La derecha busca su reubicaci¨®n en el mapa pol¨ªtico
Los problemas de la clase pol¨ªtica alemana no se limitan a la oposici¨®n socialdem¨®crata o a las corruptelas que deshoja persistentemente el Gobierno del canciller Helmut Kohl. Forman parte de un proceso general de reestructuraci¨®n de la pol¨ªtica cuyo origen hay que buscar en la unificaci¨®n del pa¨ªs. En esta redistribuci¨®n del juego de los partidos, quien m¨¢s se juega es la Uni¨®n Social Cristiana (CSU) de Baviera, que se enfrenta a la posibilidad de desaparecer del mapa pol¨ªtico a poco que se reduzca su porcentaje en el ¨²nico land en el que se presenta.Para complicar a¨²n m¨¢s su futuro, la reciente ristra de esc¨¢ndalos tambi¨¦n ha afectado a la CSU. El ministro presidente de Baviera, Max Streibl, est¨¢ a punto de dimitir, incapaz de explicar -o de conseguir que se olvide- su papel en el asunto conocido ya por el nombre de Amigo, por el que recibi¨® donaciones de la empresa aerona¨²tica Lapas y por el que ¨¦l y su familia viajaron a lugares ex¨®ticos pagados por el presidente de esta compa?¨ªa, que se resarci¨® con contratos del Estado.
'Refundaci¨®n' de la CSU
Los rumores cada vez m¨¢s numerosos sobre la voluntaria salida del Gobierno del ministro de Hacienda, el socialcristiano b¨¢varo Theo Waigel, a los que ¨¦l mismo se ha encargado de dar credibilidad con ambiguas declaraciones, indican que el proceso de refundaci¨®n de la CSU podr¨ªa ya estar en marcha.La inminente dimisi¨®n de Streibl devolver¨ªa a Waigel al Estado de Baviera, desde donde podr¨ªa dedicarse a lo que, desde hace ya unos a?os, ha sido el sue?o de la CSU: convertirse en el gran partido conservador a nivel nacional y, gracias a su mayor credibilidad democr¨¢tica, quitarle los votos a la extrema derecha representada por los Republikaner, que no son m¨¢s que una escisi¨®n de la propia CSU.
La primera parte de esteproyecto ya se ha realizado. La CSU se ha anexionado a la Uni¨®n Social Alemana (DSU), un partido ultraconservador nacido en la antigua Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana que no ha tenido grandes ¨¦xitos en las elecciones, pero que mantiene una infraestructura considerable.
Proyecto arriesgado
El proyecto, sin embargo, tiene sus riesgos, ya que una gran parte de sus votantes tradicionales de Baviera escapar¨ªan a la CDU del canciller Kohl y, caso de quedarse por debajo del 5%, pasar¨ªan a ser una fuerza extraparlamentaria.
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