Jap¨®n y EE UU cruzan amenazas para imponer su acuerdo comercial
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Poco despu¨¦s de que el presidente norteamericano, Bill Cliton, anunciase ayer un nuevo acuerdo marco con Jap¨®n, funcionarios de ambos Gobiernos amagaban con posturas de fuerza si fracasan las negociaciones que, sector por sector, intentar¨¢n desarrollar la futura relaci¨®n comercial mutua. El propio Clinton confirm¨® ayer la fragilidad del acuerdo en la conferencia de prensa con el primer ministro japon¨¦s, Kiichi Miyazawa: "No deber¨ªamos hacernos ilusiones. Lo que anunciamos es un mecanismo de consulta para lograr acuerdos pendientes de una negociaci¨®n que ser¨¢ dif¨ªcil".
En otra comparecencia informativa, ep¨ªlogo de la cumbre del Grupo de los Siete, Clinton y el presidente ruso, Bor¨ªs Yeltsin, propusieron a Ucrania conversaciones sobre desarme nuclear. Yeltsin no detall¨® la invitaci¨®n, mientras que el inquilino de la Casa Blanca, quien manifest¨® su inter¨¦s en viajar a Mosc¨² este a?o, se limit¨® a subrayar su confianza en una Ucrania desnuclearizada.Jap¨®n y Estados Unidos, enfrentados en una disputa econ¨®mica que amenaza con resquebrajar una alianza pol¨ªtica de casi cuatro d¨¦cadas, redactaron el documento sin metas num¨¦ricas y en t¨¦rminos lo suficientemente vagos como para ser suscritos por ambas delegaciones. Establece las l¨ªneas fundamentales de una relaci¨®n econ¨®mica m¨¢s equilibrada y el camino para reducir el super¨¢vit de una balanza comercial favorable a Tokio en 49.000 millones de d¨®lares. Si el proceso concluye sastisfactoriamente se crear¨ªan aproximadamente un mill¨®n de puestos de trabajo, la mayor¨ªa en Estados Unidos.
Derecho a represalias
Fuentes oficiales norteamericanas indicaron que Estados Unidos se reserva el derecho a aplicar represalias "si Jap¨®n no cumple con lo prometido", mientras que funcionarios nipones no descartaron una marcha atr¨¢s o abandonar las mesas de negociaci¨®n sectorial en el caso de que Washington invoque, en un momento dado, la cl¨¢usula s¨²per 301 del acta comercial de 1988, que impone tarifas de hasta el 100% a las exportaciones de pa¨ªses cuyos mercados se consideran injustamente cerrados.El presidente norteamericano, Bill Clinton, atribuy¨® el fracaso de anteriores compromisos a la no inclusi¨®n de mecanismos de verificaci¨®n, pero destac¨® que en esta ocasi¨®n los objetivos marcados por el nuevo marco son precisos, y su ¨¦xito o fracaso, "medibles". "El acuerdo de hoy, orientado hacia la obtenci¨®n de resultados, es un paso importante hacia un comercio m¨¢s equilibrado entre Estados Unidos y Jap¨®n", declar¨® Clinton.
En la declaraci¨®n conjunta Jap¨®n promete una mayor desregularizaci¨®n, promover las importaciones y otras medidas de correcci¨®n estructural. El verdadero alcance de algunos aspectos, como el relacionado con el excedente nip¨®n por cuenta corriente, 120.000 millones de d¨®lares, qued¨® en el aire. "El Gobierno de Estados Unidos entiende que el Gobierno de Jap¨®n est¨¢ de acuerdo en reducir ese super¨¢vit por debajo del 2% del producto nacional bruto en cuatro o cinco a?os", coment¨® despu¨¦s un alto funcionario de la Administraci¨®n norteamericana. El ¨ªndice actual es de 3,5%. Es improbable que las autoridades japonesas, que se hab¨ªan opuesto a cualquier meta cuantificable num¨¦ricamente, hayan entendido el compromiso de igual manera. "Si Clinton insiste en querer fijar numeros, diremos que no", afirm¨® un funcionario nip¨®n. Estados Unidos se comprometi¨® a redoblar sus esfuerzos para rebajar su gigantesco d¨¦ficit presupuestario y aumentar su competitividad.
La industria del autom¨®vil, inform¨¢tica, telecomunicaciones, sat¨¦lites, equipos m¨¦dicos, servicios financieros y seguros son los principales sectores incluidos en el acuerdo marco.
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