Un documento de 1939 se?ala al regionalista Francesc Camb¨® como delator franquista
Un historiador explica las denuncias de exiliados en Francia del l¨ªder de la Lliga
El historiador catal¨¢n Daniel D¨ªaz Esculies acaba de publicar Entre filferrades (Entre alambradas), un libro que estudia la emigraci¨®n republicana y en el que revela, entre otros datos, que Francese Camb¨® (1876-1947), uno de los m¨¢ximos dirigentes del catalanismo conservador, informaba al Gobierno franquista de las actividades de los republicanos en Francia. Camb¨®, fundador de la Lliga Regionalista, fue un destacado ide¨®logo y mecenas catalanista. En 1936 se declar¨® antifascista, pero proclam¨® su apoyo a la Junta de Burgos, aunque no quiso regresar a Espa?a.
Jos¨¦ F¨¦lix de Lequerica, embajador de Espa?a en Francia tras el triunfo franquista, envi¨® una carta al ministro de Asuntos Exteriores, Francisco G¨®mez Jordana, con fecha 17 de junio de 1939 en la que informa de un asunto sobre "las actividades de los rojos en Francia". El texto de la carta, encontrada por Daniel D¨ªaz Esculies en el archivo del Ministerio de Asuntos Exteriores en Madrid, revela a Camb¨® como un delator de los republicanos exiliados y, en concreto, de Joan Comorera, primer secretario general del Partit Socialista Unificat de Catalunya (PSUC), vinculado al Partido Comunista de Espa?a, aunque con secci¨®n propia -representaci¨®n- en la Internacional Comunista. Comorera, que fue consejero del Gobierno de la Generalitat republicana durante la guerra civil, se exili¨® a Francia en 1939, entr¨® clandestinamente en Catalu?a en 1951, fue detenido en 1954 y muri¨® en el penal de Burgos tres a?os despu¨¦s.
Carta reveladora
El texto de la carta es el siguiente: "Excmo. Se?or: D. Francisco Camb¨®, a quien recib¨ª ayer, me habl¨® con preocupaci¨®n del movimiento rojo espa?ol en Francia. A su juicio, la mayor parte de los jefes son gente de total inconsistencia moral, encantados de haber resuelto sus problemas econ¨®micos, despu¨¦s de cuya soluci¨®n han destinado un cuarto del producto de sus depredaciones a constituir el tesoro de la Rep¨²blica fugitiva. Pero entre todos ellos -dice- hay un hombre excepcionalmente peligroso: es Comorera [fundador del Partit Socialista Unificat de Catalunya], el maestro de escuela catal¨¢n, a quien el Sr. Camb¨® atribuye extra?as cualidades de fanatismo, inteligencia, valor personal y capacidad de organizaci¨®n. Es un tipo a lo Stalin -me dijo- y es preciso vigilarle con especial¨ªsimo cuidado. Ahora mismo est¨¢ organizando Comorera equipos de cien o doscientos espa?oles seleccionados y los env¨ªa a Rusia a prepararlos en las t¨¦cnicas del golpe de Estado. As¨ª va formando un n¨²cleo potent¨ªsimo utilizable en Francia o en Espa?a o en la frontera de nuestros dos pa¨ªses en cualquier momento internacionalmente delicado. Una minor¨ªa de esa importancia y formaci¨®n, entiende el ex ministro catal¨¢n Sr. Camb¨®, merece la atenci¨®n del Estado. Seg¨²n sus noticias, convendr¨ªa mucho vigilar el campo de refugiados de Agde, en el [departamento del] H¨¦rault, donde debe operar especialmente Comorera. Sugiere el Sr. Camb¨® la conveniencia de una polic¨ªa de cierta importancia al servicio de la Embajada para poder cumplir estos cometidos. Entrando en detalles, me se?al¨® un restaurant llamado 'Barcelona', aqu¨ª en Par¨ªs, como centro principal de reuni¨®n de los militantes activos y con capacidad revolucionaria, e indic¨® la conveniencia de buscar a un sobrino de su propietario, abogado, residente actualmente en Barcelona, para utilizarlo en servicios de informaci¨®n y confidencia", se se?ala en el texto remitido por Jos¨¦ F¨¦lix de Lequerica.Entre filferrades repasa distintos aspectos del exilio republicano de los catalanes en el periodo 1939-1945. El autor D¨ªaz Esculies, se centra de manera especial en Francia, donde hubo un mayor n¨²mero de exiliados, pero tambi¨¦n dedica cap¨ªtulos a ?frica del Norte, Alemania, la URSS y Gran Breta?a. Otra revelaci¨®n del libro de D¨ªaz Esculies es una serie de documentos de la Embajada alemana en Espa?a que prueban que un grupo de exiliados espa?oles fue detenido por los nazis en Angulema y enviado al campo de concentraci¨®n de Mauthausen.
"Los documentos", comenta D¨ªaz Esculies, "son importantes porque Serrano S¨²?er, que entonces era ministro de Gobernaci¨®n, siempre hab¨ªa negado conocer que hubiera deportados espa?oles, aunque la gente del exilio lo acusaba. La conclusi¨®n a la que llego en mi libro es que el Gobierno espa?ol conoc¨ªa como m¨ªnimo la deportaci¨®n de 2.000 espa?oles".
"Cuando cay¨® la l¨ªnea de defensa Maginot en Francia", agrega, D¨ªaz Esculies, "ya hubo espa?oles que cayeron en manos de los alemanes. Aqu¨¦llos pod¨ªan considerarse prisioneros de guerra, pero los de Angulema eran civiles", afirma el autor.
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