El voto de los 'jemeres rojos'
Elecciones casi pac¨ªficas en Camboya pese a las amenazas previas de la guerrilla
Un destacamento de 200 jemeres rojos, uniformados pero sin armas, vot¨® ayer en un colegio electoral de Camboya en una maniobra que sorprendi¨® por inesperada. Tambi¨¦n acudi¨® a las urnas en ese distrito un n¨²mero indeterminado de votantes vestidos de civil pero identificados por los vecinos como activistas de la guerrilla, que anunci¨® el boicoteo de las elecciones que decidir¨¢n los 120 diputados de la asamblea encargada de redactar una constituci¨®n para Camboya. Han votado hasta ahora tres millones de los 4,7 millones de camboyanos registrados: un ¨ªndice que ha entusiasmado a las organizadores de la compleja operaci¨®n de paz. El d¨ªa 28 se cierra el proceso.
Eric Falt, portavoz de la UNTAC (Autoridad Provisional de la ONU en Camboya), declin¨® interpretar la iniciativa observada en la segunda jornada electoral aunque subray¨® que toda persona debidamente registrada puede acudir a las urnas. El partido fundado por los jemeres rojos no participa en los comicios, y, de los 20 inscritos, el mon¨¢rquico FUNCINPEC defiende una pol¨ªtica conciliatoria hacia esa milicia.No todos los polpotistas fueron respetuosos con los 1.500 colegios, algunos de los cuales fueron clausurados por razones de seguridad. Un grupo de guerrilleros ametrall¨® uno y otro pelot¨®n rob¨® las urnas establecidas en una aldea pr¨®xima a sus bases. La afluencia a los colegios, defendidos la gran mayor¨ªa por cinco cordones de seguridad, continu¨® fluidamente aunque con menor dinamismo que el primer d¨ªa, en el que votaron cerca de dos millones de personas. "Cuando se haya computado la jornada habr¨¢n ejercido sus derechos electorales entre el 60% y el 70%", dijo Falt, en una conferencia de prensa desarrollada anoche en las instalaciones de la UNTAC en Phnom Penh, protegidas por sacos terreros y ametralladoras fijas.
Sihanuk y el budismo
El pr¨ªncipe Norodom Sihanuk, por su parte, ped¨ªa a los jemeres rojos que cumplan con el precepto budista y abandonen las armas, algo as¨ª como recabar de Carlos Marx comuni¨®n diaria. "Tenemos que acabar con la violencia de una vez por todas para salvar Camboya", insisti¨® desde el palacio real. La convocatoria del pr¨ªncipe era inevitable porque se hizo ante una concentraci¨®n de monjes de esa confesi¨®n, exterminados en masa durante los tres a?os de gobierno de la sanguinaria guerrilla mao¨ªsta, expulsada por la invasi¨®n vietnamita que en 1979 estableci¨® el actual Gobierno, cuyo partido, el CCP, es favorito con el FUNCINPEC. Esta ¨²ltima formaci¨®n, fundada por Sihanuk, est¨¢ liderada por su hijo al presidir el pr¨ªncipe el neutral Consejo Nacional Supremo.Un funcionario de la ONU consider¨® que las medidas de seguridad est¨¢n funcionando bien porque los incidentes registrados han sido menores. "Se establecieron cinco anillos en torno a los centros de votaciones, del centro hacia la periferia, para evitar que fueran alcanzados por los morteros de los jemeres rojos", dijo. El quinto anillo, a?adi¨®, est¨¢ a una distancia desde la cual los proyectiles dif¨ªcilmente llegan a sus objetivos. Cascos azules, tropas gubernamentales y efectivos de las dos guerrillas que han aceptado el proceso de paz firmado en 1991 formaron estas barreras.
Los recientes ataques de los jemeres rojos a la comunidad vietnamita y a los efectivos de la UNTAC (Autoridad Provisional de la ONU en Camboya), la expl¨ªcita amenaza del grupo rebelde de boicotear la consulta, las catastrofistas advertencias de los portavoces del contingente internacional y del partido del Gobierno, el CCP, que lleg¨® a citar la "terrorista infiltraci¨®n de 800 jemeres rojos en Phnom Penh", hicieron temer unos sangrientos comicios. De momento, tienen lugar m¨¢s pac¨ªficamente que en naciones con siglos de democracia parlamentaria.
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