Los maestros boicotean masivamente los ex¨¢menes finales en Inglaterra y Gales
Los maestros brit¨¢nicos han cumplido su amenaza: casi ning¨²n alumno ser¨¢ examinado este a?o en las escuelas p¨²blicas de Inglaterra y Gales. Los ex¨¢menes finales, que deb¨ªan celebrarse entre el lunes y el martes pasados, han sido masivamente boicoteados.
Para el ministro de Educaci¨®n, John Patten, se trata de "una tragedia". Los sindicatos docentes, en cambio, creen que los alumnos salen ganando al no someterse a unas pruebas "sin sentido, dise?adas por bur¨®cratas y llenas de papeleo engorroso e in¨²til".No hay todav¨ªa cifras fiables sobre el alcance del boicoteo. Uno de los sindicatos afirm¨® que la protesta hab¨ªa sido secundada por "el 99,9%" de los centros docentes. Estimaciones period¨ªsticas y fuentes del Ministerio de Educaci¨®n apuntaban ayer hacia porcentajes m¨¢s realistas, entre el 80% y el 90%. Qued¨® claro, de todas formas, que la protesta fue masiva y que los ex¨¢menes pod¨ªan darse por inexistentes. El bofet¨®n a la pol¨ªtica educativa del Gobierno conservador ha sido tremendo.
Los ex¨¢menes rechazados por los maestros se planteaban por primera vez este a?o. Hasta ahora, cada centro p¨²blico decid¨ªa los contenidos de las pruebas para sus alumnos de 14 a?os, la edad en que concluye el periodo equivalente al antiguo bachillerato elemental espa?ol. Pero el Gobierno brit¨¢nico decidi¨® implantar algo parecido a la extinta "rev¨¢lida de cuarto" espa?ola: un examen general, cuyo contenido se decid¨ªa desde el ministerio y era com¨²n para todos.
Esos ex¨¢menes generales eran la base de las "tablas de clasificaci¨®n" con las que se esperaba incrementar la competitividad educativa: la publicaci¨®n de los resultados permitir¨ªa a los padres saber con certeza qu¨¦ centros obten¨ªan mayor n¨²mero de aprobados y cu¨¢les menos. Es decir, cu¨¢les eran mejores y cu¨¢les peores. De esta forma, se abrir¨ªa el sistema a las fuerzas del mercado y los centros con malos resultados acabar¨ªan por cerrar por falta de alumnos.
Mal planteados
S¨®lo dos de los cuatro grandes sindicatos de ense?antes se oponen a la filosof¨ªa gubernamental. Lo que uni¨® a todos los maestros, conservadores y progresistas, en una alianza sin precedentes, fue el rechazo al contenido concreto de los ex¨¢menes. Eran, en su opini¨®n, pruebas mal planteadas, inservibles para evaluar el nivel real del alumno y muy pesadas de corregir para los maestros, lo que repercutir¨ªa negativamente en la cantidad de tiempo real dedicado a la ense?anza.El ministro de Ense?anza, John Patten, admiti¨® hace un mes ante la C¨¢mara de los Comunes que los ex¨¢menes eran imperfectos y prometi¨® su revisi¨®n para el a?o pr¨®ximo. Pero su oferta de conciliaci¨®n no dio resultado. Los sindicatos respondieron que si eran malos para 1994, tambi¨¦n lo eran para 1993. El boicoteo paraliza la reforma educativa y pone en una situaci¨®n complicada al ministro, que, con su autoridad muy mermada, se ver¨¢ obligado a negociar con los sindicatos un nuevo tipo de prueba para el a?o pr¨®ximo.
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