La Semana Grande de Bilbao comienza en calma

La Semana Grande de Bilbao comenz¨® ayer sin los signos de crispaci¨®n que han marcado las fiestas de San Sebasti¨¢n. S¨®lo los gritos de varias decenas de miembros de la comparsa Txori Barrote, de las Gestoras Pro Amnist¨ªa, en favor de los presos de ETA y contra el alcalde, Josu Ortuondo, rompieron la normalidad en el acto de apertura de las fiestas. Un reducido n¨²mero de comparseros que portaban retratos de presos de ETA corearon la consigna "Julio, moroso, paga lo que debes".Al t¨¦rmino de la apertura de fiestas, los concejales de Herri Batasuna (HB) en el Ayuntamiento de Bilbao colocaron en el balc¨®n de la Casa Consistorial una ikurri?a. Poco m¨¢s de un centenar de miembros de las comparsas que esperaban en la calle cuando el resto del p¨²blico ya se dispersaba recibieron la bandera vasca con aplausos y gritando Espa?ola ez, ikurri?a bai (espa?ola no, ikurri?a s¨ª). En las calles de Bilbao han aparecido octavillas con la consigna "Espa?olari sua" (fuego a la espa?ola), un llamamiento a la guerra de las banderas.

Ni las palabras de saludo del alcalde, Josu Ortuondo, a las personas reunidas en el Sal¨®n ?rabe del Ayuntamiento ni el preg¨®n de fiestas le¨ªdo por Alfonso Irigoyen hicieron menci¨®n al secuestro de Julio Iglesias Zamora. El Ayuntamiento de Bilbao no adoptar¨¢ durante la Semana Grande gestos de solidaridad con el reh¨¦n de ETA, a diferencia de lo ocurrido en San Sebasti¨¢n. El alcalde de Bilbao, Josu Ortuondo, del PNV, ha explicado que se trata de evitar enfrentamientos y de "no politizar las fiestas".

Sin embargo, la recepci¨®n oficial, ofrecida conjuntamente por el Ayuntamiento y la Diputaci¨®n de Vizcaya, ha sido suspendida en solidaridad con Iglesias, "privado de uno de los derechos fundamentales, como es la libertad".

Un juez vizca¨ªno ha decretado la libertad provisional de tres j¨®venes detenidos anteayer en Barakaldo (Vizcaya) mientras pegaban carteles en los que se amenaza de muerte ("los d¨ªas que te quedan son una cuenta atr¨¢s", dice la leyenda), al consejero de Interior del Gobierno vasco, Juan Mar¨ªa Atutxa.