Una 'sex symbol' condenada a ser mam¨¢
Kathleen Turner se queja de que s¨®lo recibe ofertas para interpretar a madres
Kathleen Tumer sigue teniendo la misma carga de sensualidad que la ha convertido en un ser mundialmente deseable. Sin embargo, la edad le da cierta artificialidad a su atractivo y parece haber desbocado sus ademanes de seducci¨®n.En los videoclubes todav¨ªa es la misma mujer que en Fuego en el cuerpo consigui¨® que su amante rompiera un cristal y forzara una puerta bajo la tentaci¨®n de su intensa mirada y su contenido jadeo. Sin embargo, en la vida real Kathleen Turner es una actriz que se enfrenta al hecho de que ahora s¨®lo le ofrezcan papeles de madre. "?Qu¨¦ se le va a hacer! En la civilizaci¨®n en que vivimos no se puede concebir que una mujer de 39 a?os no tenga hiJos", explica con una risa nerviosa que no se separa de ella en toda la entrevista. La audaz y aventurera protagonista de Tras el coraz¨®n verde, La Joya del Nilo y El honor de los Prizzi ha trabajado en tres pel¨ªculas este a?o y en todas ellas hace de madre. House of Cards, donde tiene una hija autista; Serial Mom, una comedia sobre una enloquecida madre, y Undercover Blues, donde, junto con Dennis Quaid, forma parte de un matrimonio de esp¨ªas reconvertidos por la llegada de una hija.
Acostumbrada a hacer de chica intr¨¦pida y de levantar suspiros con un simple cruce de piernas, a Turner se le hinchan de indignaci¨®n los alerones de la nariz cuando piensa en el papel que Hollywood reserva para las actrices sex symbol. "Hace poco, un productor me dijo que estaba envejeciendo muy bien. ?Envejeciendo muy bien? ?Al diablo con todos ellos!", espeta mientras bebe agua con los ademanes de quien se empapa de vodka. La actriz, que vive en Nueva York y desprecia abiertamente Los Angeles, considera que los logros sociales de las mujeres dar¨¢n cada vez m¨¢s razones a las productoras para que se mejoren los papeles femeninos en el cine. "La raz¨®n va a ser fundamentalmente econ¨®mica", dice convencida.
Comparece ante un grupo de periodistas en la suite de un lujoso hotel de Nueva York vestida en tonos tierras y con el pelo corto. Va descalza y sus sandalias de lagarto descansan cuidadosamente descolocadas al borde del sof¨¢. Los ¨²ltimos a?os no han sido f¨¢ciles para Turner, cuya pel¨ªcula sobre una violenta mujer polic¨ªa, V. I. Warshawski, fue un rotundo fracaso. Quiz¨¢s por ello critica tan abiertamente los intentos de las productoras de Hollywood para captar a la audiencia femenina: "Toman el primer gui¨®n que les viene a mano y cambian el nombre del protagonista de Joe a Josephine. Es todo lo que hacen".
Kathleen Turner fuma incesamentemente y cada uno de los cigarrillos recibe un trato diferente al colocarlo entre sus dedos o llevarlo a la boca, como si dedicara un pitillo a cada uno de los personajes que ha interpretado a lo largo de su carrera en el cine.
Con 27 a?os consigui¨® su primer papel cinematogr¨¢fico en Fuego en el cuerpo, de Lawrence Kas., y ahora, a sus 39 anos, empieza, a considerar retornar su carrera en el teatro.
"Me encantar¨ªa pasar medio a?o actuando en los teatros londinenses del West End y hacer una pel¨ªcula cada 18 meses", confiesa la actriz, que desear¨ªa que su hija de cinco a?os tuviera la misma educaci¨®n internacional a la que ella tuvo acceso en su ni?ez.
"En cierta manera, es relajante haber dejado de ser un sex symbol y poder entrar a los sitios sin que se interrumpa la acci¨®n", explica, tras asegurar con su voz profunda y entrecortada que nunca ha sido esclava de las enfermedades del ego.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.