Fran?oise Gilot: "Picasso fue para m¨ª un amor, y Matisse, un amigo"

Es su segundo viaje a Espa?a en pocos a?os, y su segunda exposici¨®n en la galer¨ªa B¨¢rcena, de Madrid. Fran?oise Gilot, de la que todo el mundo sabe que es la ¨²nica mujer que abandon¨® a Picasso, que hoy comparte su vida con Jonas Salk, el cient¨ªfico que ha. salvado a los ni?os de la polio hace casi medio siglo, es una pintora rigurosa y sensible y una escritora penetrante. Ha viajado a Madrid para presentar el libro Picasso y Matisse (Destino). Esta historia, Picasso y Matisse. Una amistad entre artistas, es, como ella misma dice, "algo m¨¢s que un libro de memorias: es una reflexi¨®n sobre el arte, m¨¢s asequible al p¨²blico gracias al hilo argumental de la historia de esta amistad singular".

La amistad entre Picasso y Matisse, y la relaci¨®n de ambos con Fran?oise Gilot, pintora desde muy joven, independiente y luchadora por su independencia, es casi un pretexto. "Su amistad", dice, "era de artistas y como artista yo he hecho hincapi¨¦ en ello desde el t¨ªtulo del libro, que en ingl¨¦s se llama directamente Una amistad en el arte". No obstante, el libro est¨¢ lleno de jugosas historias, de conversaciones, encuentros y juicios sobre personas, que pod¨ªan ser Braque, Gertrude Stein, Louis Aragon, Tristan Tzara o Alberto Giacometti: los nombres que han llenado el esp¨ªritu del siglo y que, unos m¨¢s directamente, otros menos, estaban en el ¨¢mbito pr¨®ximo a Picasso y Gilot, en el tiempo de su relaci¨®n: entre 1943, en que se conocen, o mejor, entre 1946, en que empiezan a vivir juntos, y 1954, en que, poco antes de la muerte de Matisse, Fran?oise Gilot y sus hijos Claude y Paloma abandonan al pintor malague?o.De su relaci¨®n con ambos pintores, dice Fran?oise Gilot que "no es comparable. Con Picasso tuve un amor que fue muy importante en mi vida. Con Matisse, una amistad que era m¨¢s admiraci¨®n art¨ªstica que sentimiento personal, si es que se puede hablar en estos t¨¦rminos. Picasso me llevaba 40 a?os, y Matisse, 52. Yo le admiraba y le quer¨ªa casi como a un abuelo".

Con Picasso, dice, "hubo opiniones comunes sobre un sinn¨²mero de cosas que pasaba por encima de la diferencia de edad. Creo que era esa proximidad de la inteligencia y los sentimientos, que para m¨ª era m¨¢s importante que el te quiero o me quieres de los peque?os amores comunes".

?Y qu¨¦ le debe Gilot como artista a Picasso y a Matisse? "A Pablo lo m¨¢s importante fue verle trabajar, y concretamente esa intensidad imponente con que trabajaba. Si uno pintaba, no pod¨ªa hacer otra cosa. La pintura, no es que fuera lo m¨¢s importante, es que era lo ¨²nico que importaba. Cuando le conoc¨ª, yo ya pintaba, pero me interesaban un mont¨®n de cosas m¨¢s. Hac¨ªa equitaci¨®n y otras muchas actividades. ?l consideraba que si se era pintor, se era pintor todo el tiempo, cada minuto. Y de alguna manera ten¨ªa raz¨®n: las otras preocupaciones y placeres restan energ¨ªa para la pintura, y ¨¦sta es una cuesti¨®n de energ¨ªa. Esa concentraci¨®n extraordinaria, vista tan de cerca, es lo que m¨¢s le debo". "En cuanto a Matisse, era otra cosa. Eran sus resultados, porque yo no le ve¨ªa trabajar como a Picasso. Y si el espa?ol era un anatomista de la pintura que pon¨ªa todo en cuesti¨®n casi hasta destruirlo, que no estaba conforme nunca, Matisse era un poeta, que buscaba lo esencial y que, milagrosamente, lo encontraba".