Con el sexo hemos topado

No pasa nada si te casas por la Iglesia y te separas. Puedes acceder, sin ning¨²n problema, a todos los sacramentos. Ser¨¢s un fiel de primera categor¨ªa. Ahora, si te arrejuntas o vuelves a casar por lo civil, la Iglesia te estigmatiza. Te entierra. Y te pide que, para poder comulgar, act¨²es contra la naturaleza y como un forajido. Nada de sexo, porque si eres casto podr¨¢s comulgar. Eso s¨ª, en una parroquia donde seas un desconocido, para no escandalizar. "Es un enga?o", dice Mar¨ªa del Rosario, de 65 a?os y separada desde hace 30. "Est¨¢n en contra de la naturaleza, porque la naturaleza te pide guerra", a?ade Flor, de 69 a?os. Ambas pertenecen a la Asociaci¨®n Cat¨®lica de Mujeres Separadas, con sede en Madrid y que agrupa a 1.800 personas.Flor coincide, sin saberlo, con cualificados miembros del episcopado alem¨¢n que consideran que la disciplina actual de la Iglesia cat¨®lica con respecto a los fieles divorciados que se han vuelto a casar sin tener la nulidad can¨®nica es, sencillamente, impracticable. Los obispos italianos han recuperado p¨²blicamente la doctrina oficial, que yac¨ªa en silencio en la exhortaci¨®n apost¨®lica Familiaris consortio (1980). Pone una condici¨®n para que estos divorciados puedan comulgar: que vivan en uni¨®n conyugal como "hermano y hermana"; es decir, que sean castos.

Muchos -entre ellos, Flor- consideran esta recomendaci¨®n "como contraria a la naturaleza e incre¨ªble" y como una forma de existencia que, a la larga, "no puede cumplirse", escriben tres obispos alemanes, entre ellos, Karl Lehman, presidente de la Conferencia Episcopal de Alemania. "Es que al Papa se le ha parado el reloj", dice Monti, el apelativo familiar de una se?ora de 65 a?os que se separ¨® a los 53. "Pero vamos a ver, si Dios ve si est¨¢s en una iglesia o en otra, qu¨¦ tiene que decir el Papa sobre esta cuesti¨®n", apostilla indignada Mar¨ªa del Carmen, de 68 a?os, separada desde hace cuatro y de misa semanal. Mar¨ªa del Carmen a?ade: "Para juzgar una cosa hay que pasar por ella; lo de comulgar en otra parroquia es demencial, ni que lo diga el Papa, ni cualquiera. Se ha pasado".

Pero luego pasa lo que pasa. Como el caso ocurrido recientemente en Vilagarc¨ªa de Arousa (Pontevedra), donde un sacerdote fue abofeteado por una mujer a la que neg¨® la comuni¨®n durante el funeral por su madre. No pudo comulgar porque solamente estaba casada por el juzgado. "Es que si se es cat¨®lico no se puede ser liberal", sentencia Mar¨ªa del Rosario, de 65 a?os y separada desde hace 30. "Que tengas que ir a otra parroquia es un enga?o", abunda Mar¨ªa del Rosario, que dice profesar la fe a su manera porque se siente liberal.

Para toda la vida

Jacin, que ahora tiene 56 a?os y se separ¨® hace 14, discrepa de sus compa?eras de asociaci¨®n, que, como ella, s¨®lo quieren facilitar el nombre de pila para no ser identificadas. Jacin, que adem¨¢s de cat¨®lica practicante est¨¢ comprometida con los movimientos de pastoral laica de su parroquia, sostiene que "el Papa podr¨ªa arreglar un poco m¨¢s la situaci¨®n de la mujer divorciada que quiere rehacer su vida". Pero mientras tanto, hay que seguir la doctrina, "y yo doy testimonio".

Conchita, de 50 a?os y separada desde los 44, sintoniza con Jacin, que dice haber "extra?ado las relaciones sexuales tras su separaci¨®n; las necesitaba". Pero a?ade a rengl¨®n seguido: "Es que yo me cas¨¦ para toda la vida, y fue ¨¦l [su marido] quien me dej¨®, como ha hecho con la Iglesia. Antes era cat¨®lico practicante como yo; ahora no". "Son ellos [los maridos] los que se apartan", dice Conchita. "Mi marido ahora s¨®lo acude a la Iglesia para asistir a actos de protocolo, como bautismos o comuniones, y antes era practicante".

La indisolubilidad del matrimonio cat¨®lico est¨¢ sobre la mesa, algo que numerosos te¨®logos posconciliares, principalmente los m¨¢s abiertos, han desarrollado a la luz del Vaticano II. La Familiaris consortio dice de los cat¨®licos vueltos a casar sin tener la nulidad: "Si se admitiera a estas personas a la eucarist¨ªa, los fieles ser¨ªan inducidos a error y confusi¨®n acerca de la doctrina de la Iglesia sobre la indisolubilidad del matrimonio". El prestigioso te¨®logo Marciano Vidal, escribe en el Diccionario de ¨¦tica teol¨®gica, editado por Verbo Divino: "Hay bastantes te¨®logos que sostienen la opini¨®n de que la indisolubilidad y la recepci¨®n de la eucarist¨ªa, al menos en algunos casos que... Hay situaciones de divorciados vueltos a casar que no pueden ser consideradas pecaminosas por mantener relaciones sexuales...". Pero la doctrina oficial topa con el sexo. "Al Papa", insiste Monti, "se le ha parado el reloj".