Saramago: "No encuentro ning¨²n motivo para dejar de ser comunista"
Expertos analizan en Madrid la obra del escritor portugu¨¦s
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En su ¨²ltimo libro publicado en castellano, Las maletas del viajero (Ronisel), el escritor portugu¨¦s Jos¨¦ Saramago (Azinhaga, 1922) resume el crimen cometido por Jean Valjean, protagonista de Los miserables, de Victor Hugo, con estas palabras: "Su rebeld¨ªa, aquella absurda ansia de libertad". Unas palabras que tambi¨¦n han guiado la vida y la obra de este escritor, que no quiere dejar de ser un ciudadano y que no encuentra ninguna raz¨®n para abandonar el comunismo porque cree "que el socialismo mantiene su verdad profunda". El Instituto de Cooperaci¨®n Iberoamericana (ICI) dedica unas jornadas al estudio de la obra de Saramago.
Uno de los temas que se tratar¨¢n en las jornadas que el Instituto de Cooperaci¨®n Iberoamericana dedica a Saramago es el problema del compromiso del escritor. "Un escritor est¨¢ obligado a tener un compromiso m¨¢s fuerte que el de cualquier otro ciudadano. Lo que no entiendo, la verdad es que no hago muchos esfuerzos para entenderlo, es c¨®mo se puede rechazar el compromiso a causa del hundimiento de las ideolog¨ªas de izquierda. El hundimiento de una ideolog¨ªa no se: tiene que llevar por delante el compromiso de cada ciudadano con su tiempo o con su pa¨ªs. Creo que mucha gente se sirve de este pretexto para refugiarse detr¨¢s de una fachada de escepticismo e indiferencia cuando finalmente lo que ocurre es que la sociedad nos est¨¢ interpelando todos los d¨ªas y no entiendo por qu¨¦ el escritor no contesta a esas interpelaciones".El compromiso de Saramago es claro y, a diferencia de muchos otros intelectuales, no tiene ning¨²n problema en reconocer su militancia comunista. "No encuentro ning¨²n motivo, ni interno ni externo, para dejar de ser lo que soy, comunista, como tampoco encuentro ning¨²n motivo para abandonar el partido, del que soy militante. Creo que el socialismo mantiene su verdad profunda, que siguen vigentes todas las razones para apoyar una ideolog¨ªa de izquierdas".
Esta militancia no le impide creer que el fracaso de los reg¨ªmenes del este de Europa marc¨® un antes y un despu¨¦s para la izquierda; pero rechaza la desbandada que se est¨¢ produciendo en los ¨²ltimos tiempos. "Los caminos no pueden ser los mismos, pero lo que no se puede hacer es abandonar. En lugar de tratar de corregir lo que estaba equivocado, mucha gente est¨¢ huyendo de una manera casi tragic¨®mica
Desde La balsa de piedra, La historia del cerco de Lisboa o El evangelio seg¨²n Jesucristo, la historia es una de las constantes la obra de Saramago, una historia que el escritor transforma en busca de respuestas. "Lo que me preocupa es la permanencia de los hombres aqu¨ª, en el planeta, la insistencia de la humanidad en vivir a pesar de todo. Es verdad que una parte importante en mi obra se preocupa por lo que ocurri¨®; pero no por indiferencia a lo que pasa en el presente. Lo que estoy buscando es lo que la historia no cuenta y que, si lo contase, sabr¨ªamos algo m¨¢s sobre los hombres".
Sabios y preguntas
El ICI ha organizado unas jornadas, que se inician hoy y finalizar¨¢n el jueves, dedicada a Saramago en la que participan cr¨ªticos como Javier Alfaya o Miguel Garc¨ªa Posada, novelistas como Jos¨¦ Luis Sampedro, o lusistas como ?ngel Crespo o Basilio Losada. En la sesi¨®n de hoy se intentar¨¢ responder a una pregunta que recorre la obra de Saramago: "?Es sabio quien se contenta con el espect¨¢culo del mundo?", un verso de Ricardo Re¨ªs que el escritor utiliz¨® como ep¨ªgrafe en El a?o de la muerte de Ricardo Reis. "El mundo no es un luga'r donde hay p¨²blico y actores. Incluso cuando nos creemos p¨²blico somos siempre actores. No creo que sea sabio quien se contenta con el espect¨¢culo del mundo. No podemos ser espectadores, y lo que no podemos pensar nunca, por mucha belleza literaria o art¨ªstica que creemos, es que esto es una se?al de sabidur¨ªa. Si no, podr¨ªamos preguntar para qu¨¦ queremos a los. intelectuales si no ponen su sabidur¨ªa al servicio de la comunidad que ha permitido que se hicieran sabios. Yo tengo la debilidad de no separar al escritor del ciudadano".
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