Un juez del Constitucional responsabiliza al alto tribunal de los sangrientos sucesos del Parlamento
El Tribunal Constitucional de Rusia tiene responsabilidad por la sangre derramada en los sucesos desencadenados el fin de semana en Mosc¨², al haber tomado decisiones que permitieron la salida a la calle de "hordas de bandidos rojo-pardos" y al haber bloqueado la posibilidad de resolver la crisis, cuando ¨¦sta no era tan aguda, mediante elecciones anticipadas. As¨ª lo manifest¨®, en una entrevista con EL PA?S, Ernst Amet¨ªstov, uno de los 13 jueces del Tribunal Constitucional, antes de que el alto tribunal fuese ayer suspendido por el presidente Bor¨ªs Yeltsin hasta que se adopte la nueva Constituci¨®n.
Amet¨ªstov, un jurista que en 1990 fue candidato a diputado del Parlamento Federal por la organizaci¨®n Rusia Democr¨¢tica, pertenece al sector disidente minoritario (de dos a cuatro magistrados, seg¨²n los casos) que han hecho constar divergencias con las decisiones del m¨¢s alto tribunal del Estado.Invocando el "derecho a defenderse de las tendencias m¨¢s extremistas", Amet¨ªstov asegura: "Como juez del Constitucional, exigir¨¦ la total prohibici¨®n de todos los partidos comunistas y fascistas, porque son un peligro mortal para todo el pueblo". Para Amet¨ªstov, el cese de Valeri Zorkin como presidente del Constitucional no basta para rehabilitar a la instituci¨®n que representa. "La mayor¨ªa de los jueces no se diferencian de ¨¦l. Son rojo-pardos, gentes que en su mayor¨ªa apoyan abiertamente partidos comunistas y fascistas y que no lo ocultan", se?ala. Amet¨ªstov es partidario de que todos los jueces del alto tribunal dimitan y dejen sus poltronas a nuevos jueces elegidos democr¨¢ticamente por el nuevo Parlamento. "As¨ª dar¨ªamos un paso honrado, reconocer¨ªamos que el Constitucional no ha podido cumplir su papel y que, gracias a su presidente y a la mayor¨ªa de los jueces que lo apoyaron, contribuy¨® en gran medida a esta crisis".
El Constitucional tom¨®, a su juicio, tres decisiones que "contribuyeron a empeorar la situaci¨®n legal". En el oto?o de 1992, legaliz¨® las organizaciones territoriales de base del Partido Comunista de la URSS (PCUS) y as¨ª invalid¨® parcialmente la decisi¨®n de Yeltsin de prohibirlo. En febrero de 1993, decidi¨® legalizar el Frente de Salvaci¨®n Nacional (FSN), la amalgama de comunistas y nacionalistas cuyo registro legal hab¨ªa sido impedido por un decreto del presidente. M¨¢s tarde, el Constitucional bloque¨® las elecciones legislativas y presidenciales al imponerles baremos pr¨¢cticamente inalcanzables (la mayor¨ªa del censo electoral) en el recuento de votos del refer¨¦ndum del 25 de abril, que apoy¨® al presidente.
La luz verde que el Constitucional dio a la reaparici¨®n del Partido Comunista y a la legalizaci¨®n del FSN son, seg¨²n Amet¨ªstov, "dos enormes -Pecados en nuestras conciencias, porque permitieron que aparecieran en la escena pol¨ªtica estas fuerzas superagresivas, dispuestas a todo, a provocar un ba?o de sangre y a transformar de nuevo el pa¨ªs en un gulag". "Existe", a?ade, "el derecho de asociaci¨®n para todos, pero tambi¨¦n el derecho a la vida y a la libertad. Como juez me encontraba con este dilema de conceder o no aquel derecho y result¨® que en Rusia, que acababa de salir del sistema totalitario, no se pod¨ªa dar el derecho a reunirse a las tuerzas de la revancha".
El ataque al Parlamento se inscribe, seg¨²n Amet¨ªstov, en una categor¨ªa legal, "el derecho a la autodefensa de todos los ciudadanos de Rusia contra las fuerzas que atentaron contra la Constituci¨®n, la ley, la vida y la libertad de la mayor¨ªa de la gente". Tras el 21 de septiembre, el juez Amet¨ªstov reconoci¨® que Yetsin hab¨ªa transgredido el marco de la Constituci¨®n, que no le daba derecho a disolver el Parlamento y a convocar elecciones.
Sin embargo, "la decisi¨®n del refer¨¦ndum es superior a la Constituci¨®n" y ¨¦ste dejaba clara, seg¨²n el juez, la voluntad popular de elecciones. "Ignorando el refer¨¦ndum, el Parlamento comenz¨® un ataque en toda regla a la pol¨ªtica socioecon¨®mica del Gobierno".
"Se realiz¨® una intencionada pol¨ªtica de cuanto peor, mejor, la t¨ªpica pol¨ªtica comunista y fascista. En esta situaci¨®n, el presidente estaba en el dilema de transgredir la Constituci¨®n en algunos art¨ªculos y cumplirla en otros. Era un conflicto dentro de la misma Constituci¨®n, debido a su car¨¢cter contradictorio", afirmar Amet¨ªstov.
El Constitucional, impulsado por su presidente, "colabor¨® abiertamente con las fuerzas pol¨ªticas que llevaron al pa¨ªs al derramamiento de sangre". Seg¨²n Amet¨ªstov, el tribunal comenz¨® defendiendo desapasionadamente los derechos de los ciudadanos. M¨¢s tarde, se politiz¨® y "se decant¨® a favor de las fuerzas reaccionarias".
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