Genio y locura hasta la sepultura
Nuevas investigaciones prueban la relaci¨®n entre creatividad y depresi¨®n
?A que se debe", preguntaba Arist¨®teles en el siglo IV antes de Cristo, "que todos los hombres que destacan en filosof¨ªa, poes¨ªa o arte sean melanc¨®licos?" Como suele ocurrir el t¨®pico sobre la relaci¨®n entre el genio y la locura contiene un gran n¨²cleo de verdad. Psiquiatras, neur¨®logos y expertos en gen¨¦tica evolutiva han acumulado por fin pruebas s¨®lidas de que el v¨ªnculo entre ciertas disfunciones mentales -sobre todo psicosis maniacodepresiva y depresi¨®n mental- y el logro art¨ªstico es real.La lista de artistas a los que se ha diagnosticado con certeza psicosis maniacodepresiva o depresi¨®n mental constituye un pante¨®n de personajes ilustres: lord Byron, Herman Melville, Robert Schumann, Virginia Woolf, Samuel Taylor Coleridge, por nombrar s¨®lo algunos.
"La gente cree que todo este ¨¢mbito de investigaci¨®n es muy resbaladizo, muy hueco e insustancial. No se dan cuenta de lo s¨®lido y consistente que es en realidad el trabajo", afirma Kay Redfleld Jamison, profesora de Psiquiatr¨ªa en la Universidad John Hopkins de Baltimore.
Los psiquiatras han descubierto que, entre los artistas m¨¢s destacados, las tasas de psicosis maniacodepresiva y depresi¨®n mental son entre 10 y 30 veces superiores a las registradas entre la media de la poblaci¨®n.
Un aspecto importante es que las fases de man¨ªa o de depresi¨®n est¨¢n interrumpidas por prolongados intervalos de normalidad, en los que se observa que los artistas ejercen pleno control sobre su trabajo.
"Las personas que padecen psicosis maniacodepresiva pueden sentirse muy asustadas y extremadamente seguras al mismo tiempo. Y se requiere esa confianza desmedida cuando uno est¨¢ rompiendo fronteras art¨ªsticas y haciendo cosas que nadie ha hecho antes", dice Jamison.
Aunque la creatividad es obviamente un elemento esencial de muchas profesiones, el v¨ªnculo entre creatividad e inestabilidad mental es m¨¢s acusado en las artes que en otros campos. Por ejemplo, Arnold M. Ludwig, profesor de Psiquiatr¨ªa del Centro M¨¦dico de la Universidad de Kentucky, en Lexington, estudi¨® la incidencia de trastornos psiqui¨¢tricos entre 1.004 hombres y mujeres eminentes.
Tomando ocho profesiones art¨ªstico-creativas y otras 10 profesiones, estudi¨® a individuos de la talla de Aldous Huxley, Alexander Grahain Bell, Albert Einstein y Henri Matisse. As¨ª Ludwig descubri¨® que los trastornos psiqui¨¢tricos eran mucho m¨¢s comunes entre los artistas que entre los dem¨¢s. Por ejemplo, la tasa de alcoholismo era de un 60% entre los actores y de un 41% entre los novelistas, mientras que s¨®lo afectaba a un 3% de los f¨ªsicos y a un 10% de los militares. En el caso de la psicosis maniacodepresiva, se considera que el 17% de los actores y el 13% de los poetas padecen esta alteraci¨®n, mientras que el porcentaje de cient¨ªficos afectados es de un 1%, una incidencia comparable a la registrada entre la media de la poblaci¨®n.
Al observar la sorprendente correlaci¨®n entre inestabilidad emocional y creatividad, algunos investigadores est¨¢n intentando descubrir la base neurobiol¨®gica tanto de la inestabilidad mental como de la inspiraci¨®n, y averiguar c¨®mo un trastorno emocional puede nutrir o agudizar un pensamiento creativo.
Algunos cient¨ªficos sugieren que, como los pacientes afectados por una psicosis maniacodepresiva van siempre subidos al expreso bioqu¨ªmico que enlaza los extremos emocionales, sus cerebros acaban teniendo mecanismos de transmisi¨®n m¨¢s complejos y una plasticidad mucho m¨¢s acusada que la de los cerebros menos volubles. Esta intensificada interconexi¨®n entre una zona neural y la siguiente, as¨ª como la receptividad constante a nueva informaci¨®n, puede permitir que una persona con un trastorno emocional sintetice pensamientos aparentemente incoherentes y recree lo ordinario en lo extraordinario -la esencia de la creaci¨®n art¨ªstica-.
Jamison y otros especialistas proponen adem¨¢s que la energ¨ªa desmesurada de una fase maniaca puede dar origen a un volc¨¢n de ideas a las que la mente puede luego dar una forma significativa durante los momentos menos fren¨¦ticos, m¨¢s esc¨¦pticos, de una depresi¨®n o en un lapso de normalidad.
Otros investigadores que abordan el problema desde una perspectiva evolutiva sostienen que la psicosis maniacodepresiva no es una enfermedad, sino un rasgo, una variaci¨®n gen¨¦tica bastante com¨²n que en la ¨¦poca prehist¨®rica confer¨ªa fuertes ventajas a aquellos que lo heredaban. A partir de sus estudios sobre familias y hermanos gemelos, los investigadores han llegado a la conclusi¨®n de que hay un fuerte componente hereditario en la predisposici¨®n a la psicosis maniacodepresiva.
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