?Qui¨¦nes son los especuladores?
Ultimamente se puede observar que el Sistema Monetario Europeo est¨¢ pasando verdaderos apuros, hasta el punto de haber sido desnaturalizado eventualmente (o al menos eso dicen) para salvarlo. Esto, hasta cierto punto, era de esperar, pues en el tren de Europa hay pa¨ªses locomotora y pa¨ªses vag¨®n. Pero, como dir¨ªa un castizo, "esto ya pasa de casta?o oscuro" en el caso de Espa?a. Y lo curioso es que se alude indefectiblemente a los especuladores como los culpables del desaguisado m onetario.La pregunta entonces es inmediata: ?qui¨¦nes son los especuladores? ?Se trata de una organizaci¨®n secreta tipo Spectra, dirigida por un antiespa?ol Doctor No? ?Ser¨¢n alien¨ªgenas haciendo experimentos macroecon¨®micos en la Tierra? Evidentemente, no puede ser tan divertido. La realidad es otra.
Los especuladores deben ser aquellos que ganen cantidades ingenies de dinero traficando con moneda; deben ser aquellos que ganan miles de millones s¨®lo comprando y vendiendo, pasan do luego la factura de su nula productividad a la sociedad espa?ola.
?Por qu¨¦, no se acaba con ellos en vez de devaluar la peseta y hundir un poco m¨¢s la maltrecha econom¨ªa espa?ola o pedir al Bundesbank que baje sus tipos de inter¨¦s alargando m¨¢s a¨²n la agon¨ªa. (Al Bundesbank no vamos s¨®lo los espa?oles, pero tampoco vamos por las mismas causas que van los dem¨¢s).
La respuesta es tan contundente como triste. Los que abogan por las ma?anas en foros internacionales y medios de comunicaci¨®n por la uni¨®n europea son los mismos que por las tardes, y en consejos de administraci¨®n de bancos y empresas que todos conocemos, especulan y se enriquecen a costa del sue?o europeo y del Estado espa?ol.
?Qu¨¦ hace el Gobierno? ?Por qu¨¦ no acaba con ellos? La respuesta es tambi¨¦n evidente y triste, este Gobierno se ha vendido a los especuladores y por eso est¨¢ con las manos atadas y la boca tapada.
Que no se nos enga?e, por favor, los especuladores salen todos los d¨ªas en los peri¨®dicos, pero bajo seud¨®nimo. L¨¢stima de Robin Hood...-
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