El Joventut confiere argumento al serial
El Joventut salv¨® del tedio la serie final. Le dio argumento en la misma medida en que el Madrid se lo hurt¨® al tercer partido. Ayer no hubo otro equipo que el de casa.El Madrid seste¨® en el colch¨®n del 2-0. Simpson, el enemigo que quita el aliento al p¨²blico badalon¨¦s, se marc¨® un triple para la foto y el bal¨®n pas¨® a un palmo del aro. As¨ª arranc¨®, as¨ª transcurri¨® y as¨ª acab¨® el partido. Entre la abulia del Madrid y la forma con la que mordi¨® el cuchillo entre los dientes el Joventut, el partido qued¨® visto para sentencia desde su mismo inicio.
Para que entre dos equipos de tal calibre se produzca tama?a diferencia debe existir cierta connivencia. El Joventut se empap¨® los manuales de defensa los d¨ªas previos. Se trata de intensidad, pero tambi¨¦n de imaginaci¨®n. De que, de repente, Simpson no sepa si le marca Smith -como es habitual- o Villacampa; de que Sabonis se aburra en la zona gracias a las ayudas que recibe Ferran; de que Ant¨²nez y Cargol se hagan un l¨ªo ante una defensa en zona por delante y al hombre por detr¨¢s. Total, que los verdinegros parec¨ªan los bad boys por la determinaci¨®n y la eficacia de su defensa. Un caldo de cultivo ideal para que Jordi Villacampa se transformase en Jordan Villacampa y Smith se sumase al carnaval NBA disfraz¨¢ndose de Scottie Pippen. La diferencia se acrecentaba paulatinamente, sin tirones, sin parones, a velocidad de crucero.
A Ant¨²nez le dio por convertirse en el redentor atacante con entradas a canasta en las que aprovech¨® su poder¨ªo f¨ªsico ante un sorprendido Rafael Jofresa. Fue esa la respuesta que ofreci¨® el Madrid durante los primeros 10 minutos, en los que a¨²n le fueron peor los balones que dej¨® para que Cargol se jugase el uno contra uno ante la imposibilidad de elegir otra alternativa. La defensa del Joventut empezaba a hacer mella.
Luyk ech¨® mano, ya entonces, con 26-15 en el marcador, de una defensa en zona ligeramente presionante. Retoc¨® sus filas, introdujo cambios, acab¨® incluso por sentar a Sabonis, invisible durante el primer cuarto de hora. De nada sirvi¨®. El term¨®metro sigui¨® subiendo: 34-17. Luyk sigui¨® echando defensa al tema dando entrada a Mart¨ªn y Santos. Pero los suyos ya hab¨ªan perdido el hilo. Alg¨²n triple de Sabonis, alguna basura, poca, recogida. por Brown, y apenas nada m¨¢s. A escala de conjunto, de estrategia, el Madrid estaba sepultado. Lolo Sainz parec¨ªa incluso c¨®modo a la hora de dar respiro a los suyos, iniciando una atinada rueda de cambios. Los relevos del Madrid buscaban descifrar un cuadro abstracto; los del Joventut, s¨®lo un poco de ox¨ªgeno para continuar dibujando.
Poco m¨¢s hubo. El Madrid volvi¨® a una defensa en zona presionante, desde el centro de la pista. Recurri¨®, con Lasa, a una estrategia basada en encomendar su suerte al acierto de sus p¨ªvots en la zona. El desgaste ya no sor prend¨ªa al rival. Hubo, eso s¨ª, un momento de vacilaci¨®n cuando los badaloneses vieron que su artiller¨ªa pesada estaba en el banquillo. El Madrid baj¨® a 11 puntos la diferencia: 62-51. Pero volvi¨® Villacampa y emergi¨® Jent, con una corta pero consecutiva serie de rebotes y triples. Jent, tan denostado desde que lleg¨®, es el nuevo grito de guerra en Badalona. El rubio sustituto de Pressley se est¨¢ convirtiendo en el talism¨¢n. La diferencia engord¨® hasta 22 tantos, 80-58, cuando el Madrid ya hab¨ªa empezado a dosificar a sus mejores titulares para el partido de ma?ana. Santos acab¨® manejando el ataque del Madrid. Su naufragio fue tan claro como el de su equipo. Lolo Sainz tambi¨¦n capitul¨® y dosifico a sus mejores bazas. Ni por esas. El Madrid recibi¨® un correctivo que podr¨ªa ocasionarle alg¨²n trastorno con vistas al cuarto partido. Sigui¨® tan dormido al final como al principio, sin que se supiera bien si por sueno o por la inconsciencia propia de quien est¨¢ noqueado.
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