'Anarco funk'
Prince + The New Power Generation
Compositor, cantante y guitarra: Prince. Levi Seacer Jr. (guitarra), Sonny Thompson (bajo), Morris Hayes y Tommy Barbarella (teclados), Michael Bland (bater¨ªa), Mike Nelson (tromb¨®n), Brian Gallagher (saxo tenor), Kathy Jensen (saxo bar¨ªtono), Dave Jensen y Steve Strand (trompeta).
Bailarina: Mayte Garc¨ªa.
Plaza de Las Ventas. Madrid.
Entrada: 4.000 pesetas. 21 de agosto. 18.000 espectadores.
En la entrada, el jefe da rienda suelta a su banda de acompa?amiento, que adquirir¨¢ vida propia tras esta gira. The New Power Generation abre la velada con buen funk-jazz instrumental, que poco aliciente tuvo para un p¨²blico ¨¢vido de Prince. El ¨ªdolo comenz¨® con el tema My name is Prince, un peque?o contrasentido, teniendo en cuenta que es el nombre del que dice querer desprenderse. Los espectadores, ansiosos, le jalearon desde el primer instante y tambi¨¦n a la bella bailarina, Mayte Garc¨ªa, que fue aliger¨¢ndose de ropa.La m¨²sica del hombre que ha hecho popular a Minneapolis es funk sin normas ni limitaciones. Literalmente, Prince hace lo que le da la gana. La heterodoxia de su estilo le ha llevado a la cima. En cualquier caso, su m¨²sica puede confundir: no es f¨¢cil y est¨¢ repleta de arreglos peculiares y estructuras alejadas de lo convencional. No es que Prince sea un animal de escena, sino que el escenario es su medio natural. Se mueve con la ambig¨¹edad que persigue y fomenta, se desgarra cuando se aproxima al soul, guitarrea a fondo en el robusto funk-rock Let's go crazy, donde ba?a al p¨²blico con serpentinas. Prince re¨²ne varias personalidades en una sola identidad. Es por otra parte un maestro de la danza. En Kiss empieza a comunicarse con el p¨²blico, y es que el astro, aunque distante, tambi¨¦n deja caer alg¨²n gesto humano.
Prince domina todas las facetas de la escena con una naturalidad absolutamente asombrosa. Con la guitarra puede parecer como si Hendrix hubiera resucitado, o marcarse unos acordes espa?oles para acercarse al personal.
Con Purple Rain cal¨® en los presentes. Prince alarg¨® el ¨¦xtasis a satisfacci¨®n de todos. Luego se tom¨® un breve respiro para apostarse ante el piano y cambiar de ritmo. Entr¨® con relajados acordes para introducirse en una escueta sesi¨®n de swing. Las contorsiones de su peque?o cuerpo fueron recibidas con grandes exclamaciones mientras su voz se bat¨ªa en duelo con el saxo de Kathy Jensen.
Prince es un m¨²sico todo terreno que respira m¨²sica por todos sus poros. Cuaj¨® una faena de altura en el coso de Las Ventas. No necesita de trucos forzados para estimular a la audiencia. Cuesta creer que un personaje capaz de abstenerse de comer para seguir creando en su laboratorio de Paisley Park, vaya a retirarse durante este pr¨®ximo trienio. Prince, Victor, o como quiera que sea ese signo caprichoso que se le ha antojado, volver¨¢ a la producci¨®n antes de lo esperado. Nadie le ve de ejecutivo como vicepresidente de Warner.
Le llamamos se?or
Prince no habla con los mortales. S¨®lo la corte que ha elegido a lo largo de su carrera es digna de tan alto honor. No ha dado entrevistas hace a?os y lo que rodea su vida es enigm¨¢tico. No ha llegado a la excentricidad de Michael Jackson, pero la fortaleza invisible que lo circunda es tan impenetrable como la de su adversario musical.En esta gira, que se supone la ¨²ltima de esta etapa de su carrera, sale con otra rareza. No quiere que le llamen Prince. Prefiere que le llamen con un impronunciable signo de aspecto esot¨¦rico que se ha inventado o, sencillamente, V¨ªctor. Morris Hayes, teclista de The New Power Generation -el grupo de Prince- dice que ellos no se complican la vida. "Simplemente le llamo se?or", dice.
Hace poco m¨¢s de un a?o que entr¨® en el grupo, pero pronto quedar¨¢ hu¨¦rfano. El retiro de Prince liberar¨¢ a The New Power Generation, que empezar¨¢ una carrera en solitario. "Ser¨¢ una nueva etapa muy interesante", dice Hayes. "Le echaremos de menos, porque Prince es un verdadero genio musical. Nos comunicamos directamente a trav¨¦s de la m¨²sica y cada uno aporta algo. No es hombre de muchas palabras. Es muy abierto, pero tiene las ideas claras y sabe lo que quiere. Yo he aprendido much¨ªsimo a su lado. ?l siempre est¨¢ pensando, siempre tiene mil cosas en la cabeza y es capaz de traducirlas en sus composiciones de forma r¨¢pida y segura. Cuando sales despu¨¦s de trabajar con ¨¦l y llegas a casa, lo ¨²nico que quieres es emularlo. Es el m¨²sico de pop m¨¢s creativo e importante de los ¨²ltimos a?os. Es quien ha salvado al pop de hundirse en la monoton¨ªa", afirma. "Sin embargo, nosotros tambi¨¦n tenemos cosas que decir musicalmente".
Parece que la noticia de su pronta liberaci¨®n les ha cogido un poco por sorpresa porque no saben bien qu¨¦ pasar¨¢ con los temas que han compuesto en com¨²n. "Eso lo decidir¨¢ ¨¦l", dice Hayes, "nosotros no hemos pensado en ello".
Prince es no s¨®lo compositor y cantante, adem¨¢s de multiinstrumentista y productor, sino tambi¨¦n bailar¨ªn. Este aspecto es el que mejor conoce Mayte Garc¨ªa, la bailarina de origen hispano que acompa?a a Signo en esta gira europea titulada Act II. Cuando se le pasan los nervios habla un aceptable castellano, pero prefiere expresarse en ingl¨¦s. Se comunica mejor con el cuerpo. "?l es una persona extraordinaria que se interesa por todo. Me escogi¨® porque yo tambi¨¦n hago de todo, desde cl¨¢sico hasta m¨²sica latina, ballet contempor¨¢neo o aer¨®bico. Sabe c¨®mo y cu¨¢ndo incorporarlo todo y lograr algo espont¨¢neo y vivo. El flamenco tambi¨¦n le interesa, y algo de ello hay en este espect¨¢culo", afirma. "Yo salgo a escena y me dejo llevar por lo que siento. ?l sabe perfectamente qu¨¦ hacer".
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