Encuentros bajo sospecha

NI EL juez Baltasar Garz¨®n -antes de adquirir la condici¨®n de candidato independiente en las listas del PSOE por Madrid- dio una explicaci¨®n convincente sobre la comparecencia en su juzgado de Michel Dom¨ªnguez el pasado 21 de abril, ni el fiscal general del Estado, Eligio Hern¨¢ndez, la ha dado sobre la visita que le hizo Jos¨¦ Amedo d¨ªas m¨¢s tarde en su despacho oficial. Lo an¨®malo de tales iniciativas. y el inter¨¦s com¨²n que une a ambos reclusos (condenados a 108 a?os de c¨¢rcel como inductores de seis asesinatos frustrados en el sur de Francia atribuidos a miembros de los GAL) han alimentado todo tipo de sospechas sobre tales encuentros. Sospechas que, en el caso de Amedo, se han acrecentado por la personalidad de su acompa?ente en la visita al fiscal general: Juli¨¢n Sancrist¨®bal, director de la Seguridad del Estado en los a?os de mayor actividad criminal de los GAL.?C¨®mo se explica que un juez consiga la excarcelaci¨®n de un recluso que no est¨¢ a su disposici¨®n para tomarle declaraci¨®n en un sumario en el que no est¨¢ implicado y que despu¨¦s alegue que no le tom¨® tal declaraci¨®n porque el recluso se neg¨® a ello? Demasiadas contradicciones, envueltas adem¨¢s en un sinf¨ªn de infracciones administrativas se?aladas en la investigaci¨®n efectuada por la Audiencia Nacional, como para dar por bueno que el motivo real de la comparecencia fue el oficialmente alegado: unas diligencias en el sumario por el secuestro del residente vasco en Francia Segundo Marey. Garz¨®n ha afirmado ahora que relacionar su entrevista con Dom¨ªnguez con la que el fiscal del Estado mantuvo con Amedo constituye "una grave manipulaci¨®n". Pero es el caso que, a falta de una explicaci¨®n cre¨ªble de la primera, es dif¨ªcil no vincularla con la finalidad confesada de la ¨²ltima entrevista: el inter¨¦s de ambos por el indulto.

La entrevista de Amedo con el fiscal general del Estado es legalmente menos discutible que la de Dom¨ªnguez, pero es inusual. ?Qu¨¦ tipo de influencias tiene el recluso Jos¨¦ Amedo para conseguir, durante un permiso carcelario, una entrevista personal con el fiscal general del Estado sobre un asunto que sigue su cauce reglamentario? Eligio Hern¨¢ndez ha querido quitar hierro al encuentro afirmando que se celebr¨® "con luz y taqu¨ªgrafos" y "por motivos humanitarios". Pero ello estimula, por poco veros¨ªmil que parezca, su lectura en clave pol¨ªtica en v¨ªsperas electorales: un posible gesto del Gobierno a algunos votantes favorables al indulto de los dos expolic¨ªas. Narc¨ªs Serra ha afirmado que el Gobierno no estudia en este momento el asunto mientras que el ministro del Interior, Jos¨¦ Luis Corcuera, ha se?alado que se aplicar¨¢ la legislaci¨®n vigente. Ello no contradice la hip¨®tesis de que el Gobierno tenga inter¨¦s en conceder este indulto cuanto antes. Sin duda, est¨¢ entre sus competencias, pero un indulto en las actuales circunstancias resucitar¨ªa las dudas sobre la connivencia de determinados elementos del aparato del Estado con la actividad de los condenados y la posibilidad de que ¨¦stos hayan puesto en juego un mecanismo de chantaje al propio Gobierno. Estas inexplicadas entrevistas no hacen sino a?adir sospechas a las sospechas.