V¨ªctima marcada
ES POSIBLE que los etarras que ordenaron matar al ertzaina Joseba Goikoetxea, y quienes casi lo han conseguido, hayan cometido un error pol¨ªtico, tal vez el mayor de sus tristes vidas, pero no puede decirse que se hayan equivocado: acertaron en la elecci¨®n de la v¨ªctima porque, efectivamente, el sargento mayor Goikoetxea Asla, activo nacionalista desde su adolescencia, por lo que fue detenido y encarcelado en tiempos de Franco, era, y no lo ocultaba, un enemigo de ETA. Como la mayor¨ªa de los vascos.El contencioso a que suelen aludir los comunicados de ETA no se plantea entre Euskadi y Espa?a, como quisieran, sino entre unos ciudadanos vascos y otros que tambi¨¦n lo son. La sociedad vasca es plural, y s¨®lo una minor¨ªa fanatizada considera que su ideal exculpa cualquier crimen. Durante a?os, ETA justific¨® los suyos argumentando que representaba a la mayor¨ªa nacionalista cuyas aspiraciones profundas no ten¨ªan cabida en el sistema. Pero entre esas aspiraciones figuraba en lugar prominente la existencia de una polic¨ªa propia, y que a ¨¦sta se reconocieran competencias incluso en terrenos tan delicados como el de la lucha antiterrorista. En la medida en que la autonom¨ªa vasca es real, con un fuerte contenido pol¨ªtico, la Ertzaintza se ha comprometido en esa lucha por la defensa de los derechos y libertades de los ciudadanos, amenazados por la mafia etarra. Frente a esa contradicci¨®n, ETA y sus paniaguados se dividieron el trabajo. Los terroristas han hecho lo ¨²nico en que son duchos, disparar, pero sus admiradores les prepararon el terreno durante meses: tratando de amedrentar a los polic¨ªas vascos mediante carteler¨ªa con amenazas de muerte a su responsable pol¨ªtico, el consejero Atutxa, llam¨¢ndoles cipayos, poniendo a Joseba Goikoetxea en el punto de mira de una insidiosa campa?a en el diario Egin que anticipaba lo que ayer ocurri¨® en Bilbao, con un ni?o de tres a?os como testigo.
Un escritor con oriundez vizca¨ªna, Rafael S¨¢nchez Ferlosio, escribi¨® hace a?os esta greguer¨ªa terrible: "Lo llaman perro para anticiparle la figura con que un d¨ªa podr¨¢n molerlo a palos". O coserlo a tiros.
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