo 13 de septiembre, d¨ªa de los comicios Barschel gan¨®, y no fue hasta casi un mes despu¨¦s, el 9 de octubre, que la c¨²pula del SPD en Kiel decidi¨® informar a la prensa sobre el asunto. Dos d¨ªas despu¨¦s, el pol¨ªtico democristiano apareci¨® muerto en la ba?era de un hotel ginebrino. Meses despu¨¦s se repitieron los comicios, que gan¨® arrolladoramente el SPD.

Hace unos meses, sin embargo, Nilius reconoci¨® que hab¨ªa mentido a la comisi¨®n y que entre julio y septiembre de 1987 recibi¨® numerosos documentos de Pfeiffer y facilit¨® el contacto de ¨¦ste con la revista Der Spiegel, que descubrir¨ªa el esc¨¢ndalo. Se supo asimismo, que mucho despu¨¦s, cuando ya Engholm gobernaba en Kiel, Pfeiffer recibi¨® de una fuente desconocida 40.000 marcos (casi tres millones de pesetas), que en realidad proven¨ªan de Hansen, que ya entonces ocupaba un ministerio en Schleswig-Holstein. Las sospechas empezaron a dirigirse hacia el propio Engholm. El dimitido l¨ªder socialdem¨®crata lo neg¨® todo y calific¨® el asunto de "peque?eces".

Reuni¨®n clave

Pero el flujo de informaci¨®n sobre el asunto no ces¨®. Der Spiegel anunci¨® el pasado fin de semana que Engholm lo supo todo mucho antes: exactamente el 7 de septiembre. Ese d¨ªa se reunieron cuatro personajes claves en un hotel de Lubeck: Hansen, Linius, Pfeiffer y el abogado personal de Engholm, Peter Schultz, y decidieron comunic¨¢rselo. Es decir el candidato del SPD lo supo una semana antes de las elecciones y, lo que es peor, minti¨® repetidamente ante la comisi¨®n investigadora y ante la opini¨®n p¨²blica.Su dimisi¨®n no se ha hecho esperar. Ayer, tras anunciar su triple renuncia, Bj?rn Engholm se quej¨® de una campa?a contra ¨¦l parecida a la de 1987 y anunci¨® que hab¨ªa ordenado a su abogado Schultz que diga todo lo que sabe ante la comisi¨®n. El pol¨ªtico socialdem¨®crata justific¨® su dimisi¨®n argumentando que quiere "salvar al pa¨ªs y al partido de ser identificados con los fallos pol¨ªticos" cometidos por ¨¦l.

El presidente de Renania del Norte-Westfalia, Johannes Rau, asume la presidencia del SPD, al menos hasta el pr¨®ximo congreso, previsto para noviembre pr¨®ximo, aunque probablemente se adelante. Heide Simonis sustituye a Engholm en Kiel y la carrera por la candidatura a canciller vuelve a estar abierta, ya que Rau, que no goza de buena salud y que ya fue derrotado por Kohl en 1983, no quiere repetir la experiencia, especialmente ahora que la dimisi¨®n de Engholm ha dejado al SPD en una situaci¨®n de ca¨ªda libre, favorecida por la luchas internas.

Al margen de las mentiras, lo cierto es que la ca¨ªda de Engholm hay que buscarla en la evidencia cada vez mayor en los ¨²ltimos tiempos, de que no era el candidato ideal para desbancar a Kohl de la canciller¨ªa. El propio Rau explic¨® ayer que el dimitido presidente "no pod¨ªa sostener la presi¨®n ejercida contra ¨¦l" algo que dice muy poco en favor de su capacidad de maniobra pol¨ªtica.