La reuni¨®n de la OTAN en Alemania aplaza los asuntos conflictivos
La reuni¨®n de los ministros de Defensa de la OTAN en la localidad alemana de Travem¨¹nde, en el B¨¢ltico, se ha vaciado considerablemente de contenido. Lo primero en desaparecer ha sido la raz¨®n principal de su convocatoria, decidir el env¨ªo de tropas a Bosinia para hacer respetar el acuerdo de paz, que parec¨ªa inminente, pero que sigue sin firmarse. El segundo asunto previsto en la agenda, la ampliaci¨®n hacia el Este con la entrada de Polonia, Hungr¨ªa y la Rep¨²blica Checa, ha chocado con la decidida oposici¨®n de Mosc¨², cuyas presiones han convencido a los l¨ªderes de Occidente de posponerla a largo plazo.
Ni siquiera va a producirse el previsto acercamiento de Francia a la estructura militar de la Alianza, que viene anunci¨¢ndose desde hace ya tiempo. Dado el car¨¢cter supuestamente "infomal" de la reuni¨®n y el hecho de que fueran a tratarse temas, como el de Bosnia, que conciernen directamente a Par¨ªs, se esperaba la presencia del ministro de Defensa franc¨¦s, Frano?ois L¨¦otard, pero finalmente no ser¨¢ as¨ª. Fueron, pues, 15 responsables de las carteras de Defensa de la OTAN, entre los que se encontraba el espa?ol Juli¨¢n Garc¨ªa Vargas, los que se encontraron ayer por la tarde en la ciudad de L¨¹beek, donde fueron recibidos por la ministra presidenta del land de Schlesvvig-Holstein, Heide Simonis.Mientras que el tema de la participaci¨®n de la OTAN en labores de pacificaci¨®n en la antigua Yugoslavia quedaba una vez m¨¢s aparcado a la espera de un acuerdo de paz con m¨ªnimas garant¨ªas, los acontecimientos de las ¨²ltimas semanas en Mosc¨² daban al traste con las esperanzas de algunos de los antiguos enemigos de la Alianza de entrar a formar parte del club militar de Occidente. El apoyo prestado por el estamento militar al presidente ruso Bor¨ªs Yeltsin en su enfrentamiento con el Parlamento rebelde ha reforzado la posici¨®n de los altos mandos militares de Mosc¨², que consideran que la entrada en la OTAN de sus antiguos aliados supone una amenaza contra Rusia y la aisla a¨²n m¨¢s de Occidente.
Incluso Bonn, que hace tan s¨®lo unas semanas parec¨ªa dispuesta a forzar la entrada de estos pa¨ªses, ha dado marcha atr¨¢s. No s¨®lo el ministro de Defensa, Volker R¨¹he, ha cambiado su discurso y reconoce que "hay que tener en consideraci¨®n la seguridad de Rusia", sino que incluso el canciller, Helmut Kohl, ha indicado que "ahora es impensable plantearse que puedan convertirse ahora en miembros de la Alianza". Kohl ha sugerido, para compensar la decepci¨®n de estos pa¨ªses que buscan en la OTAN un paraguas que les proteja de las sacudidas que a¨²n pueden producirse en Rusia, aumentar la colaboraci¨®n bilateral y establecer lazos especiales.
Para Espa?a, que considera peligroso y perjudicial a sus intereses todo lo que sea una extensi¨®n de Europa hacia el Este, los ¨²ltimos acontecimientos suponen un respiro que evitar¨¢ a Garc¨ªa Vargas tener que jugar abiertamente el papel de aguafiestas.
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