La pugna de croatas y serbios por Krajina hace peligrar su plan de reparto de Bosnia

Belgrado Los independentistas serbios de Croacia propusieron ayer al Gobierno de Zagreb la firma de un acuerdo de alto el fuego inmediato bajo control de las Fuerzas de Protecci¨®n de la ONU (Unprofor). A pesar de ello, las tensiones entre los croatas y los serbIos del autoproclamado estado de Krajina, en el sur de Croacia, siguen poniendo en peligro las relaciones casi amistosas entre los presidentes de Croacia, Franjo Tudman, y de Serbia, Slobodan Milosevic, y sus aspiraciones de repartirse Bosnia. Ambos se reunieron ayer en Ginebra con los mediadores internacionales, David Owen y Thorvald Stoltenberg.El Ej¨¦rcito croata no parece dispuesto a retirarse del aeropuerto Zemunik y del puente Maslenica, en la costa d¨¢lmata, que ayer fue abierto al tr¨¢fico, si los serbios no retiran su artiller¨ªa pesada. Ma?ana vence el plazo estipulado en el Acuerdo de Erdut sobre el aeropuerto y el puente, que han de pasar a ser controlados por la Unprofor. Si los croatas no retiran sus tropas y los cascos azules no asumen el control de las dos instalaciones, los l¨ªderes serbios de Krajina amenazan con una nueva guerra.

El pasado d¨ªa 18, Milosevic logr¨® disuadir a los serbios de Krajina de bombardear el reci¨¦n inaugurado puente Maslenica, recuperado en una r¨¢pida acci¨®n militar croata en enero. Tudjman inaugur¨® ese d¨ªa el puente, la ¨²nica v¨ªa de comunicaciones con Dalmacia, cortada en 1991 durante la guerra entre Serbia y Croacia.

La apertura del puente, cuyo funcionamiento es imposible sin la buena voluntad serbia, pues sus tropas se encuentran en las cercan¨ªas, signific¨® una peque?a victoria pol¨ªtica del presidente de Croacia, criticado en casa por su incapacidad de recuperar un tercio del territorio de su rep¨²blica perdido durante la guerra y todav¨ªa bajo control serbio.

El acuerdo firmado el 16 de julio estableci¨® la apertura del puente y su control por parte de los cascos azules a cambio del abandono por las fuerzas croatas del territorio conquistado en enero. La polic¨ªa serbia, por su parte, deb¨ªa entrar en tres pueblos perdidos aquel mes.

Hasta el d¨ªa 31

"Si no se retiran, destruiremos el puente", amenaza Goran Hadzic, el autoproclamado presidente de Krajina, protegido de Milosevic, y acusado en Krajina de contrabando de madera, tabaco y petr¨®leo.

"Contamos los d¨ªas hasta el 31", precisa Mile Paspalj, presidente del Parlamento de Krajina, que sabe que tan s¨®lo una nueva guerra podr¨ªa enterrar las diferencias pol¨ªticas entre los l¨ªderes serbios en Kkrajina, ahogados en la corrupci¨®n y el robo "en nombre de los sagrados intereses nacionales".

Franjo Tudjman y Slodoban Milosevic tienen la oportunidad en Ginebra de impedir un nuevo conflicto b¨¦lico, pero no est¨¢ claro que ejerzan el control pol¨ªtico sobre los combatientes en la zona.