El misterioso rapto del empresario espa?ol
Nada se sabe de Fernando Manrique secuestrado hace 11 meses en Per¨²
Los familiares del empresario espa?ol Fernando Manrique, de 61 a?os, secuestrado el 15 de diciembre en Lima, soportan desde hace ya 11 meses la angustia de no saber casi nada sobre su paradero. Aquel d¨ªa, un grupo de individuos, con m¨¦todos de aut¨¦nticos profesionales, secuestraron a Manrique para exigir despu¨¦s una cantidad por su rescate. Tras unos primeros contactos, la comunicaci¨®n con los secuestradores se interrumpi¨®, sin que la esposa y los dos hijos de Manrique hayan tenido m¨¢s noticias de la suerte corrida por el empresario, que representa en Per¨² a la editorial Oc¨¦ano y hab¨ªa conseguido una s¨®lida posici¨®n econ¨®mica, con diferentes negocios.M¨¢s de 30 a?os lleva Manrique en Per¨². Actualmente posee una empresa de tipo medio con unos 300 empleados. Este madrile?o, a quien sus amigos describen como hombre vital y con un sentido positivo de la vida, nunca perdi¨® su nacionalidad y viajaba a Espa?a dos o tres veces todos los a?os.
Manrique no llevaba armas ni ten¨ªa, como es frecuente en muchos empresarios peruanos, una escolta para su seguridad. El d¨ªa del secuestro, el empresario iba acompa?ado de uno de sus hijos por el centro de Lima. Al aparcar el auto en un estacionamiento, los secuestradores se llevaron a Manrique con absoluta limpieza, sin un golpe y sin disparar un tiro.
Poco despu¨¦s se estableci¨® el contacto telef¨®nico con los secuestradores, de los que un tal Mario Ramos se identificaba como interlocutor. De esas conversaciones la familia lleg¨® a la conclusi¨®n de que trataba con profesionales, por las precauciones que tomaban cuando se comunicaban. Ese contacto les mostr¨® tambi¨¦n que Manrique estaba vivo, porque respondi¨® a preguntas con detalles que s¨®lo ¨¦l habr¨ªa podido conocer.
Todo parec¨ªa indicar que Manrique hab¨ªa ca¨ªdo en manos del Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA), organizaci¨®n de extrema izquierda, enemiga de los mao¨ªstas de Sendero Luminoso, el temible grupo guerrillero peruano que no tiene entre sus m¨¦todos el secuestro extorsivo.
La angustia para la familia Manrique se inici¨® cuando se interrumpieron sin motivo las comunicaciones pocos d¨ªas despu¨¦s del secuestro.El pasado mayo los familiares llenaron las p¨¢ginas de anuncios por palabras de varios diarios lime?os en los que ped¨ªan a Mario Ramos restablecer el contacto. No hubo respuesta.
La familia no quiere dar publicidad al caso y s¨®lo le interesa hacer llegar a los secuestradores que no ha mantenido contactos con la polic¨ªa y estar¨ªa dispuesta a pagar el rescate. El silencio de tantos meses hace temer por la vida de Manrique, aunque su familia conserva la esperanza. Piensan los familiares que Manrique, un hombre decidido, es muy capaz de haber tomado en sus manos la negociaci¨®n con los secuestradores y eso explicar¨ªa el retraso. Los hijos se animan por el hecho de que, si hubiesen matado o hubiese muerto su padre, ya habr¨ªa aparecido el cad¨¢ver.
Un motivo nuevo de preocupaci¨®n ha sido el desmantelamiento del MRTA y la liberaci¨®n de varios empresarios secuestrados. Los terroristas detenidos y los empresarios rescatados por la polic¨ªa no sab¨ªan nada de Manrique. La posibilidad de que los secuestradores sean delincuentes comunes tampoco se puede excluir. Los hijos manejan tambi¨¦n la hip¨®tesis de que un comando del MRTA, aislado de sus cabecillas, podr¨ªa tener todav¨ªa a Manrique sin saber qu¨¦ hacer con el secuestrado.,
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