La huelga y las protestas callejeras paralizan gran parte de Nigeria tras el golpe militar
Violentas manifestaciones contra el golpe militar protagonizado el mi¨¦rcoles por el ministro de Defensa, general Sani Abacha, se sucedieron el jueves y ayer en varias ciudades de Nigeria, mientras otras quedaron paralizadas por una huelga general convocada por los sindicatos y organizaciones democr¨¢ticas. Seg¨²n las primeras estimaciones de la oposici¨®n, al menos una persona muri¨® y otras muchas resultaron heridas en los choques con las fuerzas de seguridad. Los disturbios m¨¢s graves se produjeron en Ogbomosho, Akure y Abeokuta, cerca de Lagos, la metr¨®poli econ¨®mica del pa¨ªs.
La polic¨ªa reprimi¨® con gases lacrim¨®genos a los manifestantes, y decenas de ellos fueron detenidos para pasar a los tribunales de excepci¨®n, acusados de perturbar el orden p¨²blico. Entre los detenidos figuran varios l¨ªderes de la Campa?a por la Democracia (CP), que reclama la vuelta de los civiles al poder, y de la Uni¨®n de Estudiantes.Mientras tanto, Lagos, la principal ciudad del pa¨ªs, estaba ayer pr¨¢cticamente paralizada por un movimiento de huelga convocado por la CP. Tiendas, sucursales bancarias y f¨¢bricas se encontraban cerradas, y muy pocos veh¨ªculos particulares y autobuses circulaban por las calles de una ciudad habitualmente colapsada por el tr¨¢fico. La mayor parte de la poblaci¨®n se qued¨® en casa, bien en se?al de protesta, bien por temor a disturbios callejeros.
Este movimiento generalizado de protesta sigue el anuncio hecho por el general Sani Abacha -el pasado jueves- de que se disolv¨ªan todas las instituciones democr¨¢ticas del pa¨ªs, incluyendo el Parlamento y los partidos. El golpe de mano del nuevo hombre fuerte, que ya ha anunciado que se mantendr¨¢ "al menos" 18 meses en el poder para "poner orden", cierra definitivamente un delicado proceso de retomo a la democracia.
En junio pasado se celebraron elecciones presidenciales que dieron la victoria al hombre de negocios Moshood Abiola, que venci¨® al candidato apoyado por el Ej¨¦rcito. Los militares cancelaron el escrutinio e implantaron en agosto un Gobierno civil t¨ªtere, presidido por Ernest Shonekan. Este tuvo que renunciar el pasado mi¨¦rcoles, a la vista de su manifiesta incapacidad para controlar la situaci¨®n.
Un alza del 600% en el precio de los derivados del petr¨®leo acab¨® de caldear los ¨¢nimos. Esta situaci¨®n oblig¨® a los militares a ocupar directamente un escenario pol¨ªtico que, de hecho, no hab¨ªan dejado de controlar.
Esta vuelta a una situaci¨®n casi habitual en el pa¨ªs m¨¢s poblado del continente africano -en sus 33 a?os como Estado independiente, Nigeria ha estado gobernada durante 23 por los militares- provoc¨® ayer las primeras condenas internacionales. El Reino Unido, la antigua potencia colonial, asegur¨®, por boca de su ministro de Exteriores, Douglas Hurd, que "deplora" la disoluci¨®n de las instituciones democr¨¢ticas. "El general Abacha ha pedido que la comunidad internacional postergue su juicio, pero ya hemos demostrado bastante paciencia respecto de Nigeria desde hace 10 a?os", a?adi¨®. Francia, por su parte, anunci¨® a trav¨¦s de un portavoz de Exteriores que "Iamenta vivamente" este "grave frenazo en la marcha de Nigeria hacia un estado de derecho, que le desmarca de la evoluci¨®n hacia sistemas democr¨¢ticos iniciada en toda ?frica". Tanto Par¨ªs como Londres anunciaron que efectuaban consultas con sus socios de la Uni¨®n Europea (UE) sobre las acciones de castigo a tomar.
Frente a las protestas nacionales e internacionales, el general Abacha intenta mejorar su imagen con algunas t¨ªmidas medidas de apertura. Prometi¨® respetar la libertad de prensa y anunci¨® la creaci¨®n de una "conferencia nacional" destinada a estudiar el futuro pol¨ªtico y constitucional del pa¨ªs. Pocos creen que tales medidas puedan ser suficientes.
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