Monocultivo industrial
El pueblo tarraconense de Flix asume con temor la crisis de Erkimia, la empresa de la que viven desde hace un siglo
Flix es un pueblo de 5.000 habitantes situado a orillas del Ebro, a su paso por la provincia de Tarragona. Es casi un anexo de la planta electroqu¨ªmica de la empresa Erkimia, filial del grupo qu¨ªmico Ercros, actualmente en suspensi¨®n de pagos. Sus pobladores no pueden concebir el pueblo sin el r¨ªo, pero tampoco sin la f¨¢brica que desde hace 95 a?os les da sustento.Un grupo alem¨¢n construy¨® el complejo industrial en 1898. Aqu¨ª el r¨ªo proporcionaba el agua necesaria. Durante muchos a?os un antiguo azud ¨¢rabe permiti¨® generar la electricidad, aunque actualmente la factura de corriente el¨¦ctrica de la planta suma 2.700 millones de pesetas al a?o. Las embarcaciones transportaban a trav¨¦s del caudaloso Ebro el carb¨®n necesario y los productos de la planta. M¨¢s tarde se har¨ªa una hidroel¨¦ctrica cedida a FECSA a cambio de una cuota fija de electricidad, ventaja que tambi¨¦n se ha perdido en la actual crisis financiera.
El pueblo creci¨® con la qu¨ªmica, para bien y para mal. "Para bien, porque ha creado una cultura industrial, y ha dado estabilidad econ¨®mica; para mal, porque ha creado un monocultivo industrial del que la econom¨ªa del pueblo depende totalmente", puntualiza Antoni Sabat¨¦, alcalde socialista de Flix y tambi¨¦n empleado de Erkimia.
La qu¨ªmica fue la principal industria de la comarca, hasta que en los a?os setenta empez¨® la construcci¨®n de las nucleares de la vecina Asc¨®. Hace 20 a?os ten¨ªa una plantilla de 1.200 trabajadores, hace tres eran 730, ahora son 480 y a final de a?o ser¨¢n. 430. Excepto un centenar de vecinos que trabaja en la nuclear, el resto de habitantes de Flix y parte de los pueblos vecinos de Asc¨® y Riba-roja, sean activos o jubilados, dependen de la qu¨ªmica.
Desde la suspensi¨®n de pagos de la matriz Ercros, en agosto del a?o pasado, se ha creado en el pueblo una psicosis de crisis. Las direcciones sindicales se confiesan sobrepasadas por los acontecimientos, y los vecinos comentan que, desde una violenta huelga durante la II Rep¨²blica, nunca hubo tanta tensi¨®n en el pueblo. Lo saben bien, pues la mayor¨ªa de trabajadores pudo contar la misma historia: "Mi abuelo trabajaba en la qu¨ªmica, mi padre tambi¨¦n y yo esperaba colocar a mi hijo", afirma Juan, uno de los empleados de la f¨¢brica.
El plan de viabilidad que propone la direcci¨®n de la empresa pasa en primer lugar por obtener 4.000 millones de financiaci¨®n, y un acuerdo con FECSA para construir una planta de cogeneraci¨®n el¨¦ctrica. De momento FECSA hace un estudio t¨¦cnico del proyecto, que tambi¨¦n debe negociarse con el Ministerio de Industria.
En segundo lugar se pretende obtener financiaci¨®n p¨²blica. En mayo pasado la Generalitat concedi¨® a Erkimia un cr¨¦dito de 500 millones, que sirvi¨® para pagar inversiones anteriores. Ahora negocia otros 500 millones, para lo que el Gobierno catal¨¢n ha afirmado tener buena disposici¨®n. Los sindicatos, a su vez, tendr¨¢n los pr¨®ximos d¨ªas contactos directos con la Generalitat y FECSA. El ayuntamiento de Flix se ha puesto a disposici¨®n de los sindicatos y de los jubilados, a quienes dar¨¢ cobertura legal para defender sus intereses.
En el caso de no obtener financiaci¨®n suficiente Erkimia se propone ahorrar entre 700 y 900 millones de pesetas congelando los salarios y complementos de pensiones, que se convertir¨ªan en deuda. Esto es lo que Rafael Loste, consejero delegado de Erkimia, quer¨ªa explicar en la asamblea de trabajadores, jubilados y vecinos que hace dos semanas llenaba los comedores de la planta de Flix. Pero all¨ª nadie quer¨ªa ni o¨ªr hablar de sacrificios si primero no hay acuerdos con la Generalitat y con FECSA.
Los trabajadores est¨¢n convencidos de que Erkimia era la joya del grupo Ercros, la empresa m¨¢s rentable con la que la direcci¨®n tapaba los agujeros de la crisis de los fertilizantes. Loste reconoc¨ªa en la asamblea que en el grupo "ha habido irregularidades, pero no han afectado a Erkimia". "Ni con la mano sobre la Biblia me creo lo que usted diga", le espet¨® un jubilado al ejecutivo.
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