Ley del embudo

He recibido recientemente en mi domicilio una carta de propaganda de Caja de Madrid anunciando la creaci¨®n del servicio integral familia, donde nos ofrecen productos y servicios entre los que dicen encontrarse soluciones para el ahorro, cr¨¦ditos y respuestas a cualquier necesidad.Considerando una de las necesidades m¨¢s importantes de las familias de hoy d¨ªa el que noten directamente y de forma apreciable la considerable rebaja de los tipos de inter¨¦s que se est¨¢ produciendo en las hipotecas, la entidad anunciante hace poco (o nada) por aplicarlo a aquellas que se formalizaron con anterioridad.

Somos muchas las familias que durante tiempo venimos pagando religiosamente las hipotecas contratadas con ellos a los intereses decididos por ellos, y ahora se valen de mil excusas y razonamientos para retrasar esa ayuda a las familias.

Cuando se solicita una rebaja de los intereses dentro de la propia entidad acuden a cualquier excusa para hacerlo. Esto, en contra de su propaganda, no es "dar una respuesta a cualquier necesidad".

La directora de mi oficina, por ejemplo, me ha dado el peregrino razonamiento de que no puede aplicar un tipo m¨¢s bajo a mi hipoteca, ya que ¨¦sta correspond¨ªa a una vivienda de protecci¨®n oficial, que ya tuvo una subvenci¨®n del MOPU durante los cinco primeros a?os.

Siendo ello cierto, ?es que dejaron acaso de cobrar el ¨ªntegro de los intereses acordados por el he

cho de que una parte lo pagara el MOPU? L¨®gicamente, ser¨ªa el MOPU el que podr¨ªa recordarme esta circunstancia.

Creo que las familias espa?olas estamos, una vez m¨¢s, ante la vieja y conocida ley del embudo-