"La televisi¨®n es, en general, est¨²pida, mediocre e inmoral"
Pregunta. Usted es miembro de la comisi¨®n del Senado para seguir el impacto social de la televisi¨®n. ?Qu¨¦ objeto tiene esa comisi¨®n y cu¨¢l es su funci¨®n en ella?Respuesta. Respecto a lo segundo, quer¨ªa encontrar un lugar en el Senado. De inmediato pens¨¦ en la televisi¨®n. La comisi¨®n deber¨ªa ver cu¨¢l es el estado de la televisi¨®n desde el punto de vista cultural, educativo y tambi¨¦n ¨¦tico.
P. ?Ve mucha televisi¨®n?
R. No veo demasiada, pero me gusta hacerlo. Despu¨¦s de cenar la veo porque me parece que es un instrumento de evasi¨®n muy positivo. O que ser¨ªa positivo si fuese buena, pero como es tan mala no puedo ver demasiada. No la aguanto.
P. Es que esa franja horaria es la m¨¢s competitiva.
R. S¨ª, es la m¨¢s competitiva y es cuando se emiten los programas m¨¢s basura, ?no?
P. ?Y eso c¨®mo se arregla?
R. La televisi¨®n educa o maleduca, pero algo hace para formar o deformar a las personas. Y eso lo debemos tener en cuenta todos. Debemos plante¨¢rnoslo todo el mundo. Y concluir que la televisi¨®n es una cosa que se debe aprovechar m¨¢s positivamente.
P. ?Con normas?
R. Lo ideal ser¨ªa la autorregulaci¨®n, que es lo primero que se ha intentado con los c¨®digos ¨¦ticos. Pero est¨¢ visto que no funcionan demasiado porque la autorregulaci¨®n es dif¨ªcil. Con todo, hay algunas cosas que se deben regular. Por ejemplo, la violaci¨®n de derechos fundamentales como el derecho a la intimidad, el no respetar la dignidad de las personas o el derecho de la infancia a ser protegida. Aqu¨ª es necesaria una regulaci¨®n m¨¢s dura. Una penalizaci¨®n
P. ?Penalizaci¨®n o prohibici¨®n?
R. Penalizaci¨®n. Es decir, hay determinadas cosas que no se pueden hacer.
P. ?Por ejemplo?
R. A m¨ª todo el tratamiento de Alc¨¢sser me pareci¨® muy desagradable, y muy negativo tal y como fue evolucionando lo que pas¨® el otro d¨ªa con el secuestro de Olot. Es decir, que haya como una especie de justicia paralela en televisi¨®n.
P. Pero estos programas parecen tener su p¨²blico.
R. Es verdad que se est¨¢ siguiendo el criterio de dar a la gente lo que pide, independientemente de si es bueno o malo. Pero a m¨ª me parece un criterio muy pobre. Los profesionales de la comunicaci¨®n han de pensar tambi¨¦n un poco en los contenidos. El sentido de las inercias del mercado, de alguna forma, se ha de controlar. Igual que el Estado del bienestar procura controlar una injusticia distributiva del mercado, alguien tendr¨ªa que controlar la distribuci¨®n del conocimiento y sus contenidos.
P. ?Qui¨¦n?
R. Todos: pol¨ªticos, profesionales de la comunicaci¨®n...
P. ?Por qu¨¦ un profesional de la comunicaci¨®n que consigue m¨¢s publicidad y, por tanto, mejor remuneraci¨®n deber¨ªa controlarse y ganar menos?
R. Hemos de superar estos criterios puramente mercantiles, sobre todo en un terreno que es el de la educaci¨®n. La televisi¨®n est¨¢ en el terreno de la educaci¨®n, lo queramos o no.
P. ?Pero esto no es consecuencia del libre mercado?
R. S¨ª, s¨ª.
P. ?Entonces, hay que regular el libre mercado?
R. En algunas cosas s¨ª, y ya lo estamos haciendo. La justicia distributiva regula el libre mercado despu¨¦s, a posteriori
P. Pero va a la baja.
R. ?Qu¨¦?
P. La justicia distributiva.
R. Va a la baja, pero se est¨¢ intentando mantenerla. No se ha tirado por la ventana el intento de redistribuir los bienes b¨¢sicos, y uno de ellos es el conocimiento.
P. Estos criterios, ?son m¨¢s f¨¢ciles de introducir en las televisiones p¨²blicas o en las privadas?
R. Este es otro problema. Aqu¨ª las televisiones p¨²blicas tienen un estatuto muy ambiguo porque son p¨²blicas pero se financian por publicidad. Es muy caro financiar una televisi¨®n p¨²blica. Yo creo que es mejor tener menos televisi¨®n p¨²blica y tenerla un poco m¨¢s impulsada p¨²blicamente. No quiero decir dirigida ni controlada, pero s¨ª que haya una cierta vigilancia sobre lo que se est¨¢ haciendo en la televisi¨®n p¨²blica y que compense lo que no hace la privada ni puede hacerlo porque, econ¨®micamente, no interesa.
P. En la comisi¨®n, ?hay homogeneidad de criterios?
R. Yo creo que hay una insatisfacci¨®n generalizada respecto el estado actual de la televisi¨®n, que es, en general, est¨²pida, mediocre y, a veces, incluso inmoral.
P. ?Se ha marcado tiempo de actuaci¨®n?
R. No, pero tal vez un a?o, deber¨ªa ser el plazo para presentar el informe. No tenemos competencias para actuar, pero podemos hacer propuestas legislativas, propuestas de un nuevo modelo de televisi¨®n.
P. ?Qu¨¦ habr¨ªa de tener en cuenta ese nuevo modelo?
R. Yo ten¨ªa en la cabeza, sobre todo, la funci¨®n educativa de la televisi¨®n. Mientras discut¨ªamos la propuesta, se nos cruz¨® la iniciativa del PP y ellos insistieron m¨¢s en el aspecto ¨¦tico. Yo no quisiera perder la dimensi¨®n educativa. Hay que tener en cuenta que los socialistas decimos a menudo que no hemos sabido transmitir los valores socialistas no en el sentido de partido, sino los valores asumibles por mucha gente: la solidaridad, la tolerancia, por encima de los valores del mercado. Pero hay que reconocer que hemos abandonado la televisi¨®n, uno de los medios m¨¢s importantes para transmitir esos valores u otros.
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