La DC italiana rechaza la dimisi¨®n de Martinazzoli y debate su proyecto para revitalizar el partido

El consejo directivo de la Democracia Cristiana (DC) italiana comenz¨® ayer con un golpe de efecto: la dimisi¨®n presentada por el secretario, general, Mino Martinazzoli, que fue uin¨¢nimemente rechazada por los l¨ªderes de todas las corrientes del partido. Y prosigui¨® con un debate sobre el proyecto de reactivaci¨®n formulado por ¨¦ste, que se presume agitado, ya que la reuni¨®n se prolong¨® m¨¢s de lo previsto. Las pocas noticias indicaban que existen importantes resistencias a la iniciativa de cambiar el nombre de Democracia Cristiana lanzada por Martinazzoli.

Prueba de la pol¨¦mica es que se acord¨® que el cambio de nombre sea sometido a un refer¨¦ndum entre todos los afiliados al partido, en lugar de ser decidido por la asamblea constituyente, que ha quedado convocada Para el pr¨®ximo 15 de julio.Los acuerdos de esa asamblea deber¨¢n ser, en todo caso, confirmados, seg¨²n ha dicho el propio Martinazzoli, por el congreso constituyente previsto para el oto?o.

Sin embargo, no fueron estas resistencias la que motivaron la oferta de dimisi¨®n de Martinazzoli. Tampoco fue su causa el malestar generado por las declaraciones de un portavoz que utiliz¨® impropiamente el t¨¦rmino "autodisoluci¨®n", al exponer a la prensa las l¨ªneas generales del plan de renovaci¨®n del partido concebido por el secretario general de los democristianos.

La dimisi¨®n de Martinazzoli, seg¨²n versiones coincidentes comunicadas desde distintos sectores de su partido, respondi¨®, en cambio, al enfado que provoc¨® en el secretario una noticia de prensa publicada ayer mismo, seg¨²n la cual exponentes meridionales democristianos afirman que, si la fuerza electoral actual de la DC se concentra en el sur, del sur deber¨ªa ser tambi¨¦n el secretario general.

Conflictos del partido

La noticia se basaba en declaraciones de diputados de Sicilia y Calabria, a los que Martinazzoli les vino a decir que los conflictos del partido se ventilaban en el consejo directivo convocado ayer y otros ¨®rganos de debate interno, y que, si no estaban de acuerdo con su gesti¨®n, ¨¦l pon¨ªa a disposici¨®n su cargo.Fue entonces cuando tomaron la palabra, para decir a Martinazzoli que se quede donde est¨¢, Ciriaco De Mita y otros l¨ªderes de corrientes, en una reuni¨®n que rompi¨® la costumbre observada ¨²ltimamente de que se abstuvieran de participar los investigados por presuntos delitos.

La reivindicaci¨®n de un secretario meridional era un ataque velado a Martinazzoli, que es de la septentrional Brescia, en Lombard¨ªa, una regi¨®n donde la DC sufri¨® un serio retroceso durante las elecciones municipales conclu¨ªdas el pasado domingo.

Es cierto tambi¨¦n que la Democracia Cristiana, que sigue siendo el primer partido pol¨ªtico italiano con una cuota electoral estimada del 18%, m¨¢s de 10 puntos por debajo de la que ten¨ªa hace un a?o, ha conservado porcentajes especialmente altos en el sur de Italia, y sobre todo en Sicilia.

Pero el fracaso de sus candidatos a alcalde, incluso en esas zonas de influencia, indica lo que le puede ocurrir a la DC en unas elecciones generales con el sistema uninominal mayoritario, como el que se prev¨¦ que est¨¦ en vigor el a?o pr¨®ximo si el Parlamento llegara a disolverse.

No obstante, el eje norte-sur es uno de los par¨¢metros sobre el que var¨ªa claramente la valoraci¨®n de la iniciativa del cambio de nombre. As¨ª, el palermitano Sergio Matarella, actual director del diario oficial democristiano Il popolo, se manifest¨® ayer por la continuidad del nombre del primer partido pol¨ªtico italiano y totalmente contrario a la nueva denominaci¨®n de Centro Popular.

Otras resistencias

Otras resistencias ven¨ªan de la vieja guardia democristiana y, en concreto, del aretino Amintore Fanfani, ex presidente del Gobierno, que, sin plantear una oposici¨®n frontal, habl¨® con gran escepticismo del proyecto planteado por el secretario general.Clara antipat¨ªa fue manifestada desde el sector que encabeza el ex primer ministro y senador Giulio Andreotti, donde alg¨²n parlamentario lleg¨® a decir que, los que quieran el cambio de nombre es mejor que cambien de partido. El ex secretario general Arnaldo Forlani. apoya moderadamente el proyecto patrocinado por Martinazzoli.