El incienso del pueblo
Las religiones renacen en China con fuerza a medida que se aleja el comunismo
El distanciamiento progresivo del comunismo ha conducido a millones de chinos a la b¨²squeda de caminos para encontrar una compensaci¨®n a su vac¨ªo espiritual. La religi¨®n, antes denominada como "el opio del pueblo", vuelve de nuevo a China, desde los cultos tradicionales hasta las sectas ocultas, pasando por una ebullici¨®n del cristianismo.La recuperaci¨®n de las religiones y los cultos es especialmente destacable entre los j¨®venes. Atra¨ªdos por una mezcla de lo viejo y lo curioso, se inclinan por volver a las antiguas tradiciones chinas, como el budismo, el tao¨ªsmo o las creencias populares, o por iniciarse en cultos importados, como el cristianismo.
Algunos se limitan a participar del folclor de los rituales, como quemar incienso o colgarse amuletos o cruces, pero otros van m¨¢s all¨¢ y hacen de la religi¨®n una parte importante de sus vidas. Un peri¨®dico local publicaba recientemente el caso de varios miembros de la Liga de las Juventudes Comunistas que se hab¨ªan afeitado la cabeza para convertirse en monjes budistas.
Aunque la religi¨®n a¨²n est¨¢ oficialmente considerada en China como un remanente de las supersticiones feudales, b¨¢sicamente incompatible con el materialismo socialista, los dirigentes posmao¨ªstas han adoptado una actitud considerablemente m¨¢s liberal. El budismo, que se introdujo en China en el siglo 1 antes de Cristo, sufri¨® da?os mayores que cualquier otra fe durante las tres d¨¦cadas de ate¨ªsmo oficial.
En muchos lugares, pero especialmente en T¨ªbet, los templos fueron destruidos; los monjes, encerrados -a veces incluso ejecutados-, y las creencias populares, reprimidas. Ahora, el budismo reaparece en un revival cuyas expresiones externas afloran a la vista del observador pro fano. Sobre todo en el sur del pa¨ªs, se han restaurado templos por cuestaci¨®n popular, han reaparecido las tiendas especializadas en art¨ªculos de culto, se han reorganizado los funerales religiosos y en numerosos comercios proliferan los peque?os altares budistas, que a menudo coexisten con im¨¢genes de Mao.
Resurgir del islam
Mientras, en el Turquest¨¢n chino, la regi¨®n fronteriza del Xinjiang, se detecta un vigoroso resurgir del islam entre la etnia de origen turco que preocupa a Pek¨ªn por sus connotaciones independentistas. Hay que tener en cuenta que, adem¨¢s de su indudable valor estrat¨¦gico, este puente entre Oriente y Occidente, surcado desde la antig¨¹edad por la Ruta de la Seda, es una de las ¨¢reas con mayores recursos naturales de todo el pa¨ªs, una inmensa reserva de petr¨®leo, uranio, carb¨®n y cobre.En el pasado, la abolici¨®n del islamismo,. con la consecuente clausura de mezquitas y quema de libros sagrados, provoc¨® sangrientos enfrentamientos entre los guardias rojos y la comunidad musulmana. A pesar de que se ha restablecido la libertad religiosa, el pragmatismo con que oficialmente se trata a las religiones irrita a¨²n a las minor¨ªas isl¨¢micas. Una reciente prueba de ello han sido las manifestaciones de grupos musulmanes por la publicaci¨®n de un comic en el que se trataban de manera algo fr¨ªvola sus h¨¢bitos gastron¨®micos.
El cristianismo, que se ha identificado siempre con el lejano Occidente, sin duda hace que su atractivo aumente a ojos de muchos. La Iglesia Cat¨®lica Romana fue prohibida tras la llegada al poder del Partido Comunista. La alternativa oficial es la llamada "Iglesia Patri¨®tica", que no mantiene relaciones con el Vaticano y no reconoce la autoridad del Papa.
La Iglesia Patri¨®tica de China tiene alrededor de tres millones de miembros, frente a una comunidad de siete millones de cat¨®licos romanos, que se ven obligados a permanecer en la clandestinidad. La reaparici¨®n de cristianos fieles a Roma ha promovido persecuciones en muchas partes de China, y se han denunciado en la prensa de Hong Kong redadas en iglesias clandestinas, con arrestos y torturas.
La reciente visita a China del cardenal Echegaray ha sido un intento de aproximaci¨®n al Vaticano, aunque para muchos observadores es s¨®lo el principio de un largo proceso que se culminar¨ªa con un futuro viaje del Papa y el restablecimiento de relaciones diplom¨¢ticas.
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