Chamaco corta la temporada

La reaparici¨®n de Chamaco tras su reciente percance de Colmenar Viejo, fue feliz a efectos estad¨ªsticos por la oreja que obtuvo, pero a?adi¨® p¨¦simas consecuencias para su temporada, que anunci¨® que cortaba definitivamente porque se le abri¨® la herida. El onubense ni siquiera pudo dar la vuelta con el trofeo, que logr¨® por su entrega, cuando el ventarr¨®n g¨¦lido procedente de la serran¨ªa de Alcaraz soplaba fort¨ªsimo. La faena en s¨ª, que inici¨® y acab¨® de hinojos fue de bisuter¨ªa art¨ªstica y, a falta de esencias, Chamaco le ech¨® pelendengues a una lidia mitad de quietud jesulin¨ªstica, mitad de detalles cordobes¨ªsticos.El otro momento en que la tarde se calent¨® lleg¨® con el ¨²ltimo toro, que deb¨ªa haber correspondido a Chamaco; un casta?o encastado pero con cierta aspereza que D¨¢maso Gonz¨¢lez supo limar aplicando su cl¨¢sica lidia: distancia dej¨¢ndose ver, cite al pit¨®n contrario, la muleta plana y por delante, el temple en la mu?eca dormida, y la ligaz¨®n para engarzar el siguiente pase.

Esta verdad iba camino de otra explosi¨®n damas¨ªstica cuando el burel colg¨® su enclenque cuerpecillo de los pitones, afortunadamente sin consecuencias. Despu¨¦s, ya no fue lo mismo, pues el bicho se recreci¨® buscando a este peque?o gran torero, quien opt¨® por despenarlo.

El bicorne le hab¨ªa gustado tanto a D¨¢maso que hasta el albacetense fue capaz de torearlo variado con el percal. Ya lo hizo con el primero, que se rompi¨® un pit¨®n contra las tablas. impidiendo otra cosa que no fuera un anodino toreo de sal¨®n. D¨¢maso naveg¨® entre las procelosas aguas del calamocheo del buey que sali¨® en cuarto lugar.

A Ni?o de la Capea debieron impresionarle las dos veletas afiladas del escurrido segundo, y le aplic¨® un toreo bailongo y descompuesto. Al quinto lo veronique¨® con ajuste y cierta donosura para sacarle algunos limpios muletazos sueltos, en mezcolanza con varios enganchones.