Joaqu?n Cort¨¦s: "Quiero estar en los libros"

Consigui¨® el r¨¦cord de? teatro Alb¨¦niz de Madrid: 12.000 personas en 12 d¨ªas, un Heno total. Joaqu¨ªn Cort¨¦s, con su heterodoxo espect¨¢culo de baile, a medias entre el flamenco y la danza contempor¨¢nea, es la nueva figura. Las revistas de moda le dedican desplegables, Almod¨®var le admira, los modistas le llaman para la pasarela y ha sido incluido en el montaje de ¨®pera y danza Los divinos, junto a Ruggero Raimondi y Julio Bocea, que se retransmite hoy desde la plaza Mayor de Madrid a una treintena de pa¨ªses. Pero nada parece impresionar a Joaqu¨ªn Cort¨¦s, de 24 a?os, porque naci¨® en Lavapi¨¦s y es gitano. "Quiero llegar lejos y estar en los libros de historia de la danza el d¨ªa de ma?ana" dice.

Hasta el momento, Cort¨¦s no muestra signos de haber cambiado. Cita a la gente bajo la marquesina de la sala Olimpia, en Lavapi¨¦s, zona popular de Madrid donde vive con su madre y una hermana y donde pas¨® la infancia. Y cuando aparece nadie dir¨ªa que es una figura de la danza. Va vestido de la manera m¨¢s informal y no ha perdido, afortunadamente, la pasi¨®n callejera, que en esa parte de Madrid sigue viva.Est¨¢ convencido de que "hab¨ªa una necesidad" de que surgiera un artista como ¨¦l. "Si nos ponemos a pensar que Antonio o Antonio Gades no eran gitanos", dice, "que aparezca un bailar¨ªn gitano de 24 a?os es fuerte, pero no quiero cre¨¦rmelo, porque son tonter¨ªas, todo eso de estar de moda... Lo que hay que hacer es seguir trabajando".

A partir de ahora, a Joaqu¨ªn Cort¨¦s se le abre un panorama internacional importante, y su agente est¨¢ ya preparando su presentaci¨®n en Nueva York. "Lees las revistas y parece que acaban de descubrirte", dice, "pero llevo desde los 15 a?os bailando y he trabajado con el Ballet Nacional en los mejores teatros. Y me suena gracioso que ahora parezca como que me han descubierto. La ola tapa el champa?a".

Cuando ten¨ªa 12 a?os, a Joaqu¨ªn Cort¨¦s le pregunt¨® su t¨ªo Crist¨®bal Reyes sobre qu¨¦ quer¨ªa hacer de mayor. Y ¨¦l respondi¨®:. "Quiero hacer lo que t¨² haces". Y su t¨ªo lo puso a estudiar con todo tipo de maestros, de ballet cl¨¢sico, danza moderna, bailes regionales y ballet contempor¨¢neo. A los 17 a?os ya era solista del Ballet Nacional, y comenz¨® a actuar en papeles de primer bailar¨ªn. Seg¨²n su versi¨®n, tambi¨¦n empez¨® a suscitar celos art¨ªsticos en el director de la compan¨ªa, Jos¨¦ Antonio: "Cada vez me castigaban m¨¢s, porque, cuando t¨² haces sombra y el que manda no eres t¨², vienen las envidias, los celos, y al final tienes que marcharte o quedarte all¨ª y hundirte".

Joaqu¨ªn Cort¨¦s decidi¨® marcharse y crear compa?¨ªa solo, porque uno de sus mejores rasgos es una ingenuidad que combina bien con la audacia. "Es que t¨² no eres puro, me dicen, pero yo no pretendo ser puro. Mis ra¨ªces son flamencas, porque yo soy gitano, pero le doy toques vanguardistas y mezclo cosas, respeto las opiniones de los puristas, pero mi historia es otra".

Y Cort¨¦s repite una y otra vez que su compa?¨ªa es de danza, no de flamenco, y la mezcla -gitano y payo, otra vez- su objetivo. Y pone la indumentaria como ejemplo de su diferencia: "No soy un bailaor de pantal¨®n largo y camisa con chorreras". ?l puede salir sin camisa y con un pantal¨®n normal. En el espect¨¢culo Los divinos, bailar¨¢ con Marco Berriel una coreograf¨ªa que han preparado ambos, con m¨²sica de Carlos Miranda y una mezcla de flamenco y danza contempor¨¢nea.

Cort¨¦s tiene la suerte de tener un agente de prestigio, Ricardo Cu¨¦, que vivi¨® 15 a?os en Nueva York y tiene los contactos y los buenos consejos. Ahora le dice a Cort¨¦s que lo dificil no ha comenzado todav¨ªa, porque lo dificil es mantenerse y no dejarse contaminar por las impurezas del ¨¦xito. A Joaqu¨ªn Cort¨¦s, que aparec¨ªa en el v¨ªdeo musical de Mecano Una rosa es una rosa, le atrae el cine, la interpretaci¨®n, la m¨²sica o la moda. Pero luego afirma categ¨®rico: "Estoy muy enamorado de lo que hago". Y esa ingenuidad que lo mantiene atado a Lavapi¨¦s vuelve cuando explica su m¨¢xima ambici¨®n: "Quiero llegar lejos y que el d¨ªa de ma?ana, en los libros de la historia de la danza, aparezca mi nombre".