Las citas ser¨¢n bienales a partir de Cartagena de Indias
Espa?a cree que el espaciamiento de los encuentros evitar¨¢ la trivializaci¨®n de contenidos
Entre los participantes en la III Conferencia Iberoamericana de jefes de Estado y de Gobierno en Salvador, capital del Estado bras¨ªle?o de Bah¨ªa, gana cada vez m¨¢s adeptos la tesis de que estas reuniones se realicen cada dos a?os, en vez de anualmente como hasta ahora. En la cumbre del pr¨®ximo a?o, prevista en Cartagena de Indias (Colombia), los 21 presidentes tomar¨¢n una decisi¨®n para espaciar estas reuniones iberoamericanas. El jefe del Gobierno espa?ol, Felipe Gonz¨¢lez, declar¨® que la iniciativa de celebrarlas cada dos a?os parti¨® del presidente de M¨¦xico, Carlos Salinas de Gortari. Espa?a cree que esta propuesta mexicana resulta positiva, porque evita la tendencia a "banalizar el contenido" de las reuniones.
ENVIADOS ESPECIALESLa propuesta del presidente mexicano defiende que debe mantenerse el ritmo anual de las cumbres de ministros de Asuntos Exteriores, que en caso necesario podr¨ªan convocar una reuni¨®n de jefes de Estado para tratar un tema espec¨ªfico que lo requiera por su importancia. Gonz¨¢lez puso como ejemplo de esa posibilidad de cumbre extraordinaria el caso de una reforma de la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas que exigiese una concertaci¨®n pol¨ªtica entre los pa¨ªses iberoamericanos.Las cuatro pr¨®ximas cumbres parecen ya aseguradas. Con arreglo a un ritmo de cada dos a?os se celebrar¨ªan, seg¨²n los planes actuales, el a?o pr¨®ximo en Colombia; en 1996, en Argentina; en 1998, en Portugal, y el a?o 2000, en Panam¨¢. La aceptaci¨®n por parte de Argentina, que estaba prevista para la de 1995, de retrasar un a?o su cumbre se interpretaba por los pasillos de Salvador como un indicio de la confianza del presidente peronista Carlos Menem de que piensa lograr la reelecci¨®n. "Menem [que termina su presidencia en 1995] no se dejar¨ªa robar el show de una cumbre as¨ª", comentaba un diplom¨¢tico.
Portugal quiere celebrarla en 1998 para que coincida con el quinto centenario de los descubrimientos. El inter¨¦s de Panam¨¢ en acoger la cumbre el a?o 2000 est¨¢ relecionado con la entrega del canal, que en esas fechas debe quedar por completo bajo soberan¨ªa paname?a.
Aunque se niegue con declaraciones de ret¨®rica iberoamericanista, el plan de espaciar estas reuniones significa el reconocimiento palpable de su falta de contenidos. La Declaraci¨®n de Bah¨ªa, que al final lleg¨® a 73 art¨ªculos, y nadie sabe si se incluy¨® o no uno m¨¢s sobre el Tratado de Libre Comercio Norteamericano (TLC), se recibi¨® sin pena ni gloria.
La declaraci¨®n entra dentro de la categor¨ªa de lo que se pod¨ªa llamar documento autoservicio, adonde cada uno que llega puede tomar lo que necesita. A lo largo de sus 73 p¨¢rrafos, el proyecto (no se lleg¨® a repartir el documento final) incluye, sin que se pueda advertir una l¨ªnea l¨®gica, toda clase de resoluciones y expresiones de buenos deseos.
Un intercambio de palabras entre el presidente de Argentina, Carlos Menem, y el de Cuba, Fidel Castro, en la ¨²ltima sesi¨®n de la cumbre expresa a la perfecci¨®n la escasa repercusi¨®n y lo anodino del documento. El presidente de Brasil, Itamar Franco, se dispon¨ªa a leer las farragosas 20 p¨¢ginas del documento final cuando Menem pidi¨® la palabra. Haciendo honor a su bien merecida fama de personaje transgresor, Menem pidi¨® que se omitiese la lectura del documento, porque ya todos los presidentes lo ten¨ªan y aquello amenazaba con prolongarse m¨¢s de la cuenta.
Los presidentes se miraron unos a otros, entre divertidos y perplejos. Castro tom¨® la palabra para decir: "Apoyo esa moci¨®n". Menem replic¨®: "Celebro que al menos en esto haya podido ponerme de acuerdo con Fidel". El l¨ªder cubano replic¨®: "Yo fui el que se puso de acuerdo contigo". Menem repiti¨® en la ciudad de Salvador sus ataques contra el r¨¦gimen de Castro, despu¨¦s que vio que Cuba no aceptaba su papel de mediador con Estados Unidos.
En su reuni¨®n con la prensa espa?ola en la ciudad de Salvador, el presidente Gonz¨¢lez reconoci¨® el riesgo de trivialidad que corren estas cumbres en su ritmo actual y admiti¨® que no sirven para poner en marcha mecanismos como un mercado com¨²n. Pero admiti¨® que s¨ª resultan ¨²tiles para lograr mecanismos de concertaci¨®n pol¨ªtica.
Tambi¨¦n destac¨® Gonz¨¢lez el n¨²mero de reuniones celebradas entre ministros de diferentes carteras.
Por su parte, el director general para Iberoam¨¦rica, Yago Pico de Coa?a, destacaba, al inicio de la reuni¨®n brasile?a, la importancia del incremento del tejido iberoamericano y destac¨® la labor realizada por Brasil en este a?o. Tambi¨¦n se?al¨® Pico la importancia ole que el t¨¦rmino Iberoam¨¦rica haya llegado a consolidarse en sectores pol¨ªticos e intelectuales de Am¨¦rica Latina que hasta ahora lo rechazaban. La pregunta que se hacen muchos de los participantes en la cumbre de Salvador es "si para este viaje hacia falta tanta alforja".
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