Clinton tomara represalias en Somalia si los rehenes estadounidenses sufren da?o
Las im¨¢genes de los cad¨¢veres norteamericanos arrastrados por las calles de Mogadiscio y M prisionero asustado que lamenta ante sus captores la muerte de inocentes obligan ahora al presidente Bill Clinton a permanecer en Somalia para salvar la cara. Clinton ha advertido que tomar¨¢ represalias si los prisioneros norteamericanos sufren da?o. M¨¢s armamento pesado y otros 220 soldados empezaron a salir ayer con destino a Mogadiscio, mientras Clinton y el jefe guerrillero somal¨ª Mohamed Far¨¢ Aidid se intercambian amenazas.
El v¨ªdeo del oficial Michael Durant (piloto de uno de los dos helic¨®pteros derribados el domingo) marca un momento decisivo en el conflicto de Somalia. El presidente norteamericano ha advertido que si le pasa algo a ese hombre, "Estados Unidos, no la ONU, tomar¨¢ las medidas oportunas".El general Aidid ha hecho un llamamiento por radio para que el pueblo de Somalia siga "resistiendo al colonialismo" y ha advertido a Clinton que el aumento de las fuerzas norteamericanas en el Cuerno de ?frica s¨®lo provocar¨¢ m¨¢s guerra. Fuentes pr¨®ximas a Aidid han comentado a periodistas en Mogadiscio que su guerrilla ha capturado a ocho soldados norteamericanos, que ahora se encuentran cerca de A?did para servirle como escudo ante los ataques norteamericanos.
El Pent¨¢gono no reconoce por el momento la existencia de prisioneros, aunque admite que seis soldados norteamericanos se encuentran desaparecidos desde los fuertes combates del pasado fin de semana.
Pese a la gravedad de los enfrentamientos en Somalia, las Naciones Unidas afirman que su misi¨®n all¨ª, planteada inicialmente como una ayuda para evitar la hambruna del a?o pasado, proseguir¨¢ hasta que la situaci¨®n est¨¦ bajo control. El n¨²mero de cascos azules en ese pa¨ªs es actualmente de 27.000, de los que 4.400 son norteamericanos, sin contar con los ¨²ltimos enviados.
Reuniones urgentes
El secretario general de la ONU, Butros Butros-Gali, que tiene prevista una visita a Somalia el pr¨®ximo d¨ªa 13, se reunir¨¢ hoy con funcionarios norteamericanos para analizar la situaci¨®n. Clinton se reuni¨® anoche con sus consejeros de seguridad para dise?ar la estrategia en este conflicto.
El secretario de Estado, Warren Christopher, dijo ayer que los soldados estadounidenses seguir¨¢n en Somalia hasta que puedan dejar un "entorno seguro", pero no mencion¨® la detenci¨®n de Aidid como un objetivo imprescindible. "Coger a Aidid no es el eje de nuestra misi¨®n", dijo Christopher en una entrevista en televisi¨®n.
Las bajas norteamericanas del ¨²ltimo fin de semana (13 muertos y decenas de heridos) han dado mucho m¨¢s argumentos a los congresistas que piden la retirada inmediata de las tropas de Somalia. "Traigamos de inmediato a nuestros j¨®venes y pongamos fin a esta matanza", dijo el senador republicano John McCain, un veterano de la guerra de Vietnam.
La operaci¨®n en Somalia revela, adem¨¢s, fuertes contradicciones en la pol¨ªtica norteamericana. Hace apenas siete d¨ªas, Christopher estaba en Nueva York negociando con la ONU la necesidad de una soluci¨®n pol¨ªtica. "La reconciliaci¨®n de los rivales pol¨ªticos es imprescidible", dec¨ªa entonces, pensando en una pronta retirada del contingente estadounidense.
La incoherencia entre esa posici¨®n y los combates del fin de semana es tan evidente que algunos comentaristas creen que Christopher y Clinton conocieron la operaci¨®n cuando ¨¦sta estaba ya en marcha. Butros-Gali ha rogado a reiteradamente a Estados Unidos que permanezca en Somalia para no dinamitar toda la operaci¨®n que logr¨® restablecer el reparto de la ayuda humanitaria en un pa¨ªs arrasado por la guerra civil. Ahora se le ha crealo al presidente norteamericano una situaci¨®n muy complicada. Retirarse ser¨ªa casi una capitulaci¨®n y quedarse no garantiza tampoco la desarticulaci¨®n r¨¢pida de las fuerzas de Aidid.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.