"Las manos fueron el origen de la inteligencia"
Su polivalencia le ha valido a este f¨ªsico franc¨¦s la comparaci¨®n con Newton, aunque el f¨ªsico espa?ol Manuel Velarde, organizador junto con la Fundaci¨®n BBV de su visita a Espa?a, cree que es m¨¢s parecido al premio Nobel italiano Enrico Fermi.Resulta evidente el inter¨¦s de De Gennes por la educaci¨®n, ya que cree que al perder la habilidad pr¨¢ctica al trasladarse a las ciudades el hombre se educa ahora de una manera excesivamente formal , que le hace pensar que los problemas cient¨ªficod se resuelven con principios b¨¢sicos y ecuaciones matem¨¢ticas. "Hasta el siglo pasado los ni?os viv¨ªan en el campo y dedicaban mucho tiempo a observar la naturaleza y a trabajar con las manos. Todo esto se ha perdido", dice, y a?ade que hacen falta tres habilidades: la manual, la de observar, y los conceptos abstractos, pero s¨®lo se mantiene la ¨²ltima: "Sin embargo, para pensar hace falta estar en contacto con la realidad. La inteligencia naci¨® en el hombre porque ten¨ªa manos que le permit¨ªan hacer cosas que no pod¨ªan los monos".
La materia 'fofa'
La materia fofa, la de los fluidos complejos, la define como la que experimenta un gran cambio cuando se act¨²a sobre ella. de forma muy ligera. Son los cristales l¨ªquidos, los pol¨ªmeros (formados por largas cadenas de mol¨¦culas), los coloides, muchos ingredientes de los alimentos. "Son una parte important¨ªsima de nuestra vida cotidiana", se?ala. Sus propiedades explican, por ejemplo, que un reloj con pantalla de cristal l¨ªquido pueda funcionar con una peque?a pila durante tres a?os aunque la pantalla cambie cada segundo.De Gennes no tiene una receta para explicar sus cambios de ¨¢rea en la ciencia, pero s¨ª una serie de principios. "Cuando cambias de ¨¢rea tienes que convertirte en un estudiante durante dos o tres a?os y no es f¨¢cil. Pero cuando llevas varios a?os educando a gente en un ¨¢rea determinada empiezas a sentir que tus colaboradores ya pueden andar solos y que incluso lo hacen mejor que t¨²; es el momento de cambiar". Lo que busca entonces es algo que sea misterioso y atractivo, pero sin olvidar que un cient¨ªfico es pagado por la sociedad y debe devolver lo recibido con resultados ¨²tiles, aunque sea en el futuro lejano. Tambi¨¦n se preocupa porque sus disc¨ªpulos, especialmente los procedentes de pa¨ªses en desarrollo, se formen en ¨¢reas que les permitan seguir trabajando al volver.
Los cient¨ªficos actuales deben estar preparados para cambiar de un ¨¢rea a otra, piensa De Gennes, aunque s¨®lo sea por motivos econ¨®micos. "Es muy dif¨ªcil en la actualidad que un ¨¢rea no cambie en muy poco tiempo. La mayor¨ªa de las ca?er¨ªas se hacen ahora de pl¨¢stico, no de hierro. Necesitamos gente que est¨¦ dispuesta a saltar de un campo a otro, que tenga una mente abierta". Cita como ejemplo al segundo premio Nobel franc¨¦s en dos a?os, el f¨ªsico Georges Charpak, que lo recibi¨® en 1992 por un detector de part¨ªculas y ahora se vuelca en las aplicaciones biol¨®gicas de esta rama de la f¨ªsica.
De Gennes cree que el reconocimiento a la ciencia francesa es el fruto de una pol¨ªtica constante de apoyo a la investigaci¨®n por parte de los Gobiernos franceses, de distinto signo, desde el final de la Segunda Guerra Mundial. "Hemos tenido suerte, la financiaci¨®n ha sido suficiente y lo sigue siendo".
Los aceleradores
De Gennes es beligerante contra los aceleradores de part¨ªculas como grandes* proyectos cient¨ªficos. "A los pol¨ªticos les gustan mucho, porque se pueden ense?ar, pero yo creo que en Europa no necesitamos m¨¢s instalaciones de f¨ªsica nuclear y para f¨ªsica de part¨ªculas hay que decidir las necesidades para el conjunto de Europa, no para cada pa¨ªs. Espa?a podr¨ªa decidir construir alg¨²n acelerador, sea un sincrot¨®n o una instalaci¨®n experimental, pero s¨®lo uno, en todo caso".Este f¨ªsico polivalente sabe mucho de la interacci¨®n ciencia-industria. "Es muy estimulante para los cient¨ªficos, te plantean necesidades que nunca se te hubieran ocurrido, como mejorar el nailon para darle mayor elasticidad, que es lo que las mujeres quieren en sus medias". Pero los cient¨ªficos lo pasan mal en la industria. "Si una empresa fabrica un condensador y aparece otro de la competencia que es m¨¢s barato, la ¨²nica soluci¨®n es innovar y eso significa una presi¨®n terrible", se?ala.
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