Los socialistas italianos eligen al sindicalista Del Turco como nuevo l¨ªder

Ottaviano del Turco, un ex mec¨¢nico de 49 a?os, casado y con dos hijos, pintor aficionado y escritor con una novela publicada, ex presidente de las juventudes socialistas en los a?os sesenta y secretario general adjunto de la Confederaci¨®n General Italiana de Trabajadores (CGIL), el principal sindicato, de influencia comunista y socialista, fue elegido anoche secretario general del Partido Socialista Italiano. Del Turco fue elegido con 281 votos de los 340 posibles, reunidos en la asamblea del partido, que inclu¨ªa el apoyo de la mayor¨ªa craxiana.

Del Turco sucedi¨® as¨ª a otro sindicalista, Giorgio Benvenuto, ex secretario general de la Union Italiana del Trabajo (UIL), que dimiti¨® la pasada semana tras desempe?ar la direcci¨®n del PSI durante s¨®lo 96 d¨ªas."Estoy dispuesto a sufrir el calvario e incluso a llevar la cruz por el ladr¨®n bueno, pero por el malo no", dijo Benvenuto ayer, mientras Del Turco hablaba todav¨ªa ante la asamblea. El secretario dimisionario expresaba as¨ª su indisponibilidad a colaborar con el nuevo dirigente. "El problema no es Ottaviano", puntualiz¨®. "Mi pol¨¦mica es con el viejo partido que es todav¨ªa el de Bettino Craxi y el de Giuliano Amato, que no quieren irse", a?adi¨® Benvenuto.

Anoche no parec¨ªa probable, sin embargo, que la protesta del ex secretario se fuera a concretar en un intento de escisi¨®n de un partido que tanto las previsiones de voto como la mayor¨ªa de los. observadores consideran muerto y dif¨ªcilmente recuperable. Esa era la impresi¨®n que ofrec¨ªa tambi¨¦n una sala donde se contaban muchas menos de las casi 500 personas que integran la asamblea, y en la que faltaban las grandes figuras de la historia reciente del PSI.

No estaba tampoco Craxi, que se encontraba en Par¨ªs; ni el ex ministro de Exteriores Gianni De Michelis, investigado por corrupci¨®n, que al parecer se encontraba en Rusia; ni por supuesto Claudio Martelli, otro de los grandes hasta hace pocos meses de un partido que aspir¨® a dirigir, en sustituci¨®n de Craxi, hasta que fue acusado ¨¦l tambi¨¦n de corrupci¨®n desde el entorno del ex l¨ªder.

Gino Giugni, actual ministro de Trabajo, que dimiti¨® junto a Benvenuto y que boicote¨® la reuni¨®n porque el partido no hab¨ªa aceptado sus condiciones para garantizar la supervivencia del PSI, se present¨® s¨®lo para votar al final a favor de Del Turco. Lo mismo hizo Giuliano Amato, que impulsa su proyecto centrista Eta Beta y ha apoyado la soluci¨®n Del Turco.

Los dos ex sindicalistas se midieron ante la asamblea, en virtud de un acuerdo sobre el procedimiento aceptado a ¨²ltima hora por los craxianos, como se?al de que tratan de evitar una ruptura que debilitar¨ªa a¨²n m¨¢s a este PSI moribundo.

El primero en hablar fue Benvenuto, que repiti¨® conceptos ya pronunciados por ¨¦l durante su discurso de dimisi¨®n del pasado 19 de mayo. Del Turco le respondi¨® con un discurso en el que habl¨® de un programa renovador basado en el congreso de oto?o y en "una gran campa?a para recoger fondos".

"No dejar¨¦ en paz a Giorgio Benvenuto hasta que no vuelva a verle sonreir y trabajar junto a nosotros", dijo Del Turco.