Cientos de piras funerarias tratan de impedir que el terremoto de la India desemboque en epidemias
La zona este del Estado indio de Maharashtrano presenta indicios que revelen el violento terremoto que sacudi¨® la regi¨®n el pasado jueves de madrugada. No hay puentes retorcidos ni grandes socavones en las carreteras, los campos aparecen verdes y tranquilos, salpicados de cultivos de ma¨ªz y girasol. La primera evidencia del desastre, en el que se teme que hayan muerto hasta 25.000 personas, es el espeso humo que se levanta desde las innumerables piras funerarias con las que se pretende impedir el azote de las epidemias despu¨¦s de noche de intensas lluvias.
Las llamas ascienden mucho ya que en cada pira se incineran al menos 30 cad¨¢veres a la vez. Grupos de mujeres permanecen junto a la carretera. Se lamentan con gritos punzantes y se golpean la frente con los pu?os entre l¨¢grimas.La regi¨®n devastada cubre una zona de casi cien kil¨®metros de radio en torno al epicentro de terremoto que golpe¨® Maharashtra a las 03.56 (23..56 hora peninsular espa?ola), en un d¨ªa en el que gran n¨²mero de campesinos hab¨ªa abandonado sus granjas para acercarse a las aldeas y pueblos en que se celebraba la fiesta en honor a Ganesh, una divinidad hind¨² con cabeza de elefante asociada con la riqueza y la buena suerte. Al menos 13 pueblos de los distritos de Latur y Osmanabad en el Estado de Maharashtra pr¨¢cticamente todas las casas resultaron destruidas y reducidas a montones de piedras y suciedad.
El primer ministro indio, Narasimha Rao, dijo ayer que el Ej¨¦rcito avanzaba a marchas forzadas, y que miles de hombres armados con palas y excavadoras mec¨¢nicas se dirig¨ªan a la regi¨®n en que se produjo el temblor. Sin embargo, 24 horas despu¨¦s del terremoto que alcanz¨® una intensidad de 6,4 grados en la escala de Richter, s¨®lo un reducido grupo de soldados trabajaba en las labores de desescombro en Khillari, un pueblo en el que al menos 6.000 personas -la mitad de su poblaci¨®n- podr¨ªan haber perdido la vida. Grupos de estudiantes voluntarios supl¨ªan a los soldados arrancando los escombros con sus manos desnudas.
S¨®lo a ¨²ltima hora de la tarde de ayer, 36 horas despu¨¦s de la cat¨¢strofe, empezaron a converger en la regi¨®n los gigantescos convoyes militares. El cabecilla de la localidad de Khillari, un anciano atormentado por el desastre, se mord¨ªa los labios para no llorar mientras dec¨ªa: "Hoy no hemos localizado a ning¨²n superviviente. Hay gente muerta debajo de cada piedra, pero no conseguimos encontrar a nadie con vida".
Denuncias de la oposici¨®n
"En ocho pueblos, el 80% de la poblaci¨®n ha fallecido. El Gobierno est¨¢ dando simplemente las cifras de los cuerpos recuperados", declar¨® Dharamchand Choradia, miembro de la oposici¨®n en el Parlamento del Estado de Maharastra, donde ha ocurrido el terremoto. Seg¨²n Choradia, los muertos ascienden con gran probabilidad a 30.000. Las autoridades de Bombay, capital de Maharastra, han reconocido hasta ahora 10.000 muertos.La mayor¨ªa de las v¨ªctimas viv¨ªa en casas primitivas de piedra y adobe que fueron fulminadas por la sacudida. Un perro aullaba sobre los restos de un tejado mientras que un horripilante hedor de muerte, humana y animal, se elevaba de entre los escombros.
Un voluntario empe?ado en las tareas de rescate, descalzo y sin herramientas, apartaba fren¨¦tico piedras y restos de vigas intentando rescatar un cad¨¢ver. De repente, despu¨¦s de pelear un rato con los escombros, abandon¨® el lugar a la carrera entre juramentos, al descubrir que s¨®lo no pod¨ªa hacer nada.
La gente se mueve entre los restos de Khillari abatida por un terrible dolor. Un aire de desesperanza les embarga, por un lado la sensaci¨®n de que es pr¨¢cticamente imposible que nadie sobreviva m¨¢s de 24 horas bajo la avalancha de cascotes y barro. Por otro, la impresi¨®n de que el esfuerzo de b¨²squeda de sobrevivientes no es sino una pesadilla in¨²til.
India ha rechazado diversas ofertas de ayuda internacional para las v¨ªctimas del terremoto, pero los miembros de la gran comunidad asi¨¢tica que reside en el Reino Unido est¨¢n enviando donaciones de ayuda humanitaria a trav¨¦s de la Alta Comisaria India con sede en Londres.
Anoche hab¨ªa informes de que la India aceptar¨¢ ayuda si se trata de medicinas, equipos especializados o para colaborar en las tareas de reconstrucci¨®n de los pueblos derruidos en los que miles de personas han perdido sus hogares.
Una serie de ligeros temblores registrados ayer en Maharashtra despertaron el temor a un nuevo terremoto. Los sobrevivientes rescataron de entre las ruinas todo aquello que consideran ¨²til -una radio abollada, una m¨¢quina de coser o un ¨ªdolo hind¨²- para correr luego hacia los campos que rodean la ciudad. Los equipos de rescate han plantado cientos de tiendas y han erigido cl¨ªnicas y cocinas comunales para los refugiados.
Un funcionario local, Pradip Parti, que logr¨® rescatar los cuerpos de su t¨ªa y dos primas de entre los restos de la casa, los coloc¨® sobre la puerta ca¨ªda, apil¨® unos troncos sobre los cad¨¢veres, los roci¨® con petr¨®leo y les prendi¨® fuego como si estuviera quemando un mont¨®n de hojas de oto?o. "?C¨®mo reconstruiremos nuestras casas? S¨®lo somos pobres granjeros. No tenemos dinero. ?Y c¨®mo podemos saber que el Bhu-Khum [el terremoto] no golpear¨¢ de nuevo? No, nunca volveremos a este pueblo, nunca", dec¨ªa Pradip con la mirada perdida entre las llamas de la pira funeraria.
The Independent / EL PA?S
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