La vieja voz impone su ley

All¨ª estaba, de nuevo el viejo Frank haciendo historia sobre la moqueta del Waldorf. Otro premio, otro homenaje para el hombre que triunf¨® en los a?os cincuenta, en los sesenta, en los setenta, en los ochenta y que ahora compite con su repertorio de leyenda por el ¨¦xito en los noventa. All¨ª estaba el n¨²mero uno, el patriarca del pop, sentando c¨¢tedra, imponiendo su ley en tan s¨®lo 50 segundos de presencia ante las ansiosas c¨¢maras de televisi¨®n. Frank Sinatra ha vuelto.Fueron 50 segundos en los que Sinatra sell¨® el martes por la noche su retorno a la compa?¨ªa en la que grab¨® lo mejor de su repertorio, Capitol Records. Cincuenta segundos nada m¨¢s para recordar que est¨¢ vivo, activo y con un disco en el mercado, Duets, que aspira a convertirse en el m¨¢s vendido de toda la carrera de este genio con sonrisa de sinverg¨¹enza.

Durante su reaparici¨®n en Nueva York Sinatra no gast¨® ni un gramo de su codiciada voz. Se limit¨® a subir una vez m¨¢s al podio de los premiados y recoger la torre de cristal con la que Capitol Records lo condecoraba como el artista que m¨¢s gloria ha aportado a la historia de la famosa compa?¨ªa discogr¨¢fica.

Es dif¨ªcil que nadie pueda ofrecer jam¨¢s a Frank Sinatra un premio a la altura de su obra. Cuando Estados Unidos quiera homenajear en serio a su mejor cantante popular del siglo tendr¨¢ que levantar un monumento a su nombre entre los de George Washington y Abraham Lincoln.

Himno oficial

Sinatra es la ¨²nica figura del espect¨¢culo que ha ganado oscars, Emmy y Grammy al mismo tiempo. Durante treinta a?os, cada ¨¦xito musical fue ratificado por otro cinematogr¨¢fico. Su canci¨®n New York, New York se convirti¨® en el himno oficial de la primera ciudad del mundo, y My way es, probablemente, la que m¨¢s profundamente representa el esp¨ªritu norteamericano. Cant¨® en las ceremonias de toma de posesi¨®n de John Kennedy y Ronald Reagan, a los que ayud¨® con algo m¨¢s que notas musicales, y es posible que ¨¦l mismo hubiera podido ocupar el asiento de ellos dos si se lo hubiera propuesto.Su vida ha estado siempre rodeada de esc¨¢ndalos, alcohol y amores desesperados. No tuvo tanto tino para elegir amigos como para, elegir pianista y compositor. No est¨¢ libre de pecados. Pero Sinatra no quiere que se le juzgue m¨¢s que por su voz. No pretende dejar otro legado ni se presta a hablar sobre otras cosas.

Sinatra no hace declaraciones, no aparece en los programas de televisi¨®n ni se mezcla jam¨¢s con las celebridades de este pa¨ªs. Probablemente es el ¨²nico personaje del mundo al que la prensa norteamericana accede a entrevistar por medio de un cuestionario por escrito.

Es indudable que el mito sigue vivo. En su primera semana en las tiendas se vendieron un mill¨®n de copias de su disco Duets, que se ha colocado inmediatamente en el segundo puesto de las listas de ¨¦xitos. Los medios de comunicaci¨®n han vuelto a ocuparse de su historia. Sus canciones son escuchadas por primera vez por una nueva generaci¨®n de j¨®venes norteamericanos. Vuelve a estar de moda.

El homenaje que Capitol le ha rendido pretende ser un modesto reconocimiento a los a?os que Sinatra pas¨® en esa compa?¨ªa entre 1953 y 1962, durante los que grab¨® 17 discos.

Las canciones I've got the world on a string, I get a kick out you, In the wee small hours of the morning, The lady is a tramp y Young at heart, casi todas con arreglos de Nelson Riddle y Gordon Jenkins, pertenecen a esa ¨¦poca, considerada por los cr¨ªticos como la m¨¢s creativa de su vida. Frank Sinatra dej¨® Capitol cuando era el cantante m¨¢s codiciado del momento para fundar su propia compa?¨ªa, Reprise Records.

Melancol¨ªa

A lo largo de los a?os ochenta no volvi¨® a grabar discos. Su trabajo se limit¨® a algunos conciertos en directo que suministraban a los adictos la dosis suficientes de melancol¨ªa para seguir con vida.En agosto, cuando se volvi¨® a encerrar en los estudios de Capitol en Hollywood para grabar Duets, lleg¨® a pensar que ser¨ªa imposible cumplir con su trabajo. "?Para qu¨¦ diablos quieren que vuelva a cantar ahora las canciones de hace treinta a?os?", pregunt¨® Sinatra. "Es como ver a Laurence Olivier interpretando a Shakespeare treinta a?os despu¨¦s", le contest¨® el productor Phil Ramone.

Una de las preguntas a las que no quiso contestar en su presentaci¨®n ante la prensa en Nueva York fue la de cu¨¢ntas d¨¦cadas m¨¢s permanecer¨¢ en activo. Frank Sinatra naci¨® el 12 de diciembre de 1915 en Hoboken (Nueva Jersey). Est¨¢ a punto de cumplir los 78 a?os m¨¢s envidiados de la m¨²sica norteamericana.