La CE se encamina hacia una gran batalla institucional
Espa?a se suma a Francia y al Reino Unido para impedir que los Estados peque?os dominen la CE
El Tratado de Maastricht no ha entrado a¨²n en vigor, los Doce no se han puesto todav¨ªa de acuerdo sobre una postura com¨²n en la negociaci¨®n del GATT (Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio) y ya se perfila en el horizonte la nueva gran batalla que enfrentar¨¢ a los Estados de la Comunidad Europea: la reforma institucional. Esta vez la l¨ªnea divisoria no pasa entre federalistas y partidarios de la zona de libre cambio sino entre pa¨ªses grandes y peque?os y Espa?a acaba de alinearse con prudencia con los primeros para intentar no perder peso cuando la Comunidad Europpea (CE) se ampl¨ªe a Austria y Escandinavia."?Podemos seguir retrasando el debate sobre la adaptaci¨®n de las instituciones europeas?", se preguntaba a principios de mes Alain Jupp¨¦, ministro franc¨¦s de Asuntos Exteriores. "Observamos que incluso con 12 miembros funciona mal". Y volv¨ªa a interrogarse: "?Qu¨¦ suceder¨¢ entonces cuando seamos 16 o 20?". Las palabras de Jupp¨¦ ponen de relieve no tanto la preocupaci¨®n francesa por posibles chirridos en el engranaje comunitario sino el temor a quedar en minor¨ªa en una CE dominada por los peque?os.
Si finalmente se incorporan a la CE los cuatro pa¨ªses (Austria, Finlandia, Suecia y Noruega) con los que Bruselas negocia actualmente, los cinco Estados grandes (Alemania, Reino Unido, Italia, Francia y Espa?a) ostentar¨¢n a¨²n el 78% de la poblaci¨®n comunitaria, pero el n¨²mero de votos del que dispondr¨¢n en el Consejo de Ministros disminuir¨¢ del actual 63% al 52%.
Para Espa?a la situaci¨®n ser¨ªa a¨²n m¨¢s preocupante, explica un alto funcionario, "porque los candidatos al ingreso son pa¨ªses n¨®rdicos con escasa sensibilidad por los problemas mediterr¨¢neos y podr¨ªamos quedar m¨¢s f¨¢cilmente en minor¨ªa a la hora de defender nuestro aceite de oliva o nuestras frutas y hortalizas".
De ah¨ª que en los gobiernos de los cinco pa¨ªses grandes se empiece a reflexionar sobre las modalidades de una inminente reforma institucional antes de la ampliaci¨®n. Temerosa de perder influencia en una Comunidad ampliada a peque?os Estados afines a Alemania, Francia lleva la voz cantante. Su ministro de Asuntos Europeos, Alain Lamassoure, ha esbozado ya por escrito algunas sugerencias sobre la reforma institucional mientras un grupo de trabajo franco-alem¨¢n se re¨²ne peri¨®dicamente desde principios de a?o.
El proyecto franc¨¦s no est¨¢ a¨²n perfilado pero, seg¨²n diversas fuentes, baraja la idea de modificar la ponderaci¨®n del voto en el Consejo de Ministros para que sea un poco m¨¢s proporcional al peso demogr¨¢fico de cada Estado. Actualmente Francia dispone de un voto por cada 5,6 millones de habitantes, Espa?a por cada 4,9, Dinamarca por cada 1,7 y Luxemburgo por menos de 200.000. Otra opci¨®n recogida por Lamassoure consiste en sustituir la actual minor¨ªa de bloqueo de 23 sufragios, sobre un total de 76, por una nueva que reagrupar¨ªa a dos Estados grandes y uno peque?o.
Tambi¨¦n esgrime Lamassoure la posibilidad de reducir el n¨²mero de comisarios, obligando as¨ª a los peque?os Estados a rotar en el cargo; de modificar los turnos de las presidencias para que los "grandes" encabecen con m¨¢s frecuencia el Consejo de Ministros, y de reducir a tres los idiomas de trabajo (ingl¨¦s, franc¨¦s y alem¨¢n) aunque bajo cuerda reconoce que espa?ol e italiano obtendr¨ªan el mismo trato.
Curiosamente es en el Reino Unido donde estas ideas tuvieron la mejor acogida, sobre todo en lo concerniente a la futura pol¨ªtica
La CE se encamina hacia una gran batalla institucional
exterior y de seguridad com¨²n. Londres considera ya rid¨ªculo que, cuando Luxemburgo preside la CE, el jefe del Gobierno del Gran Ducado sea el interlocutor del presidente de EE UU. Al primer ministro italiano, Carlo Ciampi, el ¨²nico que evoc¨® la reforma institucional en la ¨²ltima cumbre europea, tambi¨¦n le seducen estas propuestas, pero la crisis que padece su pa¨ªs le impide jugar un papel protagonista.Alemania no tiene, en cambio, una posici¨®n clara. Est¨¢ desgarrada entre su deseo de incorporar cuanto antes a la Comunidad a los pa¨ªses centroeuropeos de su ¨®rbita de influencia pero tambi¨¦n es consciente de que, hoy en d¨ªa, es la m¨¢s subrepresentada en Bruselas y, con las nuevas adhesiones, esta situaci¨®n empeorar¨¢ si no se lleva a cabo la reforma. Un reciente informe del grupo parlamentario de la CDU (democristiano) se acerca a las tesis francesas pero el canciller Helmut Kohl se apresur¨® en marcar distancias con el documento.
Durante largo tiempo se?alado como el m¨¢s reacio a la ampliaci¨®n, el Gobierno espa?ol se muestra ahora especialmente cauto ante la batalla que se avecina para no volver a ser acusado de poner trabas a las nuevas adhesiones. Cuando, a principios de la primavera de 1992, a¨²n persist¨ªa la euforia provocada por Maastricht, el presidente Felipe Gonz¨¢lez dej¨® caer en privado la necesidad de que un directorio de Estados grandes dirigiese la CE. Su comentario suscit¨® tal polvareda que tuvo que recoger velas.
"En el fondo", dice un diplom¨¢tico espa?ol destinado en Bruselas, "no nos disgustan las ideas francesas aunque creemos que es acaso prematuro innovar tanto". A corto plazo, la diplomacia espa?ola considera imprescindible preservar los actuales equilibrios en el Consejo de Ministros para que los mediterr¨¢neos no sean f¨¢cilmente derrotados. "Que dos Estados grandes y uno peque?o constituyan la nueva minor¨ªa de bloqueo nos parece una buena f¨®rmula", agrega la misma fuente. "El resto (rotaci¨®n en la presidencias o n¨²mero de comisarios) nos importa menos, a?adi¨®.
Francia proyecta poner la reforma institucional sobre el tapete de la cumbre extraordinaria del 29 de octubre en Bruselas y es probable que los jefes de Gobierno encarguen a un grupo de sabios o a sus ministros de Exteriores que empiecen a estudiarla. Aunque salga adelante, sus promotores son conscientes de que el actual reajuste s¨®lo valdr¨¢ para la pr¨®xima ampliaci¨®n. Cuando los pa¨ªses del Este o Chipre y Malta franqueen las puertas de la CE habr¨¢ que repensar de nuevo sus instituciones.
Para acometer la reforma los Doce dispondr¨¢n de m¨¢s tiempo del previsto. La fecha del 1 de enero de 1995, fijada por la cumbre de Copenhague para el ingreso de los cuatro aspirantes, no ser¨¢ respetada. La negociaci¨®n de adhesi¨®n va muy retrasada.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.