La Alianza Atl¨¢ntica ofrecer¨¢ a los centroeuropeos garant¨ªas de seguridad, pero no la adhesi¨®n

La preocupaci¨®n de las potencias occidentales por no incomodar al presidente Bor¨ªs Yeltsin ante la jerarqu¨ªa militar rusa, de la que depende crecientemente, ha dado al traste con el deseo de cuatro pa¨ªses centroeuropeos de ingresar r¨¢pidamente en la Organizaci¨®n del Tratado del Atl¨¢ntico Norte (OTAN). En su pr¨®xima cumbre de enero, la OTAN se dispone, sin embargo, a proponer a los candidatos a la adhesi¨®n la soluci¨®n alternativa de ofrecerles garant¨ªas de seguridad a¨²n por definir de forma detallada, seg¨²n indican fuentes diplom¨¢ticas.Fue el propio Yeltsin el que abri¨® la caja de los truenos cuando en agosto pasado visit¨® Varsovia y Praga. No dud¨® entonces en afirmar que ambos ex aliados sovi¨¦ticos eran libres de adherirse a la OTAN. Aquellas declaraciones suscitaron reacciones entusiasmadas sobre todo del secretario general de la OTAN, el alem¨¢n Manfred Woerner, y del ministro alem¨¢n de Defensa, Volker Ruehe, que vaticinaban incluso que el ingreso se podr¨ªa producir en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Alianza del 10 de enero en Bruselas.

Cuatro pa¨ªses que pertenecieron al Pacto de Varsovia -Polonia, Hungr¨ªa, Eslovaquia y la Rep¨²blica Checa (estos dos ¨²ltimos formaban la antigua Checoslovaquia)- intentan desde hace meses ser acogidos bajo el paraguas de una estructura de seguridad m¨¢s consistente que el actual Consejo de Cooperaci¨®n. Los ¨²ltimos acontecimientos en Rusia han reavivado su temor a ser las primeras v¨ªctimas del eventual regreso al poder de fuerzas comunistas o nacionalistas.

Presi¨®n militar

Por ahora, sin embargo, ha vencido Yeltsin gracias a un Ej¨¦rcito que ejerce una creciente presi¨®n sobre el presidente. Las Fuerzas Armadas rusas no ven con buenos ojos un acercamiento de sus antiguos sat¨¦lites al sistema de defensa occidental y el ministro ruso del ramo, el general P¨¢vel Grachov, no dud¨® en manifest¨¢rselo a su hom¨®logo h¨²ngaro, Lajos Fur. Le dijo, seg¨²n la agencia de prensa h¨²ngara, que ser¨ªa "lamentable" que los ex miembros del Pacto de Vasovia entren en la OTAN.Antes incluso de disolver el Parlamento y de recurrir al Ej¨¦rcito para aplastar la insurreci¨®n que instig¨® el ¨®rgano legislativo, Yeltsin hab¨ªa empezado a dar marcha atr¨¢s. En una carta enviada en septiembre a cuatro capitales (Washington, Par¨ªs, Londres y Bonn) el presidente ruso advirti¨® sobre las consecuencias de una extensi¨®n de la OTAN hacia el Este sin tener en cuenta las exigencias de seguridad de Mosc¨². Paralelamente, insin¨²a ahora con no respetar los niveles de armamento permitidos en el C¨¢ucaso por el tratado sobre desarme convencional.

Los t¨¦rminos en los que est¨¢ redactada la misiva presidencial, que evoca el acuerdo sobre la unificaci¨®n alemana alcanzado entre Rusia, Estados Unidos, el Reino Unido y Francia, recuerdan a los expertos occidentales el lenguaje tradicional de los militares rusos. El texto subraya que las tres potencias se comprometieron entonces a que la OTAN no instale fuerzas en Alemania del Este e interpreta que, en consecuencia, tampoco puede fraguar ninguna alianza con Estados centroeuropeos.

Aunque no tenga raz¨®n, los occidentales no quieren complicar la labor de Yeltsin. Todos han recogido velas, empezando por Ruehe, quien en un discurso pronunciado el jueves afirmaba: "Tenernos que tomar en consideraci¨®n la situaci¨®n extremadamente dificil de las fuerzas de la reforma en Rusia". Abogaba incluso por desarrollar una "nueva asociaci¨®n estrat¨¦gica" en materia de seguridad entre la Alianza Atl¨¢ntica y su antiguo adversario, una idea que tambi¨¦n figura en la carta.

Candidatos frustrados

Para no decepcionar a los aspirantes al ingreso, la Alianza Atl¨¢ntica estudia ahora ofrecerles con toda la solemnidad que proporciona una cumbre garant¨ªas de seguridad. Al no poder convertirse en miembros de pleno derecho, los frustrados candidatos aceptar¨¢n la propuesta alternativa de que grupos de trabajo compuestos por expertos de la Alianza Atl¨¢ntica y funcionarios de los cuatro pa¨ªses empezar¨¢n en breve a elaborar.La carta del presidente Bor¨ªs Yeltsin y la crisis rusa han suscitado, sin embargo, un profundo malestar entre los ex aliados de Mosc¨². En Varsovia, el Consejo de Seguridad polaco, del que forman parte el Ej¨¦rcito, la polic¨ªa y el Gobierno, reiter¨® que los sucesos de Mosc¨² "ponen una vez m¨¢s de relieve la importancia de la futura adhesi¨®n de Polonia a la OTAN".