Sarajevo resiste bajo las bombas sin luz ni agua

El humor negro de los habitantes de Sarajevo se vuelve m¨¢s feroz a medida que el asedio de su ciudad se recrudece. El chiste m¨¢s reciente se?ala que la diferencia entre Auschwitz y Sarajevo es que los jud¨ªos, al menos, ten¨ªan gas y agua. Los m¨¢s de 350.000 habitantes de Sarajevo, cerca de 50.000 serbios y croatas entre ellos, carecen de agua, gas y energ¨ªa el¨¦ctrica desde junio. En buena parte de la ciudad faltan desde hace meses. La ayuda humanitaria encuentra cada vez m¨¢s dificultades para entrar en la ciudad. Sadako Ogata, la alta comisionada de las Naciones ]Unidas para los Refugiados (ACNUR), que ayer pas¨® seis horas en Sarajevo, reconoci¨® que la situaci¨®n se ha agravado en toda Bosnia y que su instituci¨®n s¨®lo cuenta con dinero y comida vara un mes.

La consigna es sobrevivir al pr¨®ximo invierno, y eso lo dicen desde el director del hospital de Kosevo, sin luz desde hace dos meses, al Ministerio de Informaci¨®n del Gobierno de Alia Izetbegovie. Entre la poblaci¨®n civil hay quien pone el acento en el aspecto nihilista de la cuesti¨®n, y afirma, como Amela, que antes que pasar otro invierno en Sarajevo se pegar¨¢ un tiro. Pero son los menos.Otros prefieren opciones menos duras. Como Jerko, que exhibe con orgullo su peque?o huerto de supervivencia formado por jud¨ªas, tomates y sand¨ªas donde antes aparcaba su autom¨®vil, reducido a un amasijo de hierros por una granada serbia.

A los habitantes de Sarajevo nunca les gust¨® dramatizar. Est¨¢n hartos del mundo y han perdido toda esperanza. Con el humor negro y el rostro sombr¨ªo no se salvan, pero van consumiendo el tiempo. La ciudad es un crucigrama manchado de sangre y de ceniza.

Sadako Ogata admiti¨® ayer que aunque, milagrosamente, se firmara ma?ana un acuerdo entre las partes enfrentadas, el invierno ser¨¢ terrible, porque hay centenares de miles de personas desplazadas y las casas, la industria y las carreteras est¨¢n destruidas. El rostro de ACNUR admiti¨® su "frustraci¨®n" ante los inmensos obst¨¢culos a que se enfrentan los convoyes humanitarios. Ayer consiguieron entrar dos en Sarajevo con 240 toneladas de alimentos despu¨¦s de casi dos semanas de bloqueo. Buena parte del contenido de esos convoyes no servir¨¢, de momento, para nada. El arroz y la harina, sin agua y sin electricidad, no hay quien los coma.

Para colmo, las arcas de la organizaci¨®n humanitaria est¨¢n casi vac¨ªas. ACNUR necesita 130 millones de pesetas diarios para atender a las demandas humanitarias de toda la antigua Yugoslavia, y Ogata se?al¨® ayer que su organizaci¨®n apenas cuenta con dinero y alimentos para hacer frente a los pr¨®ximos 30 d¨ªas. Pero la ayuda s¨®lo cubre el 52% de las necesidades alimenticias de Sarajevo, seg¨²n el informe elaborado por el Instituto para la Salud de Bosnia-Herzegovina siguiendo baremos establecidos por el ACNUR.No hay tifus

A pesar de algunas informaciones, no ha habido casos de tifus en Sarajevo, "aunque todas las condiciones para que se desencadene una epidemia se dan en estos momentos, ante la falta de agua y el aumento de la temperatura", asegura el profesor Arif Smajtic, director del Instituto para la Salud P¨²blica.

Sin embargo, en el ¨²ltimo mes se han registrado 1.600 casos de esterocolitis y, desde el principio del conflicto, 486 casos de disenter¨ªa. Smajkic asegura sin ambages que "no hay condiciones humanas para vivir en Sarajevo". En eso coincide con el director del hospital de Kosevo, el m¨¢s importante de la ciudad, el doctor Faruk Kolenovic, que pese a ello afirma sin ganas de mostrarse heroico ni pomposo: "Hemos decidido sobrevivir y vamos a sobrevivir al invierno. No estamos dispuestos a suicidarnos colectivamente".

El cansancio del doctor Kolenovic y su equipo m¨¦dico es palpable tras 15 meses de trabajo ininterrumpido, entregados a la tarea de atender a los m¨¢s de 50.000 heridos en Sarajevo desde el inicio del asedio de los radicales serbios. Pero todo puede empeorar. El hospital de Kosevo carece de luz y de electricidad desde hace cerca de dos meses. Y desde hace 10 d¨ªas apenas cuenta con gas¨®leo para el generador que les permite alimentar la nevera donde conservan el plasma y la l¨¢mpara de un quir¨®fano. Por eso suelen operar con la luz del d¨ªa. En el aeropuerto de Sarajevo, mientras tanto, cuatro camiones cisterna cargados de gasolina esperan autorizaci¨®n serbia para entrar. Los sitiadores quieren cobrarse una cuarta parte de la carga como peaje. La alta comisionada de las Naciones Unidas para los Refugiados envi¨® ayer a un delegado personal a Pale, capital de los radicales serbios de Bosnia, para lograr un acuerdo inmediato. Mientras tanto, 24 obuses cayeron sobre diversas partes de la ciudad. Pero la tarde promet¨ªa ser m¨¢s intensa.[El ministro espa?ol de Defensa, Juli¨¢n Garcia Vargas, manifest¨® ayer en Madrid, seg¨²n Efe: "Nuestras tropas en Bosnia siguen haciendo las escasas misiones que les dejan las partes en conflicto. En cualquier caso, seguimos con mucho inter¨¦s la advertencia que les han hecho los mediadores de paz en el sentido de amenazarles con una posible retirada. Esta llamada de atenci¨®n es una "reflexi¨®n oportuna", seg¨²n el ministro].