Ciudadanos en peligro
La mitad de los discobares visitados por EL PA?IS ser¨ªan ratoneras en caso de incendio
Buen panorama tiene el noct¨¢mbulo madrile?o, sobre todo en caso de incendio. La trampa mortal est¨¢ en la calle, con los cubos de basuras y los coches cegando las salidas de emergencia. Y eso, si se llega hasta ah¨ª, porque los casi 5.000 bares de copas y discotecas de Madrid pueden ser ratoneras. El Ayuntamiento dice que s¨®lo "uno o dos locales" de cada 10 suspenden en seguridad. Dos periodistas visitaron esta semana 14 bares y discotecas de gran aforo y sus conclusiones son mucho m¨¢s alarmantes. S¨®lo cuatro eran mod¨¦licos.
Sal si puedes
A Protecci¨®n Civil del Ayuntamiento lo que m¨¢s le preocupa, hablando de vida nocturna segura, son los 4.800 bares de copas, salas de fiestas y discotecas que hay en Madrid. "Porque se fuma y porque la gente no tiene muy bien la cabeza", dice el jefe de inspecciones, Jos¨¦ Paz. Los 10 t¨¦cnicos municipales salen de copas todas las noches, pero trabajando. A una media de 95 garitos inspeccionados al mes, es decir, llevan 475 desde principio de a?o.Antes, por un litigio sobre las horas extraordinarias, visitaban los locales por la ma?ana, sin clientela y avisando. "As¨ª, el d¨ªa de la inspecci¨®n todo estaba perfecto".
Pero lo que importa, dice el t¨¦cnico, es lo que pasa cuando medio millar de j¨®venes se concentran en un s¨®tano y, si, huyendo del humo, el garito se convierte en una ratonera venenosa por culpa de que una puerta de emergencia est¨¢ sepultada por cajas de cervezas o no se pueda abrir. O si tras ¨¦se primer obst¨¢culo, en una situaci¨®n de p¨¢nico, hay algo que, en el recorrido de salida, entorpezca al batall¨®n de gente asustada que s¨®lo quiere llegar a la calle.
Son ¨¦sos, fundamentalmente, los problemas que encuentran los inspectores, pero a raz¨®n de un "10% a un 20% son los locales que merecen sanci¨®n". O sea, alrededor de un centenar como mucho. En lo que va de a?o han clausurado cinco o seis locales por estimar que son realmente peligrosos en caso de incendio.
Paz dice que la situaci¨®n ha mejorado mucho en los ¨²ltimos a?os. Y un t¨¦cnico que asesora a este tipo de locales en cuestiones de seguridad, Miguel ?ngel Rubio, dice que tuvo mucho que ver la tragedia de la discoteca Alcal¨¢ 20, hace 10 a?os, donde murieron 82 personas y donde los j¨®venes se encontraron con un candado fatal ante una de las salidas, aunque ¨¦sa no fue la ¨²nica causa del drama.
Protecci¨®n Civil no es pesimista ante la situaci¨®n actual y los t¨¦cnicos reconocen a este departamento un esfuerzo loable por mejorar la seguridad. El a?o pasado se revisaron 609 bares, discotecas y salas de fiestas de las 4.886 que tienen censadas. Adem¨¢s, los inspectores, tienen orden de peinar las zonas de bares de copas para informar de los nuevos locales que abren. Pese a todo, dos redactoras de este peri¨®dico, tras visitar esta semana 14 locales de copas de gran aforo, sacaron unas conclusiones m¨¢s alarmantes. Adem¨¢s, casi todos los establecimientos visitados estaban instalados en s¨®tanos.
Multas de mill¨®n
La mitad ten¨ªan graves problemas de evacuaci¨®n, seg¨²n las normas. Las puertas de emergencia tienen que abrirse y nada ha de impedir o entorpecer su utilizaci¨®n. Una nueva ordenanza que tiene en cartera el Ayuntamiento, a punto de aprobarse, penar¨ªa a los due?os con multas de hasta un mill¨®n de pesetas, e incluso la clausura del local. Los seis casos m¨¢s serios est¨¢n rese?ados en los gr¨¢ficos. Otros tres locales no estaban lo que se dice para revista, pero sus deficiencias eran menores. S¨®lo cuatro de ellos ten¨ªan las salidas de emergencia. francas, perfectamente indicadas y funcionando.
Las puertas, con tiradores antip¨¢nico -barras que, al apoyarse, hacen ceder la puerta f¨¢cilmente-, abrieron el largu¨ªsimo camino de salida en Rev¨®lver Club (Galileo, 26) el pasado viernes, cuando las cuatro chicas del grupo Lunachiks berreaban sobre el escenario. Un t¨²nel iluminado, con alg¨²n tramo de escaleras y con enormes flechas verdes daba a un solar interior, lo suficientemente grande para acoger al millar de espectadores que caben en el s¨®tano de esta sala, que programa conciertos de rock-pop.
Los salseros multi¨¦tnicos de La Habana (San Vicente Ferrer) no hubieran tenido problemas si adem¨¢s de merengue hubiera humo en el local: un vest¨ªbulo estanco -es decir, un espacio entre dos puertas de emergencia para cortar humo y fuego- y r¨¢pidamente, un gran portal que da a la calle opuesta. Aunque si el sitio elegido para el sabor caribe?o hubiera sido el Salsipuedes (Puebla, 15), el nombre sonar¨ªa a humor negr¨ªsimo. Quienes estuviesen en el ba?o no har¨ªan ceder la puerta de emergencia vecina ni tir¨¢ndose encima. Eso ocurri¨® el pasado viernes.
Y si un par de maduritos hubieran tenido que interrumpir su apasionado abrazo en una inmensa sala de baile (s¨®lo parejas) de la plaza de Santo Domingo, a lo peor se estofaban contra alg¨²n escombro. Al menos un par de sus salidas de emergencia dan a la obra colindante, donde, desde hace a?os se construye un hotel. Eso, seg¨²n los expertos, no debe ser as¨ª, por sentido com¨²n.
Pesados portales
En El Sol (Jardines, 3), las cuidadosas indicaciones -un plano de las salidas de emergencia al lado de cada una de dos las puertas, expeditas y bien iluminadas- contrastaban, el pasado mi¨¦rcoles, con las tremendas dificultades para abrir el pesado portal de la casa, donde deber¨ªan acabar su andadura los atemorizados parroquianos.
Muchos de los locales desembocan al portal de la casa. "No es lo ideal", dice Paz, "pero si hubiese que cambiar las puertas, de los portales por las de emergencia, los vecinos no permitir¨ªan que v¨ªas de evacuaci¨®n llegasen a la puerta de su cas, con lo que el dise?o se complicar¨ªa enormemente. Lo esencial es que los portales se abran bien".
En Komitt¨¦, a dos pasos de la Gran V¨ªa, un camarero cort¨®, de muy malos modos, la huida por la salida de emergencia el pasado viernes. "Est¨¢ cerrado con llave". "?C¨®mo?". "Por ah¨ª no pod¨¦is salir, porque esto no es una situaci¨®n de emergencia, ?no?". "?Est¨¢ cerrado o no?", insistieron las periodistas. "Buenooo, es que si sal¨ªs tenemos que volver a cerrar". Nunca supieron lo que les esperaba.
?Que no se escapen!
La salida de emergencia del s¨®tano de la discoteca Bocaccio (dos plantas, junto a la Audiencia Nacional) estaba el pasado jueves bien, atada con un hierro de un par de cent¨ªmetros de di¨¢metro. A trav¨¦s de la rendija se ve¨ªa a cuatro indigentes durmiendo en un patio. Al fondo se adivinaba una reja. "A veces", dice un t¨¦cnico, "los encargados temen que la gente se escape sin pagar y por eso clausuran las salidas de emergencia"
Pudo ocurrir
Una ficci¨®n. Jueves 27 de mayo. Suena una alarma en la discoteca Cricket, un amplio s¨®tano (600 metros cuadrados) en Magallanes, 1. La gente corre. Una de las dos puertas de emergencia no cede. Hay un pestillo que la fija a la pared. Los primeros que van a la otra tiran una mesa y tres sillas que est¨¢n frente a la puerta -tendr¨ªan que estar a un lado y ancladas al suelo- Se caen. Los siguientes les pisan, pero la puerta les atrapa.
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