Juego
Hay dos clases de cultura: la que se recibe boca arriba y la que se adquiere boca abajo. Cuando uno estudia sentado con los codos sobre la mesa, el libro est¨¢ debajo formando una base iluminada por el flexo o el candil. Se trata de una postura muy s¨®lida: hay que mirar hacia el fondo de la p¨¢gina abierta fijamente con las sienes afirmadas con los pu?os. As¨ª se ha apalancado la estructura de la mente en la vieja Europa: con un tomo Inmovilizado en el tablero bajo la mirada profunda del estudioso encorvado. Pero existe tambi¨¦n una cultura m¨¢s ligera que se adquiere en la cama o tumbado en un sof¨¢ leyendo un libro elevado con las manos por un lector que permanece boca arriba tardes enteras. ?sa es la postura propia de nuestra ¨¦poca. ?Qui¨¦n ser¨ªa capaz de imaginar a un monje medieval echado as¨ª sobre un jerg¨®n leyendo un c¨®dice miniado? ?0 a un escol¨¢stico con la cabeza en la almohada de borra manteniendo en el aire un incunable lleno de disquisiciones? ?0 a un fil¨®sofo alem¨¢n despatarrado analizando en esa posici¨®n relajada las ideas sint¨¦ticas a prior? de Kant? Si algo positivo tiene haber pasado por la universidad no son los conocimientos logrados en ella, sino el haberse acostumbrado a leer boca abajo como una forma de asc¨¦tica, no de placer. El pensamiento d¨¦bil que caracteriza este tiempo moderno se debe a que el lector suele meter el pescuezo en un coj¨ªn cuando lee. Todas las mesas redondas, coloquios, conferencias, charlas, seminarios, universidades de verano y dem¨¢s festivales del cerebro que llenan el espacio de la cultura al final de este milenio suelen estar servidas por gente que todo lo ha aprendido boca arriba. Para el consumo masivo se pasan por la batidora los conceptos m¨¢s arduos hasta convertirlos en una papilla digestiva y la fuente de cualquier conocimiento brota de las solapas donde abrevan la mayor¨ªa de los intelectuales de moda echados en el sof¨¢. Es muy f¨¢cil adivinar qui¨¦n ha aprendido las cosas boca arriba o boca abajo. Se trata de un juego. ?Sabr¨ªa usted descifrarlo tambi¨¦n?
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