El presidente ruso airea en Bruselas su malestar por la ampliaci¨®n de la OTAN

Con la OTAN hubo primero sonrisas de circunstancia, con la Uni¨®n Europea (UE) se intercambiaron despu¨¦s fuertes apretones de mano. En su segunda jornada en la capital belga, el presidente ruso, Bor¨ªs Yeltsin, recibi¨® al secretario general de la OTAN, Manfred W¨®rner, al que expres¨® su preocupaci¨®n por la posible ampliaci¨®n de su organizaci¨®n hacia los pa¨ªses del Este, y despu¨¦s se reuni¨® con los l¨ªderes de la UE, que le manifestaron su caluroso apoyo tres d¨ªas antes de las elecciones y del refer¨¦ndum en Rusia.

Yeltsin no quiso ir a la OTAN y fue su secretario general el que se desplaz¨® para verle en el castillo de Stuyvenberg, en las afueras. El jefe de Estado ruso rechaz¨® hacer declaraciones sobre esta entrevista y tampoco deleg¨® en su ministro de Defensa, Pavel Grachov. Fue W?rner quien a la salida lidi¨® con la prensa."El presidente ruso ha expresado una vez m¨¢s el fondo de su pensamiento y buscamos una soluci¨®n globaI", afirm¨® al t¨¦rmino de la audiencia el secretario general. Por si cab¨ªa alguna duda, algunos de sus acompa?antes aclararon despu¨¦s que Yeltsin hab¨ªa manifestado su temor porque una extensi¨®n de la Alianza Atl¨¢ntica hacia el Este contribuya a aislar a su pa¨ªs y d¨¦ adem¨¢s argumentos a sus adversarios pol¨ªticos.

W?rner se esforz¨® en apaciguar su preocupaci¨®n. "Rusia", dijo, "es nuestro socio, hemos pasado del enfrentamiento a la cooperaci¨®n y nuestra charla es tuvo esencialmente consagrada a examinar c¨®mo la OTAN y la Federaci¨®n , Rusa podr¨¢n cooperar en el porvenir".

El secretario general se refer¨ªa a la invitaci¨®n que la cumbre de la OTAN de enero formular¨¢ formalmente a Rusia para formar parte de la llamada Asociaci¨®n para la Paz, que deber¨ªa reagrupar a los pa¨ªses de la Alianza Atl¨¢ntica, a los ex sat¨¦lites de la URSS y a la propia Rusia. Juntos organizar¨ªan maniobras militares y operaciones de paz, pero algunos privilegiados de este club, como Polonia, la Rep¨²blica Checa y Hungr¨ªa, suscribir¨ªan adem¨¢s acuerdos bilaterales con la OTAN que les proporcionar¨ªan garant¨ªas de seguridad. Mosc¨² ve con malos ojos esta ¨²ltima iniciativa.

Horas despu¨¦s, Yeltsin fue m¨¢s locuaz, casi grandilocuente, en Breydel, la sede de la Comisi¨®n Europea. No dud¨® en decir que "un nuevo muro de Berl¨ªn ha ca¨ªdo hoy" o que se acababa de lograr la "superaci¨®n de la discriminaci¨®n de Rusia por parte de Europa". "Ahora estamos en igualdad de derechos", a?adi¨® despu¨¦s de haber suscrito con el presidente del Consejo Europeo, Jean-Luc Dehaene, y el presidente de la Comisi¨®n Europea, Jacques Delors, una declaraci¨®n pol¨ªtica que anticipa el futuro acuerdo de asociaci¨®n entre Rusia y la UE.

Algunas divergencias sobre la prestaci¨®n de servicios financieros, la comercializaci¨®n de productos nucleares y el respeto de los derechos humanos impidieron acabar a tiempo el acuerdo para la visita de Yeltsin, aunque Delors vaticin¨® que "deber¨¢ estar finalizado en los pr¨®ximos d¨ªas".