El poliz¨®n de Tormillo-Lastanosa
Paisaje austero de la provincia de Huesca. Un hombre de tez oscura tendido en una v¨ªa h¨¢bil. La mancha de sangre que cubre su ojo derecho es cada vez mayor, n¨²entras que el izquierdo mira at¨®nito el tren del que ha sido vomitado. Pegadas a las ventanillas, narices de viajeros tambi¨¦n at¨®nitos, silenciosos y, al poco, condescendientes. El tren reemprende la marcha por la v¨ªa contraria a la que se encuentra el poliz¨®n. Retraso de 10 minutos, lo mismo que tardan los pasajeros en comentar lo ocurrido, procurarse toda suerte de excusas para justificar un silencio que podr¨ªa hacerles c¨®mplices y volver a sus revistas.Jueves 24 de junio de 1993. R¨¢pido Gij¨®n-Barcelona. Un argelino sin billete es encontrado borracho encerrado en el servicio. El delator fue Boda, un ni?o de tres o cuatro a?os absolutamente insoportable, siete horas gritando sin parar, los padres tranquilos, nosotros aguantando. El pap¨¢ de Boda estuvo muy contento cuando su peque?¨ªn delat¨® al poliz¨®n. S¨²plicas en un castellano afrancesado y gritos en castellano castizo, autoritarismo, de aquel de antes, yo pensaba que ya no exist¨ªa. Insultos y forcejeos. El tren se detiene: "Que te digo que bajes!". "?No, por favor!". Empuj¨®n y abajo. Borrachera y humillaci¨®n hacen que el argelino lance piedras al tren. Una rebota y le hiere en la sien. Cae a la v¨ªa. El tren se pone en marcha. "Hac¨ªa cuento", aclar¨® el revisor, quien nos pidi¨® disculpas por lo ocurrido, y reconoci¨® que no debi¨® dejarle all¨ª, pero que resulta que el poliz¨®n "le calent¨®". Adem¨¢s, "no le he dejado en un descampado, sino en una estaci¨®n" -Tormillo-Lastanosa-, que me pareci¨® completamente desierta. "No, se?orita, est¨¢ en funcionamiento", me dijo. El servicio de informaci¨®n de Renfe asegura lo contrario.
Mi pasaporte tambi¨¦n es extranjero, pero tengo la suerte de tener la piel blanca y los cabellos claros. Si yo hubiera viajado sin billete, an¨²go Mustaf¨¢, no habr¨ªa acabado tirada en la v¨ªa. Te pido perd¨®n por no haber sabido qu¨¦ hacer en aquel momento, y perdona tambi¨¦n al revisor, comprende, se calent¨®.
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